Estrellas porno, ¿una vida fácil? En absoluto

Estrellas porno, ¿una vida fácil? En absoluto
Desde que el año pasado saltara a la palestra el #MeToo, las estrellas de Hollywood dieron la voz de alarma ante una serie de abusos sexuales perpetrados por directores, productores y actores con el fin de conseguir favores profesionales o en base a meras conductas machistas para con las actrices. Este problema se visibilizó entre las trabajadoras; pero no para otro tipo de cine mundialmente consumido y que genera inmensas ganancias a quienes lo producen y distribuyen: el porno. Para muchos, la pornografía y el trabajo sexual se equiparan a un mundo salaz de hombres de mala muerte con bigotes y proxenetas con cadenas de oro. Entonces, una reacción común a las noticias de que una estrella porno fue tratada de manera degradante es: "Bueno, ¿qué esperan?". Pero, como la estrella del porno australiana Madison Missina le dijo a Mia Freedman en su podcast No Filter, las estrellas del porno, como cualquier empleado, esperan respeto en el lugar de trabajo. La actriz de porno australiana Madison Missina En opinión de Madison Missina, los límites son muy claros y siempre deberían serlo. "Para mí ... si es porno, todo el sexo tiene que suceder frente a la cámara", dice ella. "No me gusta todo este concepto de pelusa. No necesito que mis compañeros de trabajo   me toquen o me calienten. Para mí, ese es mi tiempo privado. Como artistas del porno, no estamos ahí para complacernos unos a otros o para tener sexo detrás de escena o lo que sea. Estamos allí para conseguir un trabajo [hecho] ". Distintas actrices han denunciado haber sufrido abusos durante escenas: Nikki Benz, por ejemplo, sufrió una violación mientras rodaba una película, pero la falta de pruebas y la escasez de apoyo colectivo e institucional fueron las causas de que sus demandas de justicia no fueran atendidas. También lo vimos en boca de Jenny Blighe, para quien el acoso sexual le hizo renunciar a cumplir su sueño de actriz de éxito. Varias actrices denunciaron al famoso actor James Deen por haberlas acosado fuera del rodaje, aunque este deniega todas las alegaciones. Tori Lux dijo que tenía miedo de hablar contra el actor enormemente popular después del presunto asalto. "La razón de esto es que las personas, incluida la policía, tienden a creer que las trabajadoras sexuales se han puesto en peligro y, por lo tanto, no pueden ser agredidas", dijo. Pero esto solo es la punta del iceberg. La estrella porno James Deen, acusado por varias compañeras de trabajo del acoso sexual Olivia Nova. Olivia Lua. Yuri Beltrán. August Ames. Shyla Stylez. Si 'googleamos' estos cinco nombres seguramente nos encontremos con tórridos vídeos en los que chicas preciosas se desenvuelven fantásticamente frente a la cámara, sin pudor ni vergüenza. Parecen seguras, fuertes y decididas. Pero por dentro, una tormenta interior las sacude. Así, Nova y Lua casi acababan de cumplir los veinte años cuando el abuso de sustancias se las llevó por delante. Con menos de dos semanas de separación entre cada fallecimiento, la primera buscaba tratamiento en un centro de rehabilitación cuando murió; la segunda perdió la vida después de una aguda sobredosis de alcohol y cocaína, según declaraciones del médico forense que asistió su cuerpo, hallado sin vida en su propia casa. Olivia Nova, una actriz porno fallecida a los 20 años Olivia Lua había comenzado su carrera en 2016 y trabajó para producciones de Reality Kings o Vixen.com. Sin embargo, ya en octubre pasado solicitó hacer la citada pausa laboral para dedicarse a "asuntos personales". Supuestamente había tenido una recaída en sus adicciones, por las que hace unos meses ya se había sometido a un tratamiento durante unos tres meses, siempre según la citada agencia. Unos días antes de fallecer, la actriz había escrito en Twitter: "Los siento por todas las partes. Ya nada me asusta". El pasado diciembre, el suicidio de la actriz de 31 años Yuri Beltrán, más conocida como Yuri Luv, nacida en Estados Unidos pero con ascendencia mexicana, formó un gran revuelo mediático en el país.Yurizan Beltrán, conocida como Yuri Luv, protagonizó más de 200 películas para adultos. La actriz de 31 años se hizo famosa por interpretar a Courtney Kardashian en Courtney Confessions. Apareció en la portada de la revista Lowrider a los 18 años de edad, antes de ir a posar para su primera propagación desnuda en la revista Penthouse. En julio de 2017, Yuri publicó un mensaje desgarrador sobre la muerte en Twitter. Ella twitteó: "Espero llegar tarde a mi muerte, enamorada y un poco borracha". Yuri Luv Su cadáver fue encontrado en su casa, rodeado de diferentes píldoras y pastillas alrededor de la cama, lo que hizo presagiar lo inevitable: sobredosis de fármacos. Más concretamente de hidrocodona opioide, más conocido como Vicodin. Solo diez días antes, Mercedes Grabowski, alias August Ames, fue hallada muerta en su residencia de California. Con tan solo 23 años, la joven había ganado dos premios AVN, considerados como los Óscar del porno. La actriz se quitó la vida tras recibir una gran cantidad de insultos por las redes sociales de usuarios a los que no les gustó la decisión de no rodar con un actor que había realizado porno gay anteriormente. "No es homofobia. La mayoría de las chicas no graban con hombres que han hecho porno gay por seguridad. Así es como lo hago yo. No quiero poner mi cuerpo en riesgo, no conozco lo que ellos hacen en sus vidas privadas", alegó Ames en una declaración para defenderse. Según contaron sus amigos cercanos en la revista 'Hollywood Life', este acoso cibernético le provocó una depresión que derrumbó su vida por completo. Ames August También está el caso de Randi Newton, una alcóholica en proceso de recuperación que dejó su Oklahoma natal para convertirse en actriz. Pero antes de llegar hasta aquí estuvo trabajando en un club de striptease neoyorkino durante más de una década. En ese entorno, el alcohol terminó siendo su "automedicación" para mitigar los efectos de una grave depresión que diezmó su vida. "O bebía hasta morir o dejaba de beber". "Al trabajar en un club, quieren que incites al consumo de alcohol. Al final, acabas bebiendo más que tus clientes, hasta el desmayo. Nunca tuve resaca porque estaba constantemente borracha. Hasta dejé el café porque mataba mi 'pedo'". Randi Newton  
Tras más de una década de profundo alcoholismo, Newton se dio cuenta de que tenía muchas más ganas de vivir que de seguir bebiendo, y se inscribió en un centro de desintoxicación. "Tenía más de 30 años, trabajaba en un club de striptease, estaba sobria y solo deseaba encontrar a alguien genial con quien tener una relación", asegura. "Solía ser la última persona a la que llamaría mi familia si ocurriese una emergencia, ahora soy la primera. Saben que ya no estoy desmayada en alguna parte, completamente borracha".