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Los estudios e informes sobre cambio climático de 2021 que no debes olvidar

Este año se han publicado importantes trabajos para entender el momento en el que estamos y lo que está por venir. A continuación recogemos algunos de ellos.

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El IPCC concluyó en su informe de este año que la actividad humana es la principal responsable del aceleramiento del cambio climático, ya que son las emisiones de gases de efecto invernadero (que se liberan fundamentalmente cuando se queman los combustibles fósiles para generar energía) las principales causantes del mismo.
Los estudios e informes sobre cambio climático de 2021 que no debes olvidar

En los últimos días de diciembre, es habitual echar la vista atrás para repasar lo que ha dado de sí el año. En Climática hemos querido hacer lo propio. Ha sido un 2021 donde la pandemia ha vuelto a ocupar parte de la agenda mediática y las conversaciones. No obstante, la actualidad en torno a la crisis climática y la pérdida de biodiversidad no ha parado. A continuación, recopilamos algunos de los estudios científicos, investigaciones e informes que hemos publicado a lo largo de los últimos doce meses y que creemos que no deben caer en el olvido.

IPCC: aún es posible no superar los 1,5 ºC si se hacen reducciones drásticas

Empezamos por el más importante, no solo de este año, sino posiblemente de la última década. El 9 de agosto, el IPCC –el panel de especialistas del clima ligado a la ONU– publicó su nuevo informe sobre el estado del clima en la Tierra. Está compuesto por más de 3.000 páginas y es el trabajo más completo y actualizado sobre la crisis climática hasta la fecha.

Entre sus principales conclusiones está el hecho de que el planeta sufre ya cambios irreversibles en miles de años. Limitar la temperatura al máximo requiere de reducciones nunca vistas. Puedes leer el análisis que hicimos aquí.

El año de los estudios de atribución

Los estudios de atribución son una de las herramientas más poderosas que tiene la ciencia del clima para determinar cómo influye el cambio climático en ciertos eventos extremos. Este año han ganado más popularidad que nunca. Es, en parte, gracias a los investigadores Friederike Otto y Geert Jan van Oldenborgh (este último fallecido hace unos meses), fundadores del grupo que hace estos estudios de atribución, el World Weather Attribution. Una labor que les ha valido para que la revista Time les haya incluido este año en su lista anual de las cien personas más influyentes del mundo.

Este grupo liderado por los dos especialistas ha podido determinar, por ejemplo, que las emisiones de gases de efecto invernadero han hecho incrementar entre 1,2 y 9 veces la probabilidad de que se produzcan precipitaciones extremas como las que se produjeron este verano en Alemania y Bélgica. También constataron que la ola de calor en Canadá y Estados Unidos fue 150 veces más probable por el cambio climático.

La gran mentira de la contabilidad de emisiones

Las mejores investigaciones y estudios de este año no solo han venido de la comunidad científica y de las organizaciones climáticas. Uno de los trabajos más importantes de 2021 ha sido el reportaje publicado en noviembre por The Washington Post, en el que un equipo de periodistas de este medio revela una enorme brecha entre las emisiones que declaran los países a la ONU y sus emisiones reales.

Este trabajo no ha pasado ningún proceso de revisión independiente, pero de confirmarse lo que se dice, este desajuste pondría en jaque todos los planes climáticos desde el Acuerdo de París y cumbres del clima. En este artículo resumimos lo más destacado.

Radiografía de un planeta (aún más) en crisis

Fenómenos meteorológicos extremos, más calentamiento global y una pandemia. Resultado: millones de personas y ecosistemas afectados. Así resumía el 2020 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su habitual informe sobre el estado del clima que elabora junto a agencias de todo el mundo. Y no, ni de lejos la desaceleración de la economía relacionada con la pandemia logró frenar los motores de la crisis climática ni la aceleración de sus impactos. Puedes leer más sobre el informe aquí.

