¿Pirata o héroe? El bicentenario de Raffles echa leña al debate en Singapur

¿Pirata o héroe? El bicentenario de Raffles echa leña al debate en Singapur

Una prístina estatua blanca de un hombre vestido con ropas occidentales, con los brazos cruzados y el aire de un héroe conquistador, se encuentra a orillas del río Singapur en el lugar donde se cree que aterrizó hace exactamente 200 años tal día como hoy, 28 de enero.

La estatua es de Sir Stamford Raffles, quien firmó un acuerdo resbaladizo con los lugareños en lo que entonces se conocía como "Singapura" para reclamar la isla como un puerto para la Compañía Británica de las Indias Orientales.

La estatua de Sir Stamford Raffles,  estadista británico célebre por haber fundado Singapur

Debajo de la estatua, una placa rinde homenaje a su "genio y percepción" y la forma en que "cambió el destino de Singapur de un pueblo pesquero oscuro a un gran puerto marítimo y una metrópolis moderna", informa Al Jazeera.

Raffles, Vicegobernador de la Java Británica (1811-1815) y gobernador general de Bencoolen (1817-1822). Retratado por George Francis Joseph, 1817

En estos días, la estatua es popular entre los amantes de fotografía, pero no todos miran con orgullo el monumento al colono blanco que trajo las fuerzas de la dominación imperial a una isla que pronto sería llamada por su nombre en inglés, Singapore.

"El colonialismo trajo comercio, leyes e infraestructura, para la prosperidad de los británicos. A muchos de nuestros antecesores, también les aportó pobreza, dolor y humillación", escribió recientemente el columnista Tee Zhuo en el Straits Times.

"Pocas naciones recordarán con cariño, y mucho menos glorificarán a un antiguo opresor", agregó.

Sin embargo, el 28 de enero la pequeña nación del sudeste asiático comienza un año de conmemoraciones para celebrar el bicentenario de la llegada de Raffles y lo que durante mucho tiempo se ha descrito como la fundación de la actual Singapur.

Muchos en la isla tropical con su diversa población étnica china, malaya e india se indignan por  la idea de que están celebrando la subyugación y la explotación colonial del país.

"Un lugar feliz"

Algunos tienen sentimientos contradictorios sobre los imperialistas británicos que, según dicen, arruinaron a los locales hasta que aceptaron a regañadientes irse en los años previos a la independencia de Singapur en los años sesenta.

Aunque la estudiante de Arte Goh Hui Ying oyó a los ancianos criticar a Raffles como un "pirata legal", refleja una opinión predominante de que al crear un puerto libre, sin aranceles ni impuestos, a medio camino entre la India y China, Raffles sentó las bases de lo que ahora es una de las ciudades más ricas del mundo.

Una vista de Singapur desde Marina Bay Financial Centre

"Crecí aceptando que los británicos y la Compañía de las Indias Orientales nos ayudaron a comenzar", dijo Goh, de 32 años.

Otros, mientras tanto, están orgullosos del legado de Raffles.

"El colonialismo es una parte. Pero lo que tenemos hoy es un país hermoso, una vida pacífica, un lugar feliz", dijo Sundren Moorthi, de 68 años, un oficial de policía retirado, mientras pasaba junto a la estatua con amigos.

Sin embargo, Hazirah Helmy, de 22 años, estudiante de Historia, dice que es importante cuestionar la visión tradicional de Raffles como un salvador beneficioso, y señaló que cuando Raffles aterrizó en Singapur, explotó una disputa de sucesión entre los gobernantes malayos locales para cerrar un acuerdo que  permitió a los británicos establecer un puesto de comercio.

"Tenemos que volver a evaluar el significado de su legado", dijo Helmy. " El modo de pensar de nuestra historia colonial no se ha cuestionado. La imagen se ha simplificado en exceso, reina la idea de que vino e impuso el orden".

Los organizadores del Bicentenario enfatizan que la llegada de Raffles fue un "punto de inflexión" en una historia local más larga, que se remonta a unos siete siglos.

"En estos 700 años, pasamos de ser un lugar con una ubicación geográfica estratégica, a una nación y personas con características únicas", escribieron en el Comité.

'Carente de  ética y corrupto'

El legado de Raffles fue reforzar el comercio y la transportación con lo que Gran Bretaña consideraba el Lejano Oriente. Antes de su llegada a Singapur, Raffles diseñó un violento derrocamiento en 1812 de Yogyakarta, la capital cultural javanesa, en lo que hoy los historiadores ven como una orgía de expolios y saqueos.

Ese incidente fue detallado en Raffles and the British Invasion of Java, un libro del historiador Tim Hannigan.

"El colonialismo siempre fue inherentemente, fundamentalmente, estructuralmente poco ético y corrupto, incluso en sus manifestaciones supuestamente más 'iluminadas'", dijo Hannigan a Al Jazeera. "Una inspección adecuada del registro de Raffles en el sudeste asiático deja claro que cualquier afirmación que defienda propia iluminación y benignidad, como poco, no es convincente".

