Una joven bailarina rusa de 27 años, Marina Korzhenevskaya, conocida por sus peligrosas performances, se subió a un edificio de 16 plantas y comenzó a realizar acrobacias en la barra resbaladiza de Pole Dance a más de 80 metros de altura.
El vídeo, grabado el pasado mes de agosto por un dron y dos cámaras GoPro se ha hecho viral en las redes sociales por su espectacularidad y riesgo de las maniobras de la bailarina en la cúspide del edificio situado en la ciudad rusa de Vorónezh.
Anteriormente Korzhenevskaya había realizado acrobacias de alto riesgo, sin ir más lejos el pasado mes de abril actuó en un trozo de hielo a la deriva en su ciudad natal y en octubre mostró sus talentos en un puente de un parque de Moscú. Pero su esposo afirma que esta actuación ha sido la más complicada, ya que la barra estaba resbaladiza debido al alto nivel de humedad en la zona.