EX-URSS

La Ucrania post-Poroshenko: nuevos retos, viejos problemas

Analizamos los puntos claves de la situación creada tras las presidenciales en Ucrania. Evolución, revancha o continuismo son las opciones que hay encima de la mesa.

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La Ucrania post-Poroshenko: nuevos retos, viejos problemas

El pasado lunes 20 de mayo V. Zelenskiy ha tomado posesión del cargo de presidente de Ucrania. Poroshenko dejaba el puesto. En su propio discurso de investidura Zelenskiy anunciaba que disolvía la Rada, parlamento de Ucrania, anunciando elecciones anticipadas para el 21 de julio, en vez de para finales de octubre de este año. Los partidarios del presidente saliente y buena parte de los diputados empezaba a clamar que la revancha de los prorrusos se acerca. Analizamos los puntos claves de la situación creada, evolución, revancha o continuismo.

Lo primero es entender la situación actual. El poder post Maidán, el que llegó aupado por lo que llaman revolución, pero que a todas luces y con conocimiento de detalles claves podemos llamar golpe de estado, está en estado zombi. Se mueve, hace ruidos, pero técnicamente está muerto. El fracaso de Poroshenko ha abierto la puerta al cambio de toda la clase dirigente.

Por ello Zelenskiy necesita un parlamento afín cuanto antes. Dadas las realidades políticas ucranianas, su popularidad empieza a caer en el momento en el que se hace cargo del puesto. Un parlamento hostil hará que está caída sea más rápida y pronunciada. En las últimas semanas este parlamento ha aprobado varias y polémicas leyes, como la del idioma, que da lugar a discriminar a los demás idiomas utilizados en el país, especialmente el ruso, pero también el rumano o húngaro. Disolver y convocar elecciones es la mejor y más necesaria solución para Zelenskiy y los suyos.

  • Legal o no

El problema es que el presidente ucraniano no puede disolver el parlamento sin más, tiene que justificarlo. Por ello Zelenskiy ha utilizado como motivo de disolución la ausencia de una coalición de 226 diputados que marca la constitución ucraniana. Según el punto 83 de la constitución debe haber esa coalición con una mayoría absoluta (al menos 226 diputados de 450), el punto 90 dice que si no existe esa coalición con una mayoría, se dan 30 días para constituirla de nuevo, sino se hace se pueden convocar elecciones. Eso sí, deben faltar al menos 6 meses hasta la finalización del mandato del parlamento para poder convocar esas elecciones. Resumo: coalición de al menos 226 diputados, si no existe, 30 días para constituirla, y sino se pueden convocar elecciones si al menos faltan 6 meses para la fecha normal.

La Rada se elige por un periodo de 5 años. La actual tomó posesión el 27 de noviembre de 2014, por ello Zelenskiy podía convocar elecciones hasta el 27 de mayo. Primero intentaron aplazar la toma de posesión hasta junio, pero la visita de representantes del G7 le dejaron claro a Poroshenko que así no. Luego a tres días de la inauguración Frente Popular (teóricos 80 diputados) declara que sale de la coalición, por lo cual se supone que se abre 30 días para formar nueva coalición, y una vez pasados ya a esperar elecciones.

  • Política a la ucraniana

Sin embargo, esta intentona de aplazar su propia disolución es más que discutible. Se da la circunstancia que no hay coalición desde una fecha tan remota como 2016. El 17 de febrero de 2016 la coalición la abandonó Batkivshina de Timoshenko, el 18 del mismo mes y año Samopomich de Sadovoi, el 24 de marzo de 2016 la abandonó el Partido Radical de Lyashko. Desde entonces estaban solo el Bloque de Petro Poroshenko – BPP y el Frente Popular (135 + 80 = 215). Eso además es fácilmente demostrable. Por ejemplo existe esta denuncia sobre la ausencia de coalición puesta en un juzgado de Kiev el 6 de marzo de este año.

El martes al día siguiente de tomar posesión, Zelenskiy convocó a los jefes de cada grupo del parlamento. El orden del día era preparar las elecciones. Zelenskiy dando por hecho que habrá elecciones les propuso modificar la ley electoral, no aprobar una nueva ya que no hay tiempo para ello. Los cambios propuestos serían bajar del 5% al 3% el limite de acceso al parlamento para los partidos y hacer que todo el parlamento se elija por listas del partido.

Ahora 225 diputados se eligen por listas de partido y 225 por mandatos mayoritarios. Un sistema muy común en países de la ex URSS. Gracias a ello, muchos hombres de negocios u otra gente de bien puede acceder al parlamento ganando en su distrito electoral sin contar con partido alguno, solo dinero suficiente para imponerse en zona. Es decir, quién más dinero y ganas de gastarlo tenga en un distrito, puede ser diputado en el parlamento nacional. Una vez allí defienden sus propios intereses y se venden al mejor postor.

Política a la ucraniana de nuevo. Los representantes de cada grupo aceptaron su propuesta y las propias elecciones, como todos declararon a la salida de la reunión. Mutación y al día siguiente en el parlamento no se aprobó ni siquiera poner los cambios en el orden d. No hubo la mayoría de 226 necesaria, pero además el presidente del parlamento Parubiy declaró que iba a recurrir la disolución del parlamento. Es decir, al día siguiente de sonreír y aceptar todas las palabras del presidente, los partidos presentes en la rada lo dejaron tirado.

La mayoría de los políticos del parlamento actual entiende que tiene escasas posibilidades de repetir otra legislatura más. Por todo ello no les interesa ni disolver el parlamento, ni cambiar el sistema de elección. Según las encuestas al parlamento entrarían 6 partidos como máximo. El Servidor del Pueblo de Zelenskiy tendría un 40%, la Plataforma Opositora de Boiko un 11%, BPP de Poroshenko un 10%, Batkivschina de Timoshenko un 9%, y Fuerza y Honor de Smeshko un 5% junto a Posición Civil de Gritsenko otro 5%. Todos los demás quedarían fuera y solo les quedarían los distritos mayoritarios, lo que Zelenskiy quería quitar. Si tenemos en cuenta que una parte de BPP es realmente el partido Udar de Klichko, incluso estos tendrían problemas una vez separados, algo que parece inminente.

¿Es Zelenskiy un reformador progresista? Tampoco del todo. Su intento de cambiar el sistema se debe en buena parte a que no dispone de gente, organización y capital necesario para competir en los distritos electorales. Su mejor opción son las listas, con ellas tendría el control del parlamento mucho más cerca.

Con esta problemática de la política a la ucraniana quedan en segundo plano los programas reales de los partidos, sus promesas y lo que pide y espera la población de ellos. Zelenskiy llega claramente como el candidato de la paz, el que tiene que traer el equilibrio a la fuerza a las dos ucranias, la pro-rusa y la pro-occidental. La clase política anterior es a todas luces el partido de la guerra, quieren seguir con esa retórica de la confrontación, cueste lo que cueste.

Este interesante e intenso inicio en su cargo tiene Zelenskiy. La semana que viene hablaré de los principales problemas del país y de que propone Zelenskiy y sus adversarios.