Infografía del día: los países más preparados para coches sin conductor

Infografía del día: los países más preparados para coches sin conductor

Hace unos años, el concepto de un coche sin conductor era más que propio de una película de ciencia ficción. Hoy, sin embargo, es una realidad con vehículos autónomos que se desplazan miles de kilómetros en carreteras públicas en varios países diferentes. En China, a Daimler se le ha otorgado una licencia para probar sus coches automáticos en las vías públicas de Pekín, mientras que en Estados Unidos, aproximadamente 50 compañías están probando vehículos autónomos en California.

A medida que la tecnología se extiende, ¿qué países están mejor preparados para aprovecharla? A pesar de que Europa no está atrayendo tanta atención como EEUU, un estudio de KPMG descubrió que Holanda es en realidad el país con el nivel más alto de preparación para la conducción autónoma. El estudio clasificó a los países en 26 variables dentro de 4 pilares: política y legislación, tecnología e innovación, infraestructura y aceptación por parte del consumidor. Los Países Bajos ocuparon el primer lugar en el ranking con una puntuación de 27.73 puntos (del total de 30); KPMG comenta que el país muestra un modelo de preparación para los coches sin conductor a seguir por otros países, luciendo una excelente infraestructura, un gobierno de gran apoyo junto con la adopción entusiasta de vehículos eléctricos.

Singapur ocupa el segundo lugar con 26.08 puntos y avanzó al introducir una enmienda a su Ley de Tránsito Vial el año pasado, que permitió que los coches que conducían por sí mismos fueran probados en sus calles. EEUU también tiene una posición alta en el ranking, lo que no sorprende tanto dado su ambicioso programa de pruebas y el hecho de que cuenta con 163 empresas que desarrollan la tecnología de conducción automática, el número más alto de todos los países. EEUU obtuvo buenos resultados en la tecnología e innovación, pero tuvo un peor índice en la infraestructura, así como en el hecho de que sus consumidores tienen bajos niveles de aceptación de vehículos autónomos.

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