Las informaciones falsas como herramienta para influir en la opinión pública y desestabilizar no son nada nuevo, la historia está llena de ejemplos de esta sucia artimaña. En los últimos tiempos, y gracias a las nuevas tecnologías, esta forma de engaño y manipulación ha adquirido mayor poder. Ya os hablamos en un post anterior de su funcionamiento teórico. Hoy os traemos un ejemplo práctico.
El origen de este nuevo bulo que tiene como única finalidad enfangar, crear odio y desestabilizar la opinión pública es un vídeo del que ya os hablamos hace unos días. Se trata de unas imágenes que se viralizaron por todo el mundo, y que sucedieron en Bélgica.
La protagonista involuntaria es la primer ministra belga, que fue recibida del modo que se puede apreciar en el siguiente vídeo por el personal sanitario de un hospital de Bruselas como protesta por la falta de recursos y los decretos del Gobierno respecto al COVID-19:
A pesar de que estas imágenes recorrieron medio mundo, por redes sociales se propagó como la pólvora la información falsa de que dichas imágenes sucedieron en España, y quien iba en el coche era el Ministro de Sanidad español, Salvador Illa. Tal y como informa Julián Macías Tovar (activista contra la desinformación digital) en un interesantísimo hilo de Twitter, la cuenta que más ayudó a viralizar este bulo es la de la periodista venezolana Nitu Pérez, que cuenta con casi 2 millones de seguidores.
A partir de ahí, el bulo cruzó el charco gracias a la experta en desinformar y crear odio Rosa Díez, que difundió la información falsa de que dicho vídeo había sido grabado en España, aún siendo obvio que no era así. Ni las matrículas de los coches ni los uniformes de los agentes de seguridad son evidentemente del Estado español. Además de que dicho vídeo fue difundido en gran parte de los medios de comunicación de medio mundo. A Rosa Díez y sus seguidores eso les da igual, su única función es desestabilizar, y como muchos de sus seguidores parecen presas fáciles de engaños simples, pues la técnica funciona. Miente que algo queda como forma de vida. En poco tiempo, cientos de cuentas muy españolas (por el número de banderas en sus perfiles) se dedicaron a difundir el engaño.
Indagando un poco en la red de usuarios que se dedican a difundir estos bulos, es fácil darse cuenta de que existe una red internacional de "periodistas", seguidores y bots que tienen como única labor la de crear informaciones falsas para influir en la opinión pública. La propia Nitu Pérez es una de las cabezas visibles de esta red de engaños de extrema derecha. Sus publicaciones siempre se centran en elogiar y ser altavoz de Trump, VOX, golpistas de Bolivia y diversos medios de comunicación especializados en fake news de extrema derecha.
Es muy activa también con temas del Estado español, publicando informaciones que tienen como objetivo principalmente beneficiar a VOX, lo que es una evidencia más del soporte de los Estados Unidos en la estrategia digital de la extrema derecha en España, con apoyo de generadores de opinión y miles de bots procedentes de América Latina.