El impacto de los desastres en la agricultura y en la nutrición

A día de hoy, la agricultura supone el medio de vida de 2.500 millones personas en el mundo. La mayoría de esas personas viven en los países de bajos ingresos, donde el sector agrícola sigue siendo uno de los principales motores de su desarrollo. Sin embargo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre 2008 y 2018, los desastres provocaron la pérdida de miles de millones de dólares debido a la disminución de la producción agrícola y ganadera que generaron. Las pérdidas alcanzaron los 30.000 millones de dólares en el África subsahariana y del norte y 29.000 millones de dólares en América Latina y el Caribe, mientras que Asia experimentó una pérdida de 49.000 millones de dólares. Además, a día de hoy, los impactos de los desastres se están viendo agravados por la pandemia generada por el SARS-CoV-2, que afecta directamente a la agricultura, a los miles de millones de agricultores y a la seguridad alimentaria.

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Visita al centro de salud de Niakamoro en Bamako donde UNICEF realiza programas de salud y nutrición con el apoyo de Cooperación Española. Foto: © Miguel Lizana /AECID/Flickr
El impacto de los desastres en la agricultura y en la nutrición

Tal y como si fuera una plaga bíblica, en los primeros meses de 2020, enormes enjambres de langostas del desierto empezaron a devastar países en el Gran Cuerno de África, la Península Arábiga y el suroeste de Asia. Este hecho representa un golpe más para los agricultores ya diezmados por las inundaciones, los ciclones, las granizadas, las enfermedades registradas en los animales, las sequías y otros eventos adversos. Mientras tanto, la pandemia generada por el SARS-CoV-2 está devastando miles de vidas en el mundo, causando un profundo impacto en los medios de vida de millones de personas y en las economías de todo el mundo. Uno de los sectores más afectados por estos desastres es la agricultura. Los desastres arrebatan vidas, pero también devastan los medios de vida rurales, destruyen los alimentos y aumentan el hambre.

Los desastres y su impacto económico

Los desastres afectan de manera  directa a la agricultura reduciendo la producción. Este hecho causa pérdidas económicas directas a los agricultores y los efectos pueden extenderse en cascada a lo largo de toda la cadena, afectando al sector en su conjunto y a las economías nacionales. Según la FAO [1], "entre 2008 y 2018, se perdieron miles de millones de dólares como resultado de la disminución de la producción agrícola y ganadera a raíz de los desastres". En total, según los datos proporcionados por esta organización [1], se perdieron 49 mil millones de dólares en Asia, 30 mil millones de dólares en el África subsahariana y del norte, 29 mil millones de dólares en América Latina y el Caribe y un total de 8.7 mil millones de dólares en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo del Caribe.

Los cinco principales desastres de mayor impacto que afectaron a los países menos desarrollados (PMD) y a los países de ingresos bajos a medianos (PIBM) entre 2008 y 2018 fueron las siguientes según la FAO [1]:

  • Sequías: La sequía afecta sobre todo a la agricultura, que sustenta el 82% de todos los efectos de la sequía, en comparación con el 18% de todos los demás sectores. Más del 34% de la pérdida de producción agrícola y ganadera en los PMD y los PIBM se atribuye a la sequía, que le costó al sector 37.000 millones de dólares en total.
  • Inundaciones: Las inundaciones son el segundo desastre más perjudicial para la agricultura. Son responsables de un total de 21.000 millones de dólares de pérdidas de producción agrícola y ganadera acumuladas entre 2008 y 2018 en los PMD y los PIBM, lo que equivale al 19% de la pérdida total.
  • Tormentas: Las tormentas extremas son casi tan devastadoras como las inundaciones para la agricultura. Entre 2008 y 2018, las tormentas de carácter extremo, como los huracanes tropicales, han generado más de 19.000 millones de dólares en pérdidas de producción agrícola y ganadera, lo que representa más del 18% de la pérdida total.
  • Plagas, enfermedades e infestaciones de cultivos y ganado: Las plagas, enfermedades e infestaciones de cultivos y ganado generan un importante estrés al sector agrícola. Tales desastres causaron el 9% de todas las pérdidas de producción agrícola y ganadera en el periodo de 2008 a 2018.
  • Incendios forestales: Los incendios forestales parecen tener menos impacto en los sistemas de producción agrícola si los comparamos con los anteriores desastres. Sin embargo, son responsables de poco más de mil millones de dólares o el 1% de las pérdidas.

Los desastres afectan a la nutrición

Entre 2008 y 2018, la pérdida de producción agrícola y ganadera en los países menos desarrollados (PMD) y en los países de ingresos bajos a medianos (PIBM) se tradujo en 6.9 billones de kilocalorías perdidas por año, según la FAO [1]. En otras palabras, esa es la ingesta calórica anual de 7 millones de adultos, basada en una cantidad diaria recomendada de 2500 calorías por día.

