Willard Wigan: El escultor de obras microscópicas

Willard Wigan: El escultor de obras microscópicas
Cuando Willard Wigan comenzó a esculpir, le dijeron: "Cuanto más pequeñas las hagas, más grande se hará tu nombre". Y se lo tomó al pie de la letra. Wigan, de 61 años, esculpe esculturas que no se pueden ver, con todos sus coloridos, a simple vista. Se miden en micrómetros (una millonésima de metro) y algunas son más pequeñas que una célula sanguínea. La entrada de Wigan en el mundo del arte en miniatura comenzó tenía cinco años y vivía en Wolverhampton en el Reino Unido Un día, en el jardín de su casa, su perro desenterró una colonia de hormigas mientras cavaba hoyos, y decidió hacerles un lugar para vivir, así como un palacio para la hormiga reina. Cuanto tenia 13 años puso sus manos en un microscopio. “Mirando las cosas a través de él, noté que podía ver con bastante claridad, y pensé, ahora puedo ir más pequeño. Así que comencé a experimentar con hacer esculturas que podría poner dentro del ojo de una aguja, o en cabezas de alfiler", dice el artista.
A la reina Isabel II le encantó tanto su trabajo, que le encargó una escultura para las celebraciones del Jubileo de Diamantes en 2012. "Me invitaron al Palacio de Buckingham para llevarle la corona a la reina", dice Wigan. El artista estableció un récord Guinness en 2013 cuando esculpió una motocicleta minúscula de una cadena de oro de 24 quilates. Rompió ese récord cuando esculpió una escultura aún más pequeña, un embrión hecho de un trozo de fibra de alfombra y la colocó dentro de un mechón de cabello arrancado de su barba. La pieza favorita de Wigan es una escultura de La última cena de Leonardo da Vinci : Jesús y sus 12 discípulos tallados individualmente y colocados detrás de una mesa completa con platos y el Santo Grial, todo colocado dentro del ojo de una aguja. Tardó siete semanas en completarse, el más largo que le tomó terminar y su pieza más desafiante hasta la fecha. Y es precisamente el ojo de la aguja lo que utiliza como marco para muchas de sus diminutas obras. O cabezas de tornillos como podio.