En un mundo tan desigual como el nuestro, el pasaporte que tiene en su bolsillo, si usted es afortunado por poseer uno, influye profundamente en sus privilegios y posibilidades disponibles.

Según el Índice de Pasaportes de Henley & Partners, en 2006 el pasaporte promedio permitía visitar 58 países sin necesidad de solicitar un visado, pero el número casi se ha duplicado llegando a 107 países en 2018.

Como cuenta Newsweek, esta tendencia mundial es impresionante y a la vez contradictoria: a pesar del aumento del nacionalismo y, en muchos casos, el fortalecimiento de los controles contra la inmigración, los visados se están liberalizando y la libertad de viajar está aumentando. El mundo se vuelve más cerrado y más abierto al mismo tiempo.

Un pasaporte japonés, que ahora es el más poderoso del mundo, permite viajar a 190 países sin visado o con un visado expedido  a la llegada. Un pasaporte afgano, por lo contrario, otorga a un ciudadano acceso a solo 30, muy por debajo del promedio mundial. Del mismo modo, si bien el titular promedio de un pasaporte europeo puede viajar libremente a 163 destinos, el número para África es de 61.