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Un 22 de enero de 1891 nacía el eterno teórico marxista Antonio Gramsci

El lingüista, político y filósofo Antonio Gramsci, una de las figuras intelectuales más importantes de la historia para la izquierda mundial, nació un 22 de enero de 1891 en Ales, Cerdeña, en el seno de una familia sumida en la miseria, lo que no le permitió sacar adelante sus estudios más que de forma muy intermitente.
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Un 22 de enero, pero de 1891, nacía el eterno teórico marxista Antonio Gramsci.
Un 22 de enero de 1891 nacía el eterno teórico marxista Antonio Gramsci

Artículo original de Contrainformacion.es

Antonio acudió a la escuela primaria a los 7 años, pero la miseria de la familia le impidió continuar con la enseñanza secundaria y buscó un trabajo para ayudar a la economía de su familia. Empezó a trabajar diez horas al día en la Oficina del Catastro por 9 liras al mes, que equivalía a un kilo de pan al día.

Su padre había sido condenado en 1900 a 5 años, 8 meses y 22 días de cárcel por concusión y falsificación. Cuando salió de la cárcel consiguió un empleo de escribano en la Oficina de Catastro, lo que permitió que Antonio pudiese continuar la enseñanza secundaria. Se graduó en Oristán y en el verano de 1908 se inscribió en el liceo Dettori de Cagliari.

Al terminar su segundo año de instituto pidió a su profesor, director de la Unión Sarda, que le permitiese colaborar con breves artículos en el periódico y el profesor lo aceptó. En 1910 recibió su credencial de periodista. Al año siguiente se graduó en el liceo. En 1911 obtuvo una beca para el Colegio Carlo Alberto de Turín y se inscribió en la Facultad de Letras, pero las 70 liras mensuales de la beca no le alcanzaban ni para pagar la calefacción.

En octubre 1913 regresa a casa, justo cuando Italia se encontraba en guerra contra Turquía a causa de la conquista de Libia. En noviembre del mismo año, se instala en una buhardilla, se inscribe en el Partido Socialista Italiano y se incorpora con retraso a los exámenes a causa de «un tipo de anemia cerebral». El 13 de abril de 1915 aprueba su último examen en la Universidad.

Italia entra en guerra en plena guerra mundial y Antonio se convierte en uno de los tres redactores del semanario de la sección socialista de Turín El Grito del Pueblo y de la hoja turinesa del Avanti en la sección «Bajo la mole»; publicó breves panfletos y crítica teatral.

En 1917, Turín se alzó espontáneamente contra la guerra y los que habían participado como los dirigentes socialistas fueron arrestados en masa. La dirección de la sección socialista quedó a cargo de un comité de doce personas del que formaba parte Gramsci.

Después de los arrestos efectuados en Turín, Gramsci pasó a ser el único redactor de El Grito del Pueblo, que dejó de publicarse el 19 de octubre de 1918. Terminada la guerra, Gramsci trabajó únicamente en la edición piamontesa del Avanti!.

En abril de 1919 creó el periódico semanal L’Ordine Nuovo, en el que «los artículos no eran frías arquitecturas intelectuales, sino que desobstruían nuestra discusión con los mejores obreros, creaban sentimientos, voluntad, pasiones reales de la clase obrera turinesa […] eran casi una toma de conciencia de sucesos reales».

Participó asimismo en el movimiento de los Consejos de fábrica de Turín (1919-1920) y apoyó la huelga de abril de 1920, la ocupación de las fábricas del septiembre siguiente y la frustrada huelga de abril de 1921.

El Partido Comunista Italiano

En enero de 1921, en Livorno, nacía el Partido Comunista de Italia de la mano principalmente de Amadeo Bordiga y el propio Gramsci, que abandonaron la sala del Teatro Goldoni, donde se celebraba el XVII Congreso del PSI, convocando un Congreso Constituyente junto al teatro San Marco. Este desencuentro fue causado por la negativa de la mayoría de los congresistas del PSI a unirse a la Internacional Comunista.

Solo cuatro años después de su fundación, en 1925, fue ilegalizado por el régimen fascista de Benito Mussolini y durante casi dos décadas, el partido pasó a la clandestinidad y sus militantes fueron perseguidos.

Sin embargo, el partido es reconstituido en la clandestinidad, en parte permaneciendo en Italia, en parte emigrando al extranjero, sobre todo a Francia y la Unión Soviética. De acuerdo con el Partido Comunista de la Unión Soviética, participa en la guerra de liberación junto con los aliados y las otras fuerzas que forman parte de la Resistencia italiana.

Enfermedad y familia

Gramsci enferma en el verano de 1921 y se recupera en un sanatorio para enfermedades nerviosas de Moscú. Allí conoce a Eugenia Schucht, con la que se casa en 1923 y tiene dos hijos.

Gramsci fue elegido diputado en las elecciones del 6 de abril y pudo volver a entrar en Roma, protegido de la inmunidad parlamentaria, el 12 de mayo de 1924. Gramsci creía que la caída del régimen era inminente: el fascismo «ha logrado constituir una organización de masa de la pequeña burguesía. Es la primera vez en la historia que esto se verifica. La originalidad del fascismo consiste en haber encontrado la forma adecuada de organización para una clase social que siempre ha sido incapaz de tener una buena relación y una ideología adecuada» Pero, según él, «las clases medias que habían puesto en el fascismo todas sus esperanzas fueron arrolladas […] El Partido fascista nunca logrará convertirse en un partido normal de gobierno. Mussolini sólo tiene del estadista y del dictador algunas pintorescas poses exteriores; él no es un elemento de la vida nacional, es un fenómeno del folclore campesino destinado a pasar a la historia en la categoría de las diversas máscaras provinciales italianas y no en la de los Cromwell, los Bolívar, los Garibaldi».

