¿Es ético alquilar un vientre? El dilema de la gestación subrogada

¿Es ético alquilar un vientre? El dilema de la gestación subrogada

Cuando una pareja quiere tener hijos, pero la palabra infertilidad se interpone en su camino, son varias las alternativas que se suelen plantear para intentar hacer realidad el sueño de ser padres. En principio, lo más común es someterse a tratamientos de fertilidad que en muchos casos suponen un gran esfuerzo físico, emocional y social. Pero cuando estos tratamientos tampoco son efectivos, solo queda recurrir a otras posibilidades alternativas que permitan mantener viva la ilusión. Una de las opciones clásicas y de la que siempre hemos oído hablar es la adopción. En España existen leyes que regulan las adopciones desde el año 1987. En la actualidad la Ley vigente es la 54/2007, que además permite la adopción a parejas del mismo sexo desde el año 2005. Pero en los últimos años otra opción se está haciendo un hueco entre las alternativas a la infertilidad: la gestación subrogada. También se la conoce como "gestación por sustitución" o "vientre de alquiler", y es una forma de reproducción asistida en la que no solo está implicada la pareja, sino también una tercera persona que es la que se denomina “mujer gestante del embrión”. Las opciones en este supuesto son muy variadas, ya que el embrión puede ser resultado de una inseminación artificial o in vitro y pueden proceder de uno de los progenitores, de ambos o de donaciones. La Asociación por la Gestación Subrogada en España añade que esta técnica se caracteriza también por existir “un acuerdo o contrato con una mujer, con plena capacidad de obrar, que consiente libremente en llevar a cabo la gestación, con el compromiso irrevocable de entregar el nacido a los otros intervinientes que, a todos los efectos, serán los progenitores o padres”.

En resumen, esta modalidad permite a una pareja que no puede tener hijos, que otra mujer acoja en su vientre al futuro bebé. Las motivaciones de la mujer portadora suelen ser económicas, y aquí radica el principal problema de esta práctica. El bebé puede ser concebido con el adn de uno o de ambos progenitores o también puede ser resultado de donaciones anónimas de óvulos y espermatozoides. Pero lo más importante es que la "mujer gestante" se compromete bajo contrato a desvincularse totalmente de ese bebé.

​Fuente: Esteban Troncoso  

 

  • Gestación subrogada en España

La gestación subrogada era un tema del que poco se había oído hablar en la sociedad española, por ser aquí una práctica alegal. Pero el pasado año, varias familias quedaron atrapadas en Ucrania (lugar en el que sí está permitida) cuando el Consulado español en Kiev les denegó la documentación necesaria para poder registrar a los bebés nacidos mediante esta técnica como suyos, por lo que no podían salir del país con ellos. Esto se produjo tras un cambio de criterio repentino de las autoridades españolas para la inscripción de bebés nacidos por maternidad subrogada en Kiev y el tema saltó a la palestra rápidamente. En España la gestación subrogada es ilegal y está regulada por el artículo 10 de la Ley 14/2006 sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida que dice lo siguiente:

“El contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o tercero es nulo de pleno derecho”

Pero como siempre se dice, hecha la ley hecha la trampa, porque si este tipo de gestación se produce en un país en el que sí está permitida, la legislación española sí permite la inscripción de esos niños en el Registro Civil, o por lo menos lo permitía hasta no hace mucho. Las condiciones que se pedían para que esto se pudiera hacer de manera legal, eran entre otras, que al menos uno de los padres fuera español y que se garantizaran los derechos de la mujer gestante a través de una resolución judicial, además de que en el registro no figurara el nombre de esa mujer. Estas condiciones se imponían para registrar a los bebés en España, pero los padres que registraban a los bebés como suyos en los consulados de los países donde la técnica si estaba permitida no tenían que cumplirlas. Por eso, a finales del año pasado, la regulación que endurecía los registros de niños nacidos por gestación subrogada en los consulados de esos países, equiparándola así a la que se lleva a cabo en los registros de España, hizo que varias familias no pudieran reconocer como suyos a los bebés a los que habían ido a buscar fruto de un contrato de maternidad subrogada y por lo tanto no pudieron obtener la documentación necesaria para salir de Kiev con ellos. En la actualidad hay unas 45 familias atrapadas en Ucrania por este motivo que acusan a el Gobierno de haberles dejado en un limbo jurídico al cambiar la legislación repentinamente y también haber cerrado la puerta a otras que ya habían comenzado los trámites necesarios para llevar a cabo el proceso de ser padres a través de este medio. Por ahora el futuro de esta práctica es bastante incierto, por el momento el Ministerio de Justicia ha asegurado que analizará cada caso de manera individualizada, pero lo que parece claro es que los consulados no autorizarán los nuevos expedientes de inscripción de niños nacidos mediante gestación subrogada en los países donde está permitida la técnica si no se cumplen los requisitos exigidos.

