El Big Bang del arte

El Big Bang del arte

El ser humano lleva media existencia haciéndose preguntas sin resolver. Una de ellas es: ¿qué nos hace humanos?. La ciencia y la filosofía dan vueltas y vueltas al tema sin una respuesta definitiva. Muchos creemos que el arte y la creatividad es el don que nos ha hecho pasar de comer piojos en una fría cueva a viajar a la Luna en tan solo unas decenas de miles de años (un suspiro evolutivo). De ser esto cierto, podríamos decir que el ser humano nació hace unos 45.000 años. Y es que esta es la antigüedad aproximada de la primera pintura realista de la humanidad, descubierta en Borneo, y que representa a un animal (probablemente un banteng). Este descubrimiento ha sido publicado por la revista Nature, y supone unos cuantos miles de años de adelanto de la fecha de la que anteriormente se consideraba la primera obra de arte, unas figurillas de marfil encontradas en Alemania por lo que también fulmina la visión eurocéntrica del primer arte rupestre. Los responsables del estudio, investigadores de la Universidad de Griffith (Australia), aseguran que el hallazgo demuestra que las producciones rupestres, una de las más importantes innovaciones en la historia cultural humana, no surgieron solo en Europa como se creía. El llamado arte de la Edad de Hielo también se hacía en el extremo opuesto del mundo. Las cuevas casi inaccesibles de las remotas montañas del Kalimantan Oriental, en la provincia indonesia de Borneo, fueron descubiertas en los años 90. Allí se descubrieron una gran cantidad de pinturas rupestres, pero no ha sido hasta este año que se han datado con exactitud con un método de uranio a partir de muestras de carbonato de calcio obtenidas de techos y paredes. Además del banteng, en la cueva también hay plantillas de manos en negativo (esta técnica no se considera arte figurativo) de una antigüedad similar a la vaca y otra tercera mano estarcida de 51.800 años como máximo. Esto sugiere que la tradición paleolítica del arte rupestre apareció por primera vez en Borneo hace entre 52.000 y 40.000 años. Lo que no han explicado todavía los científicos es qué hacía Jordi Hurtado en Borneo.    Un equipo de exploradores británicos, en la cueva de Borneo / Robbie Shone