La empresa LG acaba de presentar y con previsión de sacar al mercado este mismo año una televisión enrollable.

El aparato tiene una pantalla de 65 pulgadas que está hecha con material OLED (leds orgánicos) que emite imagen de resolución 4K, muy brillante y de alto contraste como ya tienen otras televisiones de la firma. Pero la gran cualidad consiste en que se enrolla sobre sí misma escondiéndose en una caja rectangular de una altura inferior a un tercio de la del monitor cuando está apagada. Por lo tanto no ocupa espacio en el salón o la habitación en que se coloque.

El aparato tiene tres modos distintos: vista completa, que supone la totalidad de la pantalla; vista lineal, en la que la pantalla se esconde parcialmente y sólo muestra los controles de música, reloj, información meteorológica y otros, y la vista cero, en la que todo el televisor se halla «escondido».

Además tiene incorporado un nuevo procesador A9 Generation 2, que le da un sonido basado en la inteligencia artificial, lo que hace básicamente es expandir el sonido, por lo que en lugar de que suene como si el audio viniera de los altavoces, lo distribuye dando un sonido envolvente.

Se prevee que salga a la venta la próxima primavera por un precio que sin duda, de momento, será muy elevado, solo apto para ricachones a los que dudamos que en sus casas les falte espacio para poner televisiones, toda una ironía.