La noche del 27 de febrero de 2015 el político ruso Boris Nemtsov fue asesinado. El crimen ocurrió en el puente Bolshoy Moskvoretskiy, en el pleno centro de Moscú, a escasos metros del Kremlin. Nemtsov estaba paseando de la mano de una joven cuando paró un coche y un desconocido disparó al menos siete veces a la espalda del político de 56 años.

Una mente brillante, crítica, rebelde, franca no dejó indiferente ni al gobierno de Rusia ni al pueblo durante casi 30 años de la carrera de Boris Nemtsov y le llevó tanto a las cimas del éxito como a las caídas. Eso sí, se levantaba una y otra vez, menos la última.

Nemtsov nació en 1959 en la ciudad rusa de Sochi, la que en 2014 se convirtió en la sede de los XXII Juegos Olímpicos de Invierno. No hay datos ciertos sobre el padre de Boris; según algunas fuentes, fue un funcionario de alto rango; la madre de Nemtsov, Dina Eidman, fue pediatra y, posteriormente, activista en un movimiento ecologista. Los padres del futuro político se separaron cuando Boris tenía 8 años, y Dina con dos hijos se fue a vivir a la ciudad de Gorky (la actual Nizhni Nóvgorod).

En el colegio, Boris ya mostraba unos resultados excelentes y un carácter atrevido. En la graduación la administración de la escuela quería revocarle la medalla con la que premian a los alumnos sobresalientes por su “inestabilidad política”, lo que en aquellos tiempo era una característica más que desfavorable para un joven ambicioso.

Tras acabar la carrera universitaria en Radiofísica,  Nemtsov comenzó a trabajar en el Instituto de Radiofísica de Investigación Científica de Gorky del Ministerio de Formación Superior de la RSFSR, donde fue primero asistente de investigación, luego ascendió al asistente de investigación superior. Defendió una tesis doctoral sobre el plasma, acústica e hidrodinámica, fue autor de varios proyectos de investigación. "Es un físico con verdadero talento, tiene grandes trabajos", le caracterizó a Boris Nemtsov el académico Vitali Guínzburg,el Premio Nobel de Física de 2003.

Nemtsov comenzó su actividad política en el movimiento ecologista en 1988 que luchaba contra la construcción de la central nuclear de Gorky (el movimiento fue encabezado por la madre de Nemtsov).

En 1990 se convirtió en diputado popular en la ciudad de Gorky. En el mismo período, Nemtsov conoció al futuro presidente de Rusia, Boris Yeltsin. Él mismo escribió: “Los diputados se reunieron en Moscú para la primera reunión del Soviet Supremo de la RSFSR, y Yeltsin  invitó a la reunión a los que habían ganado bajo lemas democráticos”.

Yeltsin confió en el joven por su forma de ser y el saber hablar, mientras que Nemtsov admiraba a Yeltsin por su comportamiento "audaz". Según recordaba Nemtsov en sus memorias, no importaba lo que hiciera el futuro presidente de Rusia, todo eso "correspondía a las demandas de la sociedad": se caía del puente al río, iba en tranvía, acudía a los ambulatorios del barrio como otro cualquiera; desde el punto de vista de Nemtsov, era precisamente lo que en ese momento la sociedad esperaba de su líder.

Durante las elecciones de 1991 Boris Nemtsov se convirtió en el confidente de Yeltsin. En el mismo año, Nemtsov encabezó la región de Gorky (cuyo nombre fue cambiado a Nizhny Novgorod en 1994) convirtiéndose en el alto dirigente más joven de Rusia.

Como todo el país,  la región sufría una crisis alimentaria. No había medios económicos para pagar sueldos. Las empresas públicas salían en subastas. Gracias a los subsidios en los hogares de Nizhny Novgorod aparecieron alimentos básicos, pan y leche. En 1993, Nemtsov fue elegido para el Consejo de la Federación, la Cámara Alta del parlamento ruso. Como un político típico de aquellos años, una figura compleja y controvertida, se encontró en medio de escándalos financieros de alto perfil.

La carrera administrativa de Nemtsov alcanzó su punto máximo en 1997, cuando Boris  fue nombrado vice primer ministro del Gobierno ruso, así como miembro del Consejo de Seguridad. Al mismo tiempo, fue Ministro de Energía durante varios meses. Según las encuestas sociológicas de ese período, alrededor de un tercio de los rusos veían a Nemtsov como el sucesor de Yeltsin y lo consideraban un candidato a la presidencia del país.

Tras la quiebra económica que sacudió Rusia en 1998, Nemtsov, que dirigía el bloque económico-financiero del Gobierno de Serguei Kiriyenko, presentó su dimisión.

