El unicornio es una criatura mitológica protagonista de numerosas historias y leyendas, y que hasta ahora creíamos que solo vivía en la imaginación de los niños más creativos. Habitualmente se representa como un caballo blanco con patas de antílope, ojos de chivo y un cuerno en la frente. En la Edad Media significaba fuerza y estaba considerado como un animal fabuloso capaz de derrotar a animales más fuertes físicamente, incluso elefantes.

Las hipótesis que intentan explicar la aparición de la leyenda del unicornio en Europa son múltiples. Las primeras referencias proceden de exploraciones griegas, romanas y macedonias, que relataban la existencia de una especie de rinocerontes de un solo cuerno. Hoy sabemos que detrás de estos relatos hay parte de verdad. Y es que investigadores de la Universidad Estatal de Tomsk (TSU) en Rusia han descubierto fósiles de un unicornio siberiano, el Elasmotherium sibiricum, que se creía una especie extinta hace 350.000 años. El estudio publicado en la revista American Journal of Applied Science confirma que estos fósiles son mucho más recientes, "tan solo" de hace 29.000 años. Este animal era del tamaño de un elefante, y su único cuerno podía llegar a los dos metros de longitud. Muchos lo consideran el animal que inspiró el nacimiento del unicornio en la mente colectiva de la humanidad. 

Probablemente, el sur de Siberia occidental fue un refugio, donde este rinoceronte perduró durante más tiempo que el resto de la especie. También cabe la posibilidad de que pudiera migrar y habitar por un tiempo las zonas más al sur - Andrey Shpanski, paleontólogo

El fósil descubierto por Shpanski y su equipo está en buen estado de conservación y tan solo tiene algunas grietas. «Lo más probable es que fuera un macho de gran tamaño solitario. Las dimensiones de este rinoceronte son las más grandes descritas en la literatura científica, y las proporciones son típicas», asegura el investigador.

Andrey Shpanski- Tomsk State University

Según algunos historiadores, el mito del unicornio creció en occidente debido a los vikingos, que además de fornidos guerreros eran inteligentes comerciantes, y según esta teoría, habrían vendido a príncipes y Papas europeos cuernos de narval haciéndolos pasar por cuerno de unicornio. Una astuta estrategia para lucrarse convirtiendo simples cuernos de este cetáceo en objetos de incalculable valor. A partir del siglo XII, ya se había extendido la creencia de que los colmillos de narval eran cuernos de unicornio, y el mito no dejó de crecer. Con el tiempo, el cuerno de unicornio comenzó a adquirir más y más características: neutralizar venenos, purificar y hervir el agua, potenciar la sexualidad... en consecuencia, el unicornio se fue asentando como símbolo mágico y poderoso, hasta llegar a su "edad de oro" entre los siglos XIV yXV, época de auténtica "fiebre del unicornio" en Europa. 

La dama y el unicornio - tapices flamencos de finales del siglo XV, considerado como una de las grandes obras del renacimiento francés.

Hoy en día vivimos otra etapa dorada del unicornio en la cultura popular. Los niños los adoran, y su imagen inunda todo tipo de merchandising infantil. También se ha convertido en un símbolo internacional de la comunidad LGBT, y en Instagram el hashtag #unicorn llega a la locura de casi 11 millones de publicaciones. Sin duda, el unicornio está muy lejos de la extinción.