Durante los últimos meses (en realidad durante las últimas décadas) hemos visto multitud de detenciones haciendo uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía. Sin ir más lejos, esta misma semana tres agentes reducían violentamente a un chico con ataque de ansiedad en Barcelona. También hemos visto en multitud de ocasiones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado reprimiendo manifestaciones con extrema dureza, y en otras ocasiones actuar con complicidad e incluso compañerismo. ¿Qué es lo que diferencia estas diferentes formas de actuación? Normalmente la ideología del manifestante o el barrio en el que se produce. Algo intolerable en un estado social y democrático de derecho, pero a lo que ya estamos tristemente acostumbrados. Otro ejemplo tan claro como indignante lo hemos vivido ayer. Mientras se producen detenciones violentas por todo el estado por saltarse el confinamiento, ayer pudimos observar cómo agentes de la Policía Nacional detenían con sumo cuidado a neonazis de la organización "Hogar Social Madrid" que se resistían violentamente. La líder del colectivo, Melisa Domínguez, ha sido acusada de un delito de resistencia a la autoridad. El momento de su detención lo podéis observar en el siguiente vídeo, subido a Twitter por William Criollo. En él se puede apreciar el cuidado (y casi podríamos decir que cariño) con el que los agentes tratan a la líder neonazi, que claramente se resiste por la fuerza. Así que ya sabéis, si no queréis que un Policía os golpee, decidle que sois nazis (aunque seguramente son preferibles los golpes).
La policía arrestando fascistas como quien dice "Por favor, no se enfade usted y entienda que si la detengo es porque me han obligado. Sígame la corriente y acompáñeme."
— David Ortiz👩⚕️👨⚕️👩🔬👨🔬 (@davo537) May 22, 2020
Lo mismito que cuando se manifiesta un rojo. https://t.co/yMAG6cubam