  • Hierro: La pérdida de producción agrícola y ganadera en los PMD y los PIBM entre 2008 y 2018 se traduce en una pérdida de 994 billones de mg de hierro, un promedio de 256.000 millones de mg por año. Esa cantidad es la ingesta anual recomendada de hierro de 78 millones de hombres adultos o 47 millones de mujeres adultas, basado en una dosis diaria recomendada de 9 mg de hierro por día para hombres adultos y 15 mg para mujeres adultas.
  • Zinc: La pérdida de producción agrícola y ganadera en los PMD y los PIBM entre 2008 y 2018 se convierte en 21 billones de mg de zinc perdidos (con un promedio de 177.000 millones de mg por año). Esa es la ingesta anual recomendada de zinc de 50 millones de mujeres adultas o 26 millones de hombres adultos, ya que la dosis diaria recomendada de zinc es de 11 mg por día para hombres adultos y de 8 mg para mujeres adultas.
  • Calcio: En los PMD y los PIBM de 2008 a 2018, la pérdida de producción agrícola y ganadera causada por los desastres hizo que se perdieran 494 billones de mg de calcio. Basado en una dosis diaria recomendada de 1000 mg por día para personas adultas, esa es la ingesta anual de calcio recomendada de 9 millones de personas.
  • Vitamina A: De 2008 a 2018, la pérdida de producción agrícola en los PMD y los PIBM se convirtió en un total de 994 billones de microgramos (mcg) de vitamina A perdida. Esta cifra representa la pérdida de un promedio de 7 billones de mcg cada año. Esto corresponde a 21 millones de hombres adultos o 27 millones de mujeres adultas sin su ingesta anual recomendada de vitamina A. Concretamente, la dosis diaria recomendada de vitamina A es de 900 microgramos por día para hombres adultos y de 700 microgramos para mujeres adultas.

La Covid-19 ha generado desafíos únicos y sin precedentes 

Los peligros biológicos, tales como las plagas y los brotes de enfermedades, suponen un grave riesgo para la vida y la salud de las personas, los animales y los vegetales. A menudo, coinciden con otros desastres, amenazas y crisis prolongadas, provocando impactos en cascada, intensificando los riesgos y afianzando las vulnerabilidades. Tantos los brotes de enfermedades animales y humanas como las pandemias son de naturaleza cíclica, y según la FAO [2], es probable que "se intensifiquen a medida que el clima se caliente, el tamaño de la población crezca y la agricultura se expanda".

Debido a su rápida aparición y propagación, la  Covid-19 ha generado importantes desafíos únicos y sin precedentes. Desde su aparición, la Covid-19 ha tenido un profundo impacto en el precio de los alimentos. Las restricciones impuestas al movimiento y al comercio han interrumpido el movimiento de los agricultores, han afectado a los precios internacionales de los alimentos y han reducido la producción general y la viabilidad de la cadena alimentaria en todo el sector agrícola.

Según la FAO [2], el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias predice que "los países de ingresos bajos y de ingresos bajos y medios podrían experimentar una reducción del 25% en sus exportaciones de productos básicos relacionados con la agricultura y los alimentos debido al Covid-19".

La inseguridad alimentaria masiva no solo se está produciendo ya en muchos países en desarrollo, sino que también está aumentando en las comunidades vulnerables de los desarrollados. En muchas cadenas alimentarias afectadas, la escasez e incluso la caída de la producción persistirán a medida que se desarrolle esta pandemia y se produzcan otras en el futuro - FAO [2]

Tal y como lo subraya la FAO [2], los desastres biológicos, como la pandemia de Covid-19, demuestran "la naturaleza sistémica del riesgo y la exposición de nuestras economías y sociedades a emergencias con múltiples riesgos con efectos en cascada".

En una sociedad cada vez más poblada, interconectada y globalizada, la propia naturaleza y escala del riesgo han evolucionado hasta tal punto que sobrepasan las capacidades y enfoques actuales de muchas instituciones de gestión de riesgos - FAO [2]

Al respecto, para la FAO [2], garantizar que los sistemas alimentarios sean más sostenibles, resilientes y estén mejor preparados para enfrentar las crisis futuras es una prioridad cada vez más urgente. Por otro lado, desde esta organización se recomienda que las lecciones dadas por la pandemia se utilicen para ofrecer una respuesta más adecuada a otros desafíos que enfrentan la agricultura y la alimentación mundial. Entre esos desafíos se encuentran "la emergencia climática en curso, así como la necesidad de construir sistemas alimentarios resistentes a múltiples peligros y riesgos sistémicos; garantizar la seguridad alimentaria en un clima cambiante, al mismo tiempo que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero; preservar la biodiversidad; y controlar y prevenir un rango de enfermedades animales y vegetales". 

Fuente: FAO [1] y FAO [2] //  FAO