Murió el capitán de Abril: Otelo Saraiva de Carvalho
Nacido en 1936 en Lourenço Marques, hoy Maputo, capital de la entonces colonia portuguesa Mozambique, pasó la mayor parte de su infancia y juventud en África, donde fue uno de los responsables de la inteligencia militar en Angola. Allí empezó a tomar conciencia del problema colonial y en 1973 fue destinado a Lisboa, lo que marcaría su papel en la revolución.
Su casa en la capital se convirtió en centro de reuniones y encuentros que fraguaron el golpe y fue elegido responsable del Comité Ejecutivo del Movimiento de las Fuerzas Armadas, la organización de militares que acabó con la dictadura. Fue Saraiva de Carvalho quien diseñó y dirigió las operaciones militares que cercaron el Cuartel do Carmo, donde se encontraba el primer ministro Marcello Caetano (heredero de Salazar) y cuya rendición dictó el éxito del levantamiento. Se convirtió así en uno de los principales rostros del 25 de Abril y formó parte del Consejo de la Revolución.
Por sus méritos como jefe de la ocupación militar de Lisboa, fue designado jefe del Comando de Operaciones Continentales (COPCON), fuerza armada especial del ejército portugués destinada a reprimir los conatos contrarrevolucionarios. De hecho, él mismo había escogido personalmente «Grândola, vila morena», canción prohibida por el régimen de Oliveira Salazar y Caetano, como contraseña del inicio definitivo de la insurrección conjunta de abril.
El COPCON fue el encargado de frustrar la tentativa de golpe de Estado que intentó en marzo de 1976 el general António de Spínola, militar reformista de derecha contrario a las derivaciones izquierdistas a que parecía abocado el proceso revolucionario lusitano en aquellos momentos. Las masas entusiastas de su figura y proceder en aquellos acontecimientos ascienden a Saraiva, oficiosamente, a brigadier general, nombramiento que no será aceptado por los socialistas reformistas de Ramalho Eanes tras el fin del «Verano Caliente» de 1975.
Saraiva de Carvalho se alineó con el ala más revolucionario del Movimiento de las Fuerzas Armadas y pasó tres meses en prisión por su implicación con el levantamiento revolucionario y transformador del 25 de noviembre de 1975.
Saraiva lograría aglutinar a las dispersas fuerzas de extrema izquierda de la nación, algunas de las cuales habían ejercitado la lucha armada contra Salazar y la adhesión de Portugal a la OTAN. Sin el apoyo oficial del Partido Comunista Portugués, postuló a la presidencia de Portugal en las elecciones de junio de 1976, ganando el 16.46% de los votos, muy lejos de António Ramalho Eanes, quien obtendría el 61.59%. Saraiva repite su intento en 1980 dentro de una plataforma de izquierda alternativa, obteniendo sólo el 1.49% de sufragios.
A comienzos de la década de 1980 se convirtió en partícipe y presunto autor moral de los atracos y atentados de las Fuerzas Populares 25 de Abril (la llamada «FP-25″, brazo militar de la organización política maoísta Fuerza de Unidad Popular, que lideraba el propio Saraiva), por lo que fue condenado en 1984. Debido a su condición de héroe del 25 de abril, se formó un relativamente amplio movimiento popular en demanda de su indulto, a consecuencia de lo cual se abrevió notoriamente su condena.
En 2011, en una entrevista, el militar se mostró decepcionado con cuestiones que todavía afectaban a Portugal, como las «enormes diferencias salariales». «No habría hecho el 25 de Abril si pensase que iríamos a caer en la situación en la que estamos actualmente», aseguró.
Otelo Saraiva de Carvalho siempre será una referencia para la izquierda alternativa en Portugal, de España, del mundo.