Fuente: Nathalie Maat  

  • Países que ofrecen esta alternativa

Hoy en día son muy pocos los países en los que es legal gestar un bebé de manera subrogada. Según la Life Brige Agency, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Ucrania, Georgia, Grecia, Australia y la India permiten llevar a cabo dentro de sus fronteras este tipo de técnica y otros como Reino Unido, Sudáfrica y Tailandia también lo han regularizado, pero solo para los que residen en esos países. Dependiendo de los lugares, existe una regulación u otra y no en todos está permitida para todos los tipos de familias. En Canadá, por ejemplo se permite la subrogación altruista, es decir la que no cobra por llevar a cabo esta técnica, se prohíben a las agencias que publiciten sus servicios y está permitida para todo tipo de familias. En Estados Unidos la legislación es diferente en cada Estado. Algunos la permiten para todo tipo de familias, otros lo hacen pero con restricciones y en otros no hay legislación vigente, pero si están a favor de que se lleve a cabo. Por el contrario, en Nueva York, Arizona, Míchigan, Kansas, Luisiana, Nebrasja e Indiana la gestación subrogada está totalmente prohibida. En Rusia está regulada desde el año 2012, en Ucrania desde 2009, en Georgia desde 1997 y en Grecia desde 2002, aunque en 2014 se amplió la legislación que permitía la subrogación a extranjeros. En Australia se permite en algunos estados y en India solo es posible para las parejas heterosexuales siempre y cuando en su país también esté permitida. Uno de los últimos lugares en los que se ha movido ficha para regular esta técnica ha sido en Gibraltar. Esta misma semana conocíamos la noticia de que el Gobierno de ese territorio había publicado un borrador parlamentario con una propuesta de ley sobre la materia, para regular esta práctica que ya lleva algunos años realizándose allí de manera no controlada. El borrador introduce cambios en la ley del Reino Unido y prohíbe los acuerdos comerciales que serán considerados como delito.

Países que permiten la gestación subrograda en Europa. Fuente: Babygest  

  • Defensores de la gestación subrogada en España

No solo en Gibraltar se ha presentado una propuesta que regule esta alternativa que cada vez es más demandada por las parejas que no pueden tener hijos por ningún otro medio. En España algunos grupos políticos y asociaciones también han presentado propuestas para intentar regular esta técnica, aunque parece que todavía queda mucho para que se gestione como se está haciendo en el Peñón. Aún así, destacan la iniciativa de la Sociedad Española de Fertilidad y su “Propuesta de Bases Generales para la Regulación en España de la Gestación por Sustitución” . La proposición de ley de la Asociación por la Gestación Subrogada en España, o la “Proposición de Ley reguladora del derecho a la gestación por subrogación” presentada por Ciudadanos ante el Congreso de los Diputados. Además una de las grandes defensoras de la gestación subrogada y tal vez la cara más visible en España es la de la influencer Tamara Gorro. Ella misma ha llevado a cabo esta práctica para poder concebir a su hija y ha sido una de las grandes propulsoras del movimiento #ApoyoGestacionSubrogada.

El negocio de la gestación subrogada Pero como siempre en estos casos existen las dos caras de la moneda, y en España también hay muchas voces que se oponen a que se produzca un cambio en la legislación para que esta práctica se regularice. Así, la agrupación “No somos vasijas” , se opone firmemente a el uso de este tipo de técnicas por considerar que “implican el control sexual de la mujer” y cree que es necesario regularlas de manera más estricta incluso exigiendo una regulación europea para que los países miembros “no abran las puertas traseras a prácticas que vulneran los derechos fundamentales de menores y mujeres”. Además, hace apenas unos meses, un grupo de opinión del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona publicaba un documento con una serie de conclusiones en las que argumentaban que la legalización de la gestación subrogada en España supondría abrir las puertas al negocio de los vientres de alquiler porque “muchas mujeres lo harían por necesidad” y criticaba duramente a las agencias especializadas en ofrecer paquetes de maternidad subrogada. En la reciente campaña electoral que hemos presenciado, algunos partidos incluyeron esta temática en sus programas. El PSOE siempre mostró su rechazo a este tipo de técnicas y tras la resaca de las elecciones, solo queda esperar a ver si, tras ganar los comicios y como propuso en campaña el partido de Pedro Sánchez, actuará contra las agencias intermediarias. Agencias que en la mayoría de los casos anuncian sus productos como verdaderos paquetes vacacionales de la fertilidad, algo que hace plantearse realmente si la regularización de la gestación subrogada es una manera de facilitar las cosas a las parejas que no pueden tener hijos o es una vía para que unos pocos intenten sacar tajada de la situación desesperada en la que se ven las personas que quieren ser padres a toda costa. Desde Ucrania a Estados Unidos encontramos empresas que se dedican exclusivamente a ofrecer a las futuras familias todo tipo de garantías para que lleven a cabo una maternidad subrogada de manera exitosa a un “módico precio”. En España existen varias de esas compañías que ofrecen paquetes básicos e integrables como por ejemplo Go4Baby que opera en Georgia y Ucrania a través de sus programas Tenbabis y cuyos servicios básicos rondan casi los 50.000€

