Por Juan F. Albert - Al Descubierto

Bahía Blanca ha amanecido con un nuevo atentado con explosivos en la casa de un funcionario de Salud. El explosivo detonó a las 03:30 de la madrugada en la puerta de la casa de Maximiliano Núñez Fariña, director de la Región sanit Maximiaria 1. La explosión ocasionó un incendio en uno de los laterales de la parcela.

Además del artefacto, los terroristas dejaron octavillas con amenazas de muerte, contenido ultraderechista y negacionista de la pandemia, mezclado con todo tipo de teorías de la conspiración. El Ministerio de Salud repudió este ataque en un comunicado exigiendo la actuación policial, a la vez que comunicó la denuncia ante la fiscalía.

En este sentido se pronunció el Consejo Federal de Salud, quien marca que esto “no es una situación aislada ni al azar, sino que se enmarca en una serie de hechos de similares características que la ciudad bonaerense”.

A estos actos de repudias se le unieron diversas personalidades como  el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay o el diputado del izquierdista Frente de Todos (FdT) Daniel Gollá.

El FdT también ha sido víctima de estos ataques los últimos meses  se refirió a los atentados como “delincuentes mesiánicos”.

Esta vez, la excusa de los delincuentes es el Pase Sanitario. Amenazan de muerte a varios profesionales. Esperamos que toda la sociedad repudie este tipo de actos de intimidación y les decimos a los violentos, que sólo nos dan más fuerza para luchar por el bien del pueblo.

La policía ya investiga las cámaras de los alrededores para identificar a los terroristas y se ha puesto un dispositivo preventivo de seguridad en los domicilios personales de los amenazados.

El contenido de la octavilla

«¿Pasaporte Sanitario? ¿Restricciones a la circulación? Quieren Muertos… Los van a tener.”

Así empezaba la octavilla de la extrema derecha argentina,  parafraseando la frase de Fidel Castro “Patria o Muerte”, añadiéndole el motivo “Dios” y pronunciándose de manera violenta contra las restricciones por la pandemia.

Además compartía multitud de teorías de la conspiración, como la plandemia  y el Nuevo Orden Mundial, además de señalar a la izquierda.

«Todos los partícipes del asesinato de personas sanas en las terapias intensivas de la ciudad, durante la FALSA PANDEMIA MUNDIAL a través de «organizaciones» y «empresas» marxistas que promueven el Nuevo Orden Mundial”

También se amenazaba directamente de muerte a Olga Curipán, diputada de izquierda y referente de los mapuche, un pueblo amerindio que forma parte del grupo de los indígenas (y que suele ser un objetivo de la derecha del país).

“…distintos actos de la izquierda local, de Olga Curipán; acto de provocación que no vamos a permitir, la hemos sentenciado a muerte” – seguía la amenazante octavilla.

Además señalaba también a distintos profesionales de la salud como cómplices, entre ellos una gran cantidad de profesionales dedicados al aborto.

El documento venía firmado por el Comando de Restauración Nacional, un grupo de la extrema derecha argentina de carácter parapolicial, cupable de otros atentados de extrema derecha.

Los atentados de extrema derecha se multiplican en meses

Estos atentados de extrema derecha son casi un fenómeno común en los últimos tiempos, sumando ya cuatro en la localidad bonaerense

El primero fue un ataque el 25 de mayo de 2021 en un local partidario de La Cámpora (organización juvenil Kirchnerista); el segundo fue el 25 de noviembre, con un artefacto molotov en la casa de Olga Curipán quien también recibió amenazas de muerte. El tercero y penúltimo, fue el 30 de noviembre en un local del FdT en el que se detonó un artefacto explosivo.

Esta actuaciones violento han excedido un hecho aislado y se han convertido en un problema que requiere un actuación especial, excediendo las competencias locales.

Así se en una reunión pública a los medios, el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Julio Alak anunció nuevas medidas contra este terrorismo de extrema derecha.

Estas medidas incluyen la creación de una brigada antiexplosivos para la ciudad, que a su vez estaría reforzada por la Unidad de Investigaciones Antiterroristas y las delegaciones de la Policía Federal.

Estos refuerzos estarían acordados con el ministro de Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández y el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.

«Es un hecho gravísimo lo que ha pasado en Bahía, que forma parte de una serie de hechos ocurridos en siete meses y medio y cuyo hilo conductor es la violencia y afecta no sólo a las víctimas, con quienes vinimos a solidarizarnos, sino al sistema institucional» – señalo Alak.

Pero la realidad es que esta violencia ultra no es extraña en la región. El asesinato del joven mapuche Elías Garay en la provincia colindante del Río Negro se considera relacionado con estos grupos.

Su asesino, Martín Cruz Feilberg, se considera “muy a la derecha” siendo un seguidor de Trump y amante de la violencia, aparte de bien relacionado con una empresa maderada concesionaria de las zonas ocupadas Mapuche.

En la manifestación en protesta por la muerte del joven, hubo un ataque de grupos de extrema derecha sobre los manifestantes.

Un retorno y aumento de la actividad ultraderechista en la zona, que tal y como relatan muchos investigadores va en aumento en toda la región, espoleada por personajes como Jair Bolsonaro.

Una muestra es que hasta la fecha el Comando de Restauración Nacional se había quedado en las simples amenazas, sintiéndose ahora fuerte para empezar con los atentados.