Se equivocó, porque la inercia de la oposición no fue capaz de dar alternativas a aquel bloque social y los fascistas retomaron valor y sobre todo la violencia de los squadristi; en uno de los incontables actos de violencia fue agredido incluso Gobetti: Cuando, el 13 de septiembre, el militante comunista Giovanni Corvi, para vengar la muerte de Giacomo Matteotti, mató en un tren al diputado fascista Armando Casalini, la represión se agudizó.

De febrero a abril de 1925 Gramsci se encuentra en Moscú. El 16 de mayo, en Italia, realiza su primer –y único- discurso en el parlamento, ante Mussolini. A pretexto de reprimir la Masonería, el gobierno había elaborado un proyecto de ley para disciplinar las actividades de las asociaciones, entes e institutos. Según Gramsci, «con esta ley ustedes esperan impedir el desarrollo de grandes organizaciones obreras y campesinas […] Ustedes pueden conquistar al estado, pueden modificar los códigos, pueden tratar de impedir que las organizaciones existan en la forma en que han existido hasta ahora, pero no podrán prevalecer sobre las condiciones objetivas con que están forzados a moverse. Ustedes no harán otra cosa que obligar al proletariado a buscar un camino diferente […] Las fuerzas revolucionarias italianas no se dejaron aplastar; vuestro turbio sueño no llegará a realizarse».

Arresto y cárcel

El 9 de noviembre de 1926, el gobierno fascista promulgó una nueva ola de leyes de emergencia, tomando como pretexto un presunto atentado contra la vida de Mussolini varios días antes. La policía arrestó a Gramsci y lo encarceló.

En su juicio, el fiscal declaró que debían «detener el funcionamiento de este cerebro», en referencia a Gramsci. La sentencia fue de cinco años de reclusión en la isla de Ustica y al año siguiente recibió una sentencia de 20 años de prisión en Turi.

Su salud se deterioró poco a poco. En 1933 fue trasladado a una clínica en Formia. Dos años más tarde fue trasladado a la clínica «Quisisana» en Roma. Tras diversas complicaciones médicas y agotamiento mental y físico, muere el 27 de abril de 1937, a la edad de 46 años.

Incinerado, al día siguiente se efectúan los funerales, de los cuales participan solo el hermano Carlo y la cuñada Tatiana. Las cenizas fueron inhumadas en el cementerio de verano y de ahí transferidas al cementerio no católico (Cimitero acattolico) de Roma.

Los Cuadernos de la Cárcel

El 8 de febrero de 1929 obtiene finalmente lo necesario para escribir e inicia la escritura de sus Quaderni del carcere. Estos Cuadernos de la Cárcel constituyen los apuntes que el autor redactó de 1929 a 1935 desde la prisión y que son solo esbozos de una futura investigación que se proponía realizar.

Los 32 Cuadernos de cárcel, de complejas 2848 páginas, no estaban destinados a la publicación. Contienen reflexiones y apuntes que su cuñada Tatiana Schucht los numeró sin tener en cuenta su cronología cuando los sustrajo, con ayuda de Piero Sraffa, de las inspecciones policíacas para entregarlos al banquero Raffaele Mattioli, secreto financiador de las redacciones de Gramsci, el cual las confió en Moscú a Palmiro Togliatti y a los otros dirigentes comunistas italianos.

Tras diversas discusiones los Cuadernos fueron revisados por Felice Platone y publicados por la casa editora Einaudi junto con sus Cartas de la cárcel remitidas a los familiares en seis volúmenes ordenados por temas homogéneos, bajo los títulos:

  • El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce (1948)
  • Los intelectuales y la organización de la cultura (1949)
  • Il Risorgimento (1949)
  • Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno (1949)
  • Literatura y vida nacional (1950)
  • Pasado y Presente (1951)

Para algunos autores, el eje central de la reflexión gramsciana se localiza en el debate sobre la actividad intelectual:

«Cada hombre, considerado fuera de su profesión, despliega cierta actividad intelectual, es decir, es un ‘filósofo’, un artista, un hombre de buen gusto, participa en una concepción del mundo, tiene una consciente línea de conducta moral, y por eso contribuye a sostener o a modificar una concepción del mundo, es decir, a suscitar nuevos modos de pensar»

En otro momento define la filosofía como una “concepción del mundo” que se manifiesta en la práctica mediante la acción política:

«Todo es político, también la filosofía o las filosofías, y la única filosofía es la historia en acto, es decir la vida misma. En este sentido se puede interpretar la tesis del proletariado alemán como heredero de la filosofía clásica alemana, y se puede afirmar que la elaboración teórica y la realización de la hegemonía realizada por Ilich se ha convertido en un gran acontecimiento metafísico»

Gramsci y la hegemonía

El concepto que ha dado más que hablar en la obra gramsciana sea el de hegemonía. Gramsci caracteriza el “momento” de la hegemonía, como aquel:

«donde se logra la conciencia de que los propios intereses corporativos, en su desarrollo actual y futuro, superan los límites de la corporación, de un grupo puramente económico y pueden y deben convertirse en los intereses de otros grupos subordinados. Esta es la fase más estrictamente política, que señala el neto pasaje de la estructura a la esfera de las superestructuras complejas, […] determinando además los fines económicos y políticos, la unidad intelectual y moral, planteando todas las cuestiones en torno a las cuales hierve la lucha, no sobre un plano corporativo sino sobre un plano “universal” y creando así la hegemonía de un grupo social fundamental sobre una serie de grupos subordinados»