Una vez superada estas crisis habrá que ver las consecuencias que esto deja en la industria. Saudies y rusos a priori pueden permitirse estos precios por un tiempo al ser la producción, extracción, de petróleo allí relativamente barata. Todo lo contrario pasa en los EE.UU., dónde según diferentes analistas unos precios por debajo de los 50 dólares por barril hacen insostenible, no rentable, la industria del fraking. 

Igualmente esta diferencia entre oferta y demanda puede facilitar una recuperación más rápida de las economías afectadas por el coronavirus. Aunque no cabe descartar que saudíes y rusos frenen la producción para subir precios y obtener beneficios. Una situación nunca dada hasta ahora despierta muchas preguntas sobre cuáles serán las consecuencias.