Un boceto del Singapur antes del inicio de la colonización, en 1819

Los planes para el bicentenario de 2019 incluyen un gran abanico de eventos, exposiciones de museos, festivales y charlas.

A principios de este mes un truco publicitario fue el primero en poner las cosas en marcha. La estatua en el Raffles Landing Site estuvo parcialmente cubierta durante varios días con pintura gris oscura para crear la impresión de que estaba "desapareciendo" en el fondo de los rascacielos del distrito financiero.

La Oficina del Bicentenario de Singapur dijo en un comunicado: "Esta ilusión óptica en la estatua de Sir Stamford Raffles es ... una oportunidad para invitar a los singapurenses a un diálogo abierto sobre la llegada de los británicos, y las contribuciones de quienes vinieron antes y después".

Después de eso, se colocaron cuatro estatuas adicionales alrededor de la principal para representar otras figuras históricas clave de la región.

Aún así, muchos se mantuvieron escépticos.

"El aterrizaje de Raffles marcó el inicio de la colonización de Singapur", escribió un usuario de Facebook en la página oficial del Bicentenario en la red social.

La historia de Singapur moderno comenzó con la colonización británica de los terrenos a lo largo del estrecho de Malacca. A principios de 1819, la Compañía Británica de las Indias Orientales fundó el moderno Singapur a través de un acuerdo con el sultán Hussein Shah y el representante de la nobleza malaya, el Temenggong.

"La conmemoración adecuada sería guardar un minuto de silencio, al igual que en la conmemoración de la Segunda Guerra Mundial. Tener cualquier actividad que sea de carácter festivo es inapropiado y un mal servicio a los pioneros de Singapur que lucharon por la independencia de Singapur".

Otro usuario agregó: "No entiendo por qué celebramos el colonialismo ... donde la población local estaba privada de su libertad ... rindiendo tributo y homenaje al opresor ... Tal vez esa sea la intención … la de apoyar la opresión sin cuestionarla ... obedecer ciegamente".

”Un asunto espinoso”

Los académicos locales insisten en que el bicentenario se ha enmarcado con éxito como una conmemoración de la historia, no como una celebración del colonialismo.

"Los organizadores han tenido cuidado de enfatizar que los eventos no pretenden celebrar las glorias del colonialismo a través de interpretaciones de la historia de los últimos 200 años", dijo el profesor Tan Tai Yong, presidente de Yale-NUS College y miembro del comité asesor del Bicentenario escribió en los medios locales.

"También han considerado necesario admitir que Singapur tiene una historia muy anterior a la llegada de los británicos".

En declaraciones a Al Jazeera, Ngoei Wen-Qing, profesor asistente de Historia en la Universidad Tecnológica de Nanyang, dijo que los organizadores entendieron "que este es un asunto espinoso y que no tratan al bicentenario como una celebración de la herencia colonial de Singapur, sino como una oportunidad para inspirar una discusión sobre la historia de Singapur ".

"Lo ven como una oportunidad para reflexionar de nuevo sobre la entrada del colonialismo británico en Singapur dentro de una línea de tiempo mucho más larga".

Al lograr la independencia, las antiguas colonias británicas como la India y la vecina Malasia reemplazaron los nombres anglificados que habían dejado los ocupantes británicos.

No fue así en Singapur, que ha mantenido las marcas de su pasado colonial. El inglés sigue siendo su idioma oficial, y los topónimos al estilo británico, tales como Victoria Street y Queenstown, todavía están en uso. La ciudad-estado está llena de calles, escuelas, hospitales y empresas llamadas Stamford o Raffles.

Con ese precedente histórico, muchos opinan que el Bicentenario es un momento de enseñanza nacional. Así lo entonó  el primer ministro Lee Hsien Loong, cuyo Partido de Acción Popular (PAP) ha dirigido Singapur desde este que dejó de ser parte Malasia y se independizó en 1965.

"Si Raffles no hubiera aterrizado, Singapur podría no haberse convertido en un lugar único en el sudeste asiático, muy diferente de las islas en el archipiélago que nos rodean, o los estados de la península malaya. Pero debido a Raffles, Singapur se convirtió en una colonia británica, un Puerto y una ciudad moderna ", dijo Lee al anunciar planes para el bicentenario.

Kenneth Paul Tan, profesor asociado de la Escuela de Políticas Públicas Lee Kuan Yew de la Universidad Nacional de Singapur, señaló que la narrativa colonial es útil para el Singapur moderno y autónomo.

"Los manuales de Historia a menudo presentan al gobierno colonial no como brutal, opresivo y explotador, sino como incompetente e inefectivo", dijo Tan a Al Jazeera. "Esto abre el camino para que el gobierno de PAP sea alabado, en contraste, como heroico en sus esfuerzos por transformar a Singapur en su camino del tercer mundo al primero", lo que se ha convertido en un eslogan popular".

Pero dada la inquietud sobre el Bicentenario, y a diferencia de las celebraciones alegres en torno al 50 aniversario de Singapur como una nación independiente en 2015, es improbable que el PAP siempre pragmático utilice las festividades como punto de encuentro para las elecciones generales posteriores que podrían llevarse a cabo incluso este año.