Toxeus Magnus: La araña que produce leche
18:32 30/11/18
A pesar de la fuerte asociación de la leche con los mamíferos, un reciente estudio, publicado en la revista Science, nos presenta a las arañas asiáticas saltarinas hembras del grupo llamado Toxeus magnus que cuidan a sus crías amamantándolas con un fluido nutritivo similar a la leche, que contiene una cantidad de proteínas casi cuatro veces superior a la de la leche de vaca.
No tienen zonas mamarias tradicionales como pueden ser los pezones o ubres, en cambio tienen una pequeña abertura en su abdomen denominado “surco epigástrico” desde donde fluye la leche de araña y que es el mismo que utilizan para poner huevos.
Este estudio demuestra además, que las madres arácnidas prolonga la lactancia de sus crías hasta ya en sus vidas casi adultos y mucho después de haber alcanzado la capacidad de alimentarse por su cuenta. Esto contrasta con las especies de arañas que, normalmente, se dejan a su suerte, o incluso en casos más extremos con especies que se comen a sus padres una vez que nacen.
Los investigadores analizaron muestras de la leche de araña y se encontró que contenían azúcar, grasa y aproximadamente cuatro veces más proteína que la leche de vaca. Según ha explicado Zhanqi Chen, experto en araña y autor principal del estudio. Las observaciones de laboratorio muestran que las crías jóvenes primero beben de las gotas depositadas en la superficie del nido y posteriormente succionan directamente de la abertura de puesta de huevos de la madre.
El equipo de Chen realizó varios experimentos para evaluar lo esencial que era la leche para el desarrollo de la araña, así bloquearon los surcos de algunas madres para que las crías recién nacidas no pudieran mamar. Si bien la lactancia no era crítica para la supervivencia de la descendencia tras alcanzar la independencia, la presencia de la madre durante la juventud aseguraba en gran medida la salud general y la supervivencia de los adultos. La lactancia y los cuidados de la madre también parecen importantes para mantener el número de hembras adultas necesarias para el óptimo éxito reproductivo de la araña.