En 1971, Muhammad Ali denunciaba la discriminación hacia los ciudadanos negros en Estados Unidos en una entrevista en la BBC. El mítico campeón del mundo de boxeo no sólo fue un referente en el ring, sino también fuera. Y es que Ali jamás dudó en posicionarse públicamente en debates políticos y sociales, haciendo un especial énfasis siempre en temas raciales. Al legendario púgil no le importó arriesgar su carrera y hasta su reputación para mantenerse cerca del líder afroamericano Malcolm X. Por eso, ahora, no es de extrañar que con motivo de las protestas en EEUU por el asesinato de George Floyd, en las redes sociales se haya recuperado el fragmento de esta conversación de Ali con Michael Parkinson, periodista de la BBC.
En ella, Ali reflexiona con acidez sobre el sistema de valores de nuestra sociedad que, según el púgil, incorpora el racismo en su raíz. Cinco minutos para desarrollar con enorme sarcasmo, agudeza y sagacidad cómo el racismo estaba enquistado en la sociedad. Entre risas del público, el legendario boxeador explica hasta qué punto los negros están arrinconados. Repasa cómo las connotaciones positivas están relacionadas con el color "blanco" y todo lo negativo que se asocia al "negro". "Siempre le pregunté a mi madre; ¿Mamá, Por qué todo es blanco? ¿Porque Jesús es blanco y tiene ojos azules? ¿Por qué en la Última Cena son todos blancos? ¿Los ángeles son blancos?". La intervención de Ali continuó con un tono de humor al decir que todo lo significativo del mundo era blanco, incluso “Tarzán el rey de la selva en África, era blanco, ¿cómo es posible?”.
Acto seguido, cuenta el episodio de racismo que sufrió cuando volvió con su medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, a su ciudad natal, Louisville. Tuvo la ocurrencia de ir a comer a un restaurante que segregaba a los afroamericanos. "Tuve que abandonar el restaurante, en medio de mi ciudad natal. Donde iba a la iglesia y hacía el bien como todo buen cristiano. En la ciudad en la que nací y crecí. Había ganado una medalla de oro, ¿y no podía ir a comer al restaurante de mi ciudad? Algo estaba mal". Fue entonces cuando el boxeador decidió dejar las tradiciones cristianas del hombre blanco y se convirtió al islam tomando el nombre de Mohamed Ali.
Alí concluye la entrevista con un potente (¿y premonitorio?) mensaje: "Esto pasa en todo el mundo, pero el primer país que se revelará será Estados Unidos, después el resto".