El calentamiento global es responsable de más de un tercio de las muertes relacionadas con el calor

Entre 1991 y 2018, el 37% de todas las muertes relacionadas con el calor fueron atribuibles al calentamiento global de la atmósfera impulsado por el ser humano. Lo concluía en mayo un artículo publicado en Nature Climate Change en el que se utilizaron datos de 732 ciudades de 43 países. Como siempre ocurre, las poblaciones que viven en países de ingresos bajos y medios, responsables de una ínfima parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, son las más afectadas.

En el caso de España, un 30,3 % de las muertes relacionadas con el calor podrían atribuirse al calentamiento global, según un estudio liderado por la española Ana María Vicedo-Cabrera. Para más información, puedes leer nuestro artículo al respecto.

1 de cada 5 muertes se debe a contaminación causada por combustibles fósiles

Más de 8 millones de personas murieron en 2018 por la contaminación del aire fruto de la quema de combustibles fósiles. Esta actividad, que es la que impulsa el calentamiento global de la atmósfera, fue responsable de aproximadamente 1 de cada 5 muertes en todo el mundo, según una investigación de la Universidad de Harvard en colaboración con la Universidad de Birmingham, la Universidad de Leicester y el University College de Londres.

En España, 44.603 personas mayores de 14 años mueren cada año como consecuencia de la contaminación atmosférica por PM2.5 causada por el uso de combustibles fósiles. Para saber más, pásate por el artículo que le dedicamos.

La inacción climática agrava cada vez más la salud física y mental

Hacer frente a la crisis climática es una cuestión de salud. Este año se han encargado de recordarlo varios trabajos científicos. Destacan dos publicados por la prestigiosa The Lancet Countdown.

En su sexto informe anual sobre salud y cambio climático, esta revista define el panorama actual como «desesperanzador». Asimismo, subrayan la urgencia de integrar la mitigación y adaptación al cambio climático en los planes de recuperación de la COVID-19.

Como recogen en las conclusiones, los datos de año muestran que el rápido aumento de la exposición a las olas de calor y a los incendios forestales, la sequía, los cambios en enfermedades infecciosas y la subida del nivel del mar –todos estos eventos influidos por el cambio climático– están perjudicando la salud de las personas en todas las regiones, siendo las más pobres y vulnerables quienes peor salen paradas. Puedes leer el artículo que hicimos aquí.

Y meses antes, otra investigación de The Lancet Countdown sugería que 6,4 millones de vidas se podrían salvar gracias a una mejor alimentación, 1,6 millones de vidas gracias a un aire más limpio y 2,1 millones de vidas si la ciudadanía hiciese más ejercicio. El estudio se ha centrado en nueve países con vistas a 2040. Puedes leer más aquí.

Biodiversidad y clima, las dos crisis medioambientales de nuestra época

La biodiversidad está disminuyendo a un ritmo mayor que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad. Si se quiere frenar esta pérdida y a la vez proteger y mejorar nuestra prosperidad, «es necesario un cambio fundamental en la forma de pensar y enfocar la economía». Este es el mensaje que se recoge de un estudio de 600 páginas sobre la economía de la biodiversidad encargado por el gobierno británico. Al poco, se publicó otro estudio liderado por los mismos autores en el que avisaban que retrasar 10 años la acción sobre la biodiversidad costaría el doble que si se actuara ya: de 7 a 15 billones de dólares.

Junto a evitar un aumento de las temperaturas, proteger los ecosistemas es uno de los grandes desafíos de este siglo. Y es que ambas problemáticas están estrechamente relacionadas, como recordaron en un trabajo conjunto el IPCC y el IPBES, máximas autoridades en materia de clima y biodiversidad, respectivamente. En su investigación, 50 especialistas insisten en que ambas crisis no se pueden abordar con éxito si no se actúa conjuntamente. Puedes leer más sobre ello aquí.

El coste económico del cambio climático será seis veces superior al calculado hasta ahora

Un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters analiza cómo los distintos impactos del calentamiento global tienen efectos en la economía mundial. Según sus datos, el PIB mundial podría reducirse un 37% hasta 2100 por este motivo. Así, la caída sería más del doble de la sufrida durante la Gran Depresión. Para saber más, tienes el artículo que le dedicamos.

