Tatuada en tiempos de faraones

Tatuada en tiempos de faraones
En nuestros días parece que ir lleno de tatuajes te descarta para aspirar a ser un alto cargo, todo lo contrario de lo que sucedía en tiempos de faraones. Este es el caso de una momia de mujer de unos 3000 años de antigüedad que presenta los tatuajes más elaborados encontrados hasta el momento en un cuerpo de la época. No son los más antiguos, estos data de hace 5000 años también en momias... ...pero estos son los primeros encontrados que tienen una carga simbólica. "Los hallados hasta ahora en otras momias del antiguo Egipto presentan garabatos simples como puntos o pequeñas líneas pero jamás escenas ni figuras como las que encontramos aquí", señala Mustafa el Waziri, secretario general del consejo supremo de Antigüedades. Un universo simbólico tallado sobre el cuerpo, toros, ovejas, babuinos, flores de loto y el ojo de Horus (Udyat), un amuleto mágico y protector que simboliza el orden. La intención de tanto tatuaje primitivo puede ser el de dotarse de prestigio que, según las autoridades egipcias, "refleja que la momia pertenece a una mujer que gozó de un importante estatus religioso a lo largo de su vida"."Los estudios científicos y arqueológicos revelan que se trata de la momia de una mujer que probablemente vivió entre el 1300 y 1070 a.C. y falleció cuando su edad oscilaba entre los 25 y los 34 años", comenta el Waziri. La momia fue descubierta en 2014, está firmado por una misión arqueológica adscrita al Instituto Francés de Arqueología Oriental (IFAO) y se ha mantenido en la tumba donde fue hallada en Luxor, para que permanezca en las mismas condiciones atmosféricas. El hallazgo de los tatuajes se realizó en mayo pasado, según  desveló la revista Nature, pero hasta ahora no se ha determinado la simbología religiosa de los mismos. "Desde cualquier ángulo que se mire a esta mujer, un par de ojos divinos te devuelven la mirada", aseguró en mayo Anne Austin, bioarqueólogo de la Universidad de Stanford en California, cuando presentó los resultados. A pesar de que hasta el momento los arqueólogos desconocen su nombre y su función, consideran que podría haber desempeñado un cargo distinguido, una mujer de la élite, una alta funcionaria o un cargo religioso destacado. Fuentes: Nature, El Periódico, El Mundo