Las sombras que rodean a Melitón Manzanas, la primera víctima mortal premeditada de ETA

Melitón Manzanas, jefe de la brigada político-social de Gipuzkoa que bajo su mandato torturó a decenas de personas en nombre de la “seguridad” y la “patria”, pasará a la historia por ser la primera víctima mortal premeditada de ETA. Desde ciertos sectores sociales se está impulsado un lavado de cara de este policía franquista que, además, colaboró activamente con la Gestapo alemana. Llegados a este punto, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Quién fue realmente Melitón Manzanas?

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Fuente: Twitter
Las sombras que rodean a Melitón Manzanas, la primera víctima mortal premeditada de ETA

Melitón Manzanas pasará a la historia por ser la primera víctima mortal premeditada de la organización armada ETA, organización que en el año 68 daba los primeros pasos en la ejecución de la lucha armada.

Lejos de las dinámicas que se crearon a partir de la muerte de Francisco Franco, en aquellos momentos ETA era el reflejo de un clamor social que, harta de la represión y la humillación, pretendía acabar con el franquismo costara lo que costara.

Y uno de los representantes más directos de la dictadura, el horror y la represión en Gipuzkoa era Melitón Manzanas, jefe de la brigada político-social, que bajo su mandato torturó a decenas de personas en nombre de la “seguridad” y la “patria”.

En los últimos tiempos se están observando ciertas tendencias que apuntan a que desde ciertos sectores sociales se está impulsado un lavado de cara de este policía que, además, colaboró activamente con la Gestapo alemana.

En enero de 2001, el Gobierno de José María Aznar concedió a Melitón la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Victimas del Terrorismo a título póstumo. La decisión provocó el rechazo o la crítica de numerosos sectores y asociaciones civiles, tales como Amnistía Internacional, el Foro de Madrid por la Paz, Gesto por la Paz, Comisiones Obreras, UGT o Izquierda Unida.

El último intento lo ha protagonizado el diario El Mundo, publicando un artículo que bucea en la historia del primer hombre al que ETA asesinó de forma premeditada, y al que denomina en el titular como "actor":

Los primeros años

Melitón Manzanas González (San Sebastián, 9 de junio de 1909 – Irún, 2 de agosto de 1968) era perito mercantil y trabajaba de gerente en una agencia de aduanas en la frontera con Francia. Militante de las Juventudes de Acción Popular, fue encarcelado por los republicanos en el fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe en Hondarribia al poco de estallar la Guerra Civil.

Después de una veintena de días de encierro, Manzanas fue liberado por el bando sublevado. “El 10 de septiembre de 1936 me alisté voluntario en la milicia de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, habiendo prestado servicios especiales en primera línea, en la frontera y varias veces en Francia”, afirma en una declaración jurada que consta en su expediente oficial.

Un año después, a fínales de 1937, Melitón ingresó en el regimiento de artillería pesada número 3 de San Sebastián, y más tarde, fue voluntario “en primera línea” en los frentes de Santander, Lleida, Toledo y Madrid. En el regimiento de artillería de la “División Flechas Verdes”, al mando del coronel italiano Mario Sciomachen, participó en la batalla del Ebro.

El 1938, Manzanas se incorporó a la remodelada policía franquista, que, mediante la vigilancia y la represión, llegaría a atemorizar a un país en su totalidad.  El nuevo agente, empezó su carrera en el Servicio de Información de la Delegación de la Frontera Norte, a las órdenes del coronel Julio Ortega Tercero, quien “entabló relaciones entre el Gobierno de Franco y la Gestapo” y “tuvo parte en el traslado y entrega de Lluis Companys”.

El espionaje estadounidense sospechaba de las turbias actividades del jefe de Manzanas y, según informes citados por el historiador Fernando Hernández Sánchez en La frontera salvaje. Un frente sombrío del combate contra Franco (Pasado y Presente, 2018), los alemanes tenían en la oficina del coronel Ortega "línea telefónica directa con Francia". El coronel Ortega escribió que Manzanas, con número de placa 4870 y pistola marca Star calibre nueve milímetros corto, tendrá una "actuación destacada en todos los servicios realizados" en la frontera de Irún – ElDiario.es

Según algunas fuentes, en esos años de la Segunda Guerra Mundial, en colaboración con la Gestapo, efectuó sus primeros interrogatorios y torturas.

En aquel paso fronterizo, Melitón obtuvo sus primeras felicitaciones públicas y premios en metálico. Se familiarizó con los “asuntos sociales”, es decir, con las actividades de la diezmada oposición al régimen.

Su exitosa carrera en la frontera le permitió obtener numerosos premios en metálico y felicitaciones por perseguir el contrabando y desmantelar organizaciones dedicadas al "paso clandestino de personas a Francia" y "atentatorias a la seguridad del Estado", entre otros asuntos. Era un "funcionario de entusiasmos y aciertos, modelo", según la descripción de su jefe, el comisario Graciliano Carretero – ElDiario.es

En 1941 se casó con María Artigas Aristizabal y, fruto de este matrimonio, nació su hija cuatro años después. A pesar de su lealtad al régimen franquista, en enero de 1946, según algunas fuentes, Manzanas y otros agentes de la policía se vieron envueltos en acusaciones de malos tratos y de sustracción de 10.000 pesetas al contrabandista José Ayarbe Aldosoro, detenido en San Juan de Luz, acusado de robos y contrabando.

