Impresoras 3D para mejorar nuestros sentidos

Impresoras 3D para mejorar nuestros sentidos
Los humano del futuro serán muy diferentes a los de ahora. Los implantes tecnológicos que llevarán, les permitirán más posibilidades de las que tenemos con nuestros cuerpos actuales. Pero seguramente será muy distinto a como nos lo han enseñado en películas de ciencia ficción incorporando partes robóticas a lo Terminator. Al fin y al cabo cuerpo humano y tecnología nunca se han llevado muy bien, el principal problema es que nuestro cuerpo suele rechazar objetos extraños, de materiales artificiales y que no se adaptan a nuestros tejidos blandos (los implantes cocleares pueden irritar el cuero cabelludo; los cables del marcapasos pueden ser rechazados...) El ser humano está a las puertas de su nueva evolución y la herramienta de la impresión 3D parece que tendrá mucho que decir. La impresión 3D ha sido una pequeña revolución en la industria, permitiendo crear piezas e incluso casas con distintos materiales, se puede cocinar, crear ropa.... Las células vivas también pueden ser otro material con el que imprimir en 3D. Es algo que hemos visto con la piel, por ejemplo, usando células dérmicas impresas en capas. Así, el futuro de nuestros cuerpos parece pasar por una impresora 3D, creando nuevos órganos electro-orgánicos; versiones mejoradas de nuestros órganos con mejores capacidades. Michael McAlpine, ingeniero mecánico de la Universidad de Minnesota, es uno de los más famosos en este campo por los avances que ha conseguido. McAlpine ha conseguido crear prototipos de partes del cuerpo blandas; e incluso algunas de ellas están tan vivas como tu ojo o tu oreja. Lo ha conseguido desarrollando una impresora 3D, capaz de imprimir células humanas en estructuras tridimensionales. No usa sólo células; también usa silicio y otros metales en la creación de sus órganos. El resultado son sustitutos de nuestros órganos con capacidades adicionales a las normales.
Por ejemplo, ha creado una oreja impresa en 3D que tiene una antena incorporada; de esta manera podríamos “escuchar” ondas de radio, que un dispositivo podría interpretar. Sin embargo, antes de que estén listos para el uso humano, estos organos de reemplazo primero deben funcionar bien en ratas y otros animales, dice McAlpine. Mientras que las pruebas muestran que su oído de imitación puede percibir con éxito la música, una grabación de Para Elisa, todavía tiene que conectar los receptores de radio de la prótesis al sistema nervioso de un ser vivo. También ha creado un ojo cubierto de fotodetectores, capaces de convertir la luz en señales eléctricas; en otras palabras, un ojo con el que podríamos obtener visión artificial.