Popularmente se le conoce como el levantamiento del 2 de mayo, un acontecimiento que tuvo lugar ese día en Madrid en el año 1808, cuando se produjo una protesta popular tras el motín de Aranjuez, para reivindicar una mejora ante la situación de incertidumbre política por la que atravesaba el país. La revuelta también se hizo en contra de la invasión francesa a España y los participantes fueron duramente condenados por las fuerzas de Napoleón Bonaparte. El cuadro de Goya "Los fusilamientos", también conocido como "El 3 de mayo en Madrid" Muchos fueron los artistas que quisieron dejar constancia de este hecho histórico, con pinturas tan conocidas como esta de Francisco de Goya, que se encuentra en el Museo del Prado y que representa el desenlace de lo acontecido al día siguiente del levantamiento, cuando las tropas francesas emprendieron represalias por las revueltas y fusilaron a numerosos civiles en diferentes puntos de la ciudad. Este duro suceso hizo que todo el pueblo alzara la voz, saliera a la calle e iniciara otras protestas en diferentes ciudades. Se considera a todo esto el inicio de la Guerra de la Independencia, que más tarde enfrentaría a los bandos franceses y españoles. El resultado final de esta guerra fue la victoria de las tropas españolas junto con sus aliados portugueses y británicos en la Batalla de Vitoria. Tras seis años de guerra, el 17 de abril de 1814 el ejército español mostraba su apoyo a la restitución de Fernando VII en el trono, lo que significó la vuelta de la monarquía absolutista que derogó la Constitución de Cádiz, tan solo dos años después de haber sido promulgada.