Y enlazando con esto, un análisis del gigante de los reaseguros Swiss Re afirma que el coste de la inacción climática para España se traduciría en una pérdida de hasta el 10% de su PIB. A nivel global, la pérdida de Productor Interior Bruto para 2050 podría ser de hasta el 18% si la temperatura supera los 3 ºC. Aquí tienes más información.

En 2030, los ricos seguirán siendo el principal problema del planeta

El 1% más rico de la humanidad tendrá una huella de carbono que será 30 veces superior a la necesaria para cumplir con el objetivo recogido en el Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 °C para ese año. Así lo concluye un estudio encargado por Oxfam Intermón y basado en investigaciones del Institute for European Environmental Policy (IEEP) y el Stockholm Environment Institute (SEI).

Para lograr este objetivo, cada habitante de la tierra podría emitir un máximo de 2,3 toneladas de CO2 al año, es decir, aproximadamente la mitad de la actual huella de carbono media. Puedes leer más sobre el estudio en este artículo.

La contribución de la industria militar al cambio climático

En clave climática, este ha sido un año en el que se ha puesto el foco sobre el sector militar y su contribución a la crisis climática. En febrero, se difundieron dos documentos al respecto. En el primero, publicado por La Izquierda en el Parlamento Europeo – GUE/NGL, se señala que, en 2019, la huella de carbono de la industria militar en Europa fue de aproximadamente 24,8 millones de toneladas de CO2 equivalente –un valor que agrupa todos los gases de efecto invernadero–. Esto equivale a las emisiones de, al menos, 14 millones de automóviles, o lo que es lo mismo, las emisiones totales de los vehículos de Portugal, Grecia y Noruega juntos.

En el segundo, elaborado por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, concluyen que los países que más CO2 emiten son también los que más armas exportan y más dificultan las rutas migratorias climáticas. El informe, además, evidencia que solo las fuerzas armadas de Estados Unidos consumen más petróleo y emiten más gases de efecto invernadero que la mayoría de los países de tamaño medio. Durante el año 2017, la actividad militar de este país generó 212 millones de toneladas de dióxido de carbono, casi el doble de las emisiones totales de Bélgica.

Hay que poner fin a la explotación y producción de gas y petróleo, según la AIE

La Agencia Internacional de Energía (AIE), históricamente ligada a los combustibles fósiles, publicó este año un informe de gran importancia por su contenido y por quién lo dice. Se trata de su advertencia más dura hasta la fecha: según sus especialistas, la explotación de gas y petróleo, así como su producción, deberá detenerse cuanto antes, y las centrales eléctricas de carbón deberán cerrar antes de 2030. Es la forma, según este organismo, de limitar el calentamiento global y cumplir con el objetivo de neutralidad climática para 2050 que tanto se está estableciendo por parte de gobiernos y empresas a nivel mundial. Aquí tienes más información.

Facebook y su papel en el negacionismo climático

La desinformación agrava la crisis climática. Y, en estos términos, Facebook es señalada como uno de los principales responsables. Este año, se han publicado varios trabajos analizando este hecho. Uno es el informe On The Back Burner, donde se denuncia que la red social no define en su plataforma lo que es la desinformación climática, y su algoritmo tampoco es capaz de detectarla.

En esta línea, una investigación del think tank Influence Map señala que Facebook se salta sus propias normas y el año pasado recibió 9,5 millones de dólares de la industria de los combustibles fósiles, que la usa para difundir desinformación climática.

Además, el pasado mes de noviembre, otro estudio –elaborado por Stop Funding Heat, The Real Facebook Oversight Board y Sum of Us, tres grupos que se dedican a analizar la red social más grande del mundos– señalaba a la plataforma de Mark Zuckerberg como responsable de la difusión masiva de bulos climáticos. Lejos de disminuir, la desinformación compartida y multiplicada por esta red social crece día a día.

Fuente: climatica.lamarea.com