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Elecciones en Georgia, un paso más hacia las dos sillas

Elecciones en Georgia, un paso más hacia las dos sillas
Hoy se celebran elecciones presidenciales en Georgia, república del Cáucaso sur. Eulixe no es un portal que tenga gran popularidad en Georgia y por ello no tenemos tampoco ninguna influencia y nos podemos permitir en publicar en el mismo día de las elecciones. En estos comicios ganará la candidata independiente Salomé Zurabishvili. La duda es si lo hará en la primera vuelta, opción por la que apuesta el autor, o lo hará en segunda. En total se presentan más de 20 candidatos. Sus principales rivales son Grigol Vashadze y Davit Bakradze, ambos salidos del Movimiento Nacional de Saakashvili. El primero presenta al mismo partido, el segundo se presenta por una escisión del MN, Georgia Europea. Salomé Zurabishvili en el acto central que cerraba su campaña electoral en Tbilisi el 25 de octubre de 2018. De esta manera el mayor grupo de la oposición se encuentra dividido entre dos candidatos, lo que le de aun más posibilidades a Zurabishvili. La cual, se presenta como independiente, pero de facto es la candidata que apoya el partido en el poder Sueño Georgiano. El líder del partido es el oligarca Bidzina Ivanishvili, la persona que rige el destino del país desde 2012, primero como primer ministro, luego como gobernante en la sombra, y desde este año otra vez como figura pública, ya que encabeza Sueño Georgiano. Kaladze (alcalde Tbilisi, Kobajidze (jefe parlamento), Ivanishvili y Bajtadze (primer ministro) en acto electoral de Zurabishvili. Después de esta breve presentación hay que señalar 3 puntos claves para entender mejor la situación de estas elecciones y sus consecuencias: -En tiempos de Mijeil Saakashvili la presidencia, la cual él ocupaba, tenía un gran poder. Desde 2012, cuando su poder perdió la mayoría en el parlamento, el cargo se ha visto recortado y recortado en su poder. Georgia pasó de ser una república presidencialista a una parlamentaria. El cargo es simbólico a día de hoy. El actual presidente Margvelashvili, el cual se va del cargo por la total falta de apoyos, ya ha visto que a pesar de grandes e importantes declaraciones, su margen de maniobra es cercano a 0 (cero). -El partido, léase Ivanishvili, ha decidido por volver a traer a una persona de fuera del partido. Ya lo hizo con Margvelashvili, al cual trajo del área universitaria. Ahora apuesta por Zurabishvili, sobre ella más adelante, como una figura que no sea de su circulo personal, o de sus empresas. Con este movimiento Ivanishvili intenta contentar a sus socios occidentales, apoyando a una candidata “occidental”. De esta manera intenta seguir sentado en dos sillas, la del dinero que proporciona Rusia mediante el turismo, comercio y dinero enviado por trabajadores desde Rusia, y la de seguir en un camino de integración euro-atlántica. -La propia figura de Salomé Zurabishvili (Paris, 1952). Ella nació e hizo buena parte de su carrera en Francia, ocupó importantes cargos en el MAE francés, siendo incluso embajadora francesa en Georgia. Después pasó a la política georgiana en tiempos de Saakashvili. Fue ministra de exteriores, 2004-2005, y en parte gracias a ella se eliminaron las bases rusas de territorio georgiano, algo que se considera paso previo a la guerra de 2008. Después se mostró muy crítica con la política georgiana y la dejó en 2010. Volvió por petición personal de Ivanishvili en 2016, pero siempre como independiente, la única diputada del parlamento con esa condición. Ha defendido la instauración de una monarquía parlamentaria. Ha acusado siempre a Georgia de empezar la guerra de 2008, algo muy poco popular hoy en día. Hasta este año ha tenido doble nacionalidad franceso-georgiana, renunciando a la francesa recientemente. Incluso su georgiano es bastante regulero, cometiendo errores y teniendo un claro acento francés. Zurabishvili con sus hijos, Teimuraz y Ketevan Gorjestani (periodista francesa especializada en deportes). Con todo esto tenemos una situación en la cual, las autoridades georgianas siguen haciendo unos grandes malabarismos con tal de mantener y el dinero ruso, y el apoyo occidental. Giorgi Margvelashvili, el actual presidente, accedió al cargo exclusivamente gracias al apoyo de Ivanishvili. Tardó 2 meses en defraudar al mandamás del país. Desde entonces ha ido de polémica en polémica con el gobierno del país. Salomé Zurabishvili en ese sentido parece una apuesta aun más arriesgada. Tiene grandes contactos en Occidente, lo cual la hace más peligrosa potencialmente para Ivanishilivi y su gobierno. Zurabishvili accederá al poder exclusivamente gracias al apoyo y dinero de Ivanishvili y Sueño Georgiano, pero parece muy poco probable que vaya a hacer lo que ellos deseen. Entonces la deducción que queda, es que es una manera de Ivanishvili de contentar a los socios occidentales mientras sigue haciendo lo que desea en el país. Victoria probable en primera vuelta con un 50 y poco %, la participación electoral será bastante baja. El autor con Salome Zurabishvili, Tbilisi, octubre 2018. Foto Zhanna Nemtsova.