En los años sucesivos Boris  trabajó en empresas energéticas y la  banca, creando al mismo tiempo el movimiento político "Rusia Joven" y representando a la Unión de Fuerzas de Derecha en la Duma del Estado. Todos los partidos se disolvieron posteriormente y Nemtsov cogió el rumbo hacia la clandestinidad política.

En 2010, Nemtsov fue uno de los fundadores de la coalición de la oposición. Un participante activo en manifestaciones de protesta, Boris fue detenido repetidamente y llevado a juicio por acciones no autorizadas.

En las elecciones regionales de 2013, fue elegido diputado de la Duma Regional de la ciudad de Yaroslavl. Junto con la actividad legislativa Nemtsov siguió en la oposición al régimen político actual: abogaba por el boicot de los Juegos Olímpicos en Sochi, criticaba activamente a las autoridades y escribía libros en los que arrojaba luz a la conducta de muchas figuras políticas. la corrupción y el nepotismo.

En 2004 apoyó al presidente pro-occidental Viktor Yuschenko elegido en Ucrania. Incluso estuvo varios meses en Kiev como su consejero, sin embargo luego abandonó su puesto desilusionado con la clase política ucraniana y su dualidad, en la diferencia entre dichos y hechos.

En 2014, se declaró partidario del movimiento Euromaidán en Ucrania criticando la política de Rusia hacia Kiev. Aunque también expresó dudas sobre la realidad de los movimientos pro-occidentales y sobre todo, nuevamente, la clase política ucraniana. El 1 de marzo de 2015 iba a participar en la marcha de protesta autorizada de la oposición Primavera.

Para Boris Nemtsov, ese 1 de marzo no llegó nunca. Cuatro balas que alcanzaron al político  le mataron casi de inmediato.

El presidente ruso, Vladimir Putin, encomendó al Comité de Investigación, el Ministerio del Interior y al Servicio Federal de Seguridad a crear un solo equipo de investigación para investigar el asesinato de Nemtsov.

En marzo de 2015 los agentes arrestaron a cinco presuntos autores del crimen, de etnia chechena e ingush; el sexto acusado, Beslán Shavánov, se suicidó durante el intento de su arresto. Zaur Dadáev, un teniente del ejército ruso y vice comandante del batallón Sever en Chechenia,  se declaró culpable y dijo que había ideado el asesinato de Nemtsov por sus fuertes críticas del islam, refiriéndose a una entrada del blog de Nemtsov con el título Inquisición islámica, relacionada con el atentado en la redacción de Charlie Hebdo.

Posteriormente los jueces de instrucción constataron que aproximadamente a fines de septiembre de 2014 los acusados aceptaron, por un honorario de al menos 15 millones de rublos (más de 200 mil euros), la propuesta de un tal Ruslán Mujudínov y otras personas no identificadas para asesinar a Boris Nemtsov, lo que descarta la versión de la venganza yihadista por la anterioridad del encargo. Los miembros del grupo se habían prepararon cuidadosamente para el asesinato, estudiaron el estilo de vida de Nemtsov, su lugar de residencia y lugares frecuentado, realizaron una vigilancia secreta, eligieron el método y el lugar del ataque y todos los detalles del crimen.

El 13 de julio de 2017, el Tribunal Militar del Distrito de Moscú pronunció el veredicto según el cual el asesino de Nemtsov, Zaur Dadáev, fue condenado a 20 años de prisión, y sus cómplices, a 19, 16, 14 y 11 años acorde a la implicación en el caso. Todos los integrantes fueron multados por 100.000 rublos (unos 1350 euros).

La ubicación del ordenante del asesinato, Ruslán Mujudínov, también ex militar del batallón Sever, se desconocen. Según algunas fuentes, se recata en los montes del Cáucaso.

El asesinato de Nemtsov tuvo mucho impacto social tanto en Rusia como en el extranjero.

Al día siguiente del suceso se organizó una acción de protesta y conmemoración en la escena del asesinato. La gente llevaba flores y carteles "Je suis Boris".

El 1 de marzo, en lugar de la marcha Primavera, cuyo organizador había sido Nemtsov, la oposición celebró una procesión de luto en memoria de Boris Nemtsov, coordinada con la Alcaldía de Moscú. Según diferentes fuentes, de 20 a 50 mil personas se unieron aquel día para rendir homenaje a la vida y el legado del político.

Todos los años, el último domingo de febrero en Moscú, tiene lugar una marcha en memoria de Boris Nemtsov. En 2019, una marcha con hasta 20 mil personas, encabezada por Alexey Navalny y otros líderes de la oposición, tomó las calles centrales de la capital rusa.