Ayarbe, detenido mientras trataba de huir de Manzanas y otros agentes, caería de un tejado rompiéndose el tobillo derecho. Según su versión, una vez en el hospital al que los policías le trasladaron, entregó el dinero que tenía a Manzanas. El dinero nunca aparecería. La versión oficial sería que lo había perdido durante la fuga. La Dirección General de Seguridad obviaría las acusaciones del contrabandista y premiaría públicamente a Melitón el 23 de mayo de 1.946 por los trabajos realizados en la frontera francesa - Nortes

En 1957, tras una equívoca actuación en la detención de un empleado de una librería que pasaba por la frontera con “propaganda ilegal de tipo nacionalista vasco”, Manzanas fue trasladado forzosamente a Torrelavega (Cantabria) y no pudo volver a Irún hasta el año siguiente. Fue aquí donde ingresó en la Brigada Político Social.

Un informe del comisario jefe de San Sebastián, incluido en el expediente de Melitón Manzanas, señala que el policía "vive con cierta holgura económica" y su esposa "disfruta de cartera en una Compañía de Seguros", en la que trabajó hasta 1957. El propio Manzanas combinaba su trabajo en la policía franquista con el de inspector de seguros hasta que la "superioridad" le dejó claro que se trataba de una actividad incompatible con el "cometido corporativo". Una revista del exilio antifranquista aludió en el obituario del policía a sus conocidas "actividades complementarias: contrabando, negocios sucios y otras cosas parecidas" - ElDiario.es

Represor y torturador a tiempo completo

Dedicado exclusivamente a la represión política, ya en la década de los 50, Melitón y sus hombres se convirtieron en una pesadilla recurrente para los comunistas, socialistas, sindicalistas y nacionalistas vascos. Es decir, para todo el mundo que cuestionase el régimen dictatorial impuesto por Francisco Franco.

Como jefe de la Brigada Política-Social en Euskadi, Melitón Manzanas se vanagloriaba de "sacarle a esos hijos de puta hasta cuanto no sepan del gran José Antonio Primo de Rivera", teniendo varios muertos en la sordidez de sus hojas de servicios, aunque algunos fallecieran en hospitales o sus propias casas, trasladados así "para que no figuren estadísticamente como "muertos" en comisaría". Libros y periódicos, sobre todo extranjeros y clandestinos, divulgaron las hazañas terribles de Melitón Manzanas – Ahaztuak 1936-1977

Su lista de recompensas y premios dan buena cuenta de esta trayectoria política en la policía política del régimen, “capaz únicamente de trabajar a base de confidentes y palizas”, según el escritor y exministro Jorge Semprún. Su trabajo al frente de la Brigada Político Social de San Sebastián fue recompensado con una cruz de la Orden Civil al mérito policial.

RECOMPENSAS MELITÓN MANZANAS (Publicadas por ElDiario.es)

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Los últimos premios y felicitaciones que constan en su expediente aluden a operaciones contra el “separatismo vasco” y las “juventudes del PNV” que “actuaban en forma de comandos”.

El viernes 2 de agosto de 1968, cuando su mujer y su hija le abrían la puerta para recibirlo, un miembro de ETA le disparó en la cabeza, causándole la muerte.

El asesinato de Melitón Manzanas, el segundo cometido por ETA, fue celebrado incluso por los sectores de la oposición que rechazaban la violencia armada como estrategia para derrotar a la dictadura. "Con su muerte termina la miserable carrera de un esbirro", clamaba Información Española desde el exilio – ElDiario.es

Todos los militantes antifranquistas conocían a Melitón Manzanas y sus métodos de tortura. Numerosos testimonios de antifranquistas vascos, socialistas, comunistas, anarquistas y nacionalistas dan fe de ello:

A Timoteo Plaza, un militante comunista de Elizondo, le dieron una paliza tremenda. A otro de Elgoibar, Amanci Conde, que participó en la huelga del 47, casi le matan de las palizas que le dieron. Y recuerdo muy bien a Juan Aguirre, de Erandio, que cuando salió de la checa de Melitón Manzanas pesaba treinta kilos menos que cuando entró, y… Mi compañero Juancho Aguirre se estremecía contándome cómo Manzanas torturó al jefe de los anarquistas vascos, Auspicio Ruiz. Fue muy duro lo que nos hicieron en aquella comisaría de San Sebastián. Nos golpearon brutalmente y luego Manzanas me colocó un bolígrafo entre los dedos de una mano y comenzó a apretarme las uñas haciendo girar el bolígrafo… Sentí un dolor insoportable.” – testimonio publicado por Nortes

Joxe Mari Quesada era vecino del barrio donistiarra del Antiguo. Fue detenido numerosas veces a partir de 1961 y encarcelado dos años bajo la acusación de apoyar económicamente a familiares de presos. En 1965 se le juzgó por pertenecer a ETA. Entre tanto, se ha constatado que fue citado personalmente por Melitón Manzanas, el jefe policial de Gipuzkoa, en el Gobierno Civil, «donde padeció largos interrogatorios y repetidas sesiones de tortura. Falleció el 17 de enero de 1968 a los 35 años, tras desarrollar un abceso en la cabeza fruto de los numerosos golpes que recibió, tanto en sus detenciones como en las manifestaciones de la época. La última de ellas, el Primero de Mayo de 1967 en Donostia, cuando llegó a casa en muy mal estado, aquejado de una intensa cefalea», relata Euskal Memoria. Melitón Manzanas es reconocido oficialmente como víctima al haberle matado ETA; Joxe Mari Quesada, no - Gara

[Para más información y para consultar más testimonios visitad los siguientes enlaces 1 y 2]

El Gobierno respondió al asesinato de Manzanas con una declaración del estado de excepción en Gipuzkoa durante tres meses, que se amplió luego a otros tres. Ello suponía la suspensión de los artículos 14, 15 y 18 del Fuero de los Españoles, que regulaban “la libertad de residencia, la inviolabilidad de domicilio y el período de detención policial”.