La empresa Go4Baby opera en Georgia y Ucrania a través de sus programas Tenbabies y cuyos servicios básicos rondan casi los 50.000€

Gestlife es otra de las compañías que ofrecen la posibilidad de llevar a cabo una gestación subrogada de manera “segura” y cuyo lema principal es “Le garantizamos el éxito, o le devolvemos el dinero”. En Surrobaby se ofrecen “excursiones personalizadas” dependiendo del país que se elija para llevar a cabo la técnica y un asesoramiento “durante todo el proceso del principio a fin” para que las parejas solo tengan que preocuparse de disfrutar de su “viaje” para ser futuros papás.   ¿Es ético alquilar un vientre? La desesperación de aquellos que quieren ser padres a toda costa puede hacer que se paguen cantidades desorbitadas para conseguirlo, por eso lo idóneo sería establecer una legislación que escuchara ambas partes del conflicto. Habría que intentar dar soluciones a las parejas infértiles, pero por encima de todo defender los derechos de las "madres de alquiler", evitando a toda costa que una persona ponga a un bebé en venta por problemas económicos. En este punto es dónde aparecen aquellas voces que lo que defienden es la práctica de un “vientre prestado”, es decir, aquellas mujeres que se ofrecen a llevar en su interior durante 9 meses a el hijo de una pareja que no puede concebir, por el simple hecho de querer ayudar y por supuesto, sin cobrar nada a cambio. Pero incluso a esta propuesta le salen detractores que piensan que una mujer no puede desvincularse tan fácilmente del bebé al que ha dado la vida, aunque lo hayan hecho de manera consciente y a sabiendas de que era para otras personas. Entonces, ¿cuál sería la mejor solución? A esta difícil pregunta solo se le puede contestar con otra más complicada como la que plantea la filósofa Ana de Miguel en el prólogo de uno de sus libros; ¿Todo lo técnicamente posible es éticamente deseable? Aquí es dónde realmente aparece el gran dilema de si es o no ético un vientre de alquiler.

Los que se oponen a la gestación subrogada opinan que una mujer no puede desvincularse tan fácilmente del bebé al que ha dado la vida. Fuente: Marcus Rocha

Está claro que las parejas infértiles tienen sus propios derechos y hay que intentar ponerse en su situación, cuando deciden que la gestación subrogada es la "única" opción posible para la solución de sus problemas. Pero también está claro que ante todo esto deberían primar también los derechos de la mujer subrogada. Ya hemos visto antes que alquilar un vientre no es la única solución al problema de la infertilidad, pero parece que sí es la más rápida, aunque aquí sea ilegal. Las parejas que no pueden concebir pero que sí pueden pagar la concepción de un hijo dentro de otra mujer, buscan el camino más rápido para conseguir su ansiado sueño de formar una familia. Las adopciones también son la otra posibilidad, además de la única legal, pero las largas listas de espera y los interminables trámites que hay que llevar a cabo, muchas veces convierten a esta opción en una odisea. Por eso, los que se lo pueden permitir escogen la alternativa más rápida sin tener en cuenta muchos de los inconvenientes morales que hay detrás de la gestación subrogada. El auge de las empresas especializadas en ofrecer este tipo de servicios, deja claro que se está convirtiendo en algo comercial, que en la mayoría de los casos pasa por alto los derechos de las mujeres fértiles pobres que deciden que alquilar su vientre es la única manera de obtener dinero. Se podría intentar regular la situación buscando un equilibrio entre diferentes modelos; altruista, lucrativo, empático, económico... pero siempre teniendo en cuenta que habría que trazar muchas líneas rojas para evitar que la subrogación se convirtiera en un negocio.