INTERNET
Nueva ley de Copyright europea: un paso más hacia el recorte de libertades en Internet
Todavía falta la aprobación definitiva por parte del Consejo y después cada país deberá aplicarla dentro de su marco nacional en un plazo máximo de dos años
Nos han tenido mucho tiempo esperando para saber si la nueva ley de copyright saldría adelante o si se podría llegar a algún tipo de acuerdo para añadir modificaciones a sus polémicos artículos conocidos como 11 y 13 y que ahora son los 15 y 17. Pero hace apenas dos meses que la Eurocámara respaldó el acuerdo provisional sobre “La directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre los derechos de autor en el mercado único digital” y la situación a día de hoy es la siguiente:
- Cronología
Los inicios de esta nueva normativa hay que buscarlos en el año 2016, cuando la Comisión Europea lanzaba una propuesta de ley después de que el Parlamento hubiera solicitado una reforma de los derechos de autor en el ámbito de la UE. El 25 de mayo de 2018 se aprobó el texto inicial para modificar la ley de copyright y en el se incluyeron algunos artículos muy polémicos. Desde ese momento se produjeron reacciones a favor y en contra de las nuevas modificaciones, que mantuvieron en vilo tanto a usuarios como a creadores del mundo de Internet, ya que no sabían cómo les afectarían esos cambios.
Fue el pasado 26 de marzo, con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, cuando el Parlamento Europeo decía sí a la reforma del copyright de manera oficial. A día de hoy todavía falta una última votación, la de los miembros del Consejo, pero parece que si todo sigue por esta línea, los Veintiocho darán próximamente su visto bueno a la aprobación definitiva de la reforma, que después deberá ser adaptada a la normativa específica de cada país en un plazo máximo de dos años. Por el momento, la propuesta del texto ha salido adelante con 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones, pero todavía queda por ver como hará cada país la adaptación de la nueva ley. En el Estado español seguiremos hasta entonces bajo el control de la normativa E-Commerce, que es la que actualmente está vigente y que persigue a los usuarios que suben a Internet contenidos de manera ilegal. Esta legislación persigue la pirateria, pero no es tan restrictiva como lo son los nuevos artículos, ya que actualmente se obliga a las páginas que han subido material pirata a eliminarlo, pero no se compensa a los autores de ninguna manera.
- Qué se ha aprobado
Lo que se decidió el pasado mes de marzo fue la aprobación definitiva de algunos de los puntos de los artículos 15 y 17 (anteriores 11 y 13) de los que ya os hablamos hace algún tiempo. Una de las nuevas modificaciones aprobadas es que las grandes plataformas deberán introducir filtros mucho más potentes para detectar y eliminar la subida de contenidos que tengan derechos de autor sin consentimiento previo. Así, gigantes de la web como Facebook, Google o YouTube se van a ver obligados a controlar TODOS los contenidos que se intenten compartir a través de sus canales. Si se detectan trabajos con copyright deberán solicitar a los autores un certificado de que el creador le ha dado su permiso para publicarlo. Si no se tiene el permiso del creador, la plataforma retirará el contenido, porque sino ellos mismos pueden ser multados. El sistema sería parecido al que utiliza Instagram para impedir que se suban imágenes que contengan algún pezón femenino. Aún así, las grandes compañías todavía no tienen muy claro cómo lo harán para aplicar estos filtros tan rigurosos. Google ya ha asegurado que quiere “trabajar con los responsables políticos, editores, creadores y propietarios de derechos, a medida que los Estados miembros de la UE avanzan en la aplicación”.
Los que defienden la nueva normativa creen que esta es la única manera de salvaguardar los derechos de los creadores y ofrecerles una remuneración justa por su trabajo cada vez que alguien comparte contenido suyo.
Muchos artistas y compañías musicales aplauden la nueva normativa y algunos como el DJ David Guetta o el cantante Paul McCarney la han apoyado desde el principio porque creen que es la mejor forma para reclamar a las compañías de Internet como Facebook o Youtube que se les pague por reproducir o enlazar sus trabajos.
Pero en el lado opuesto están todos aquellos que opinan que con este tipo de legislaciones lo único que se hace es limitar la libertad de expresión en la red y hacer que los pequeños creadores desaparezcan. Así, para otros artistas como el rapero Rayden la nueva normativa supondrá un gran inconveniente para el tema de la promoción, porque “así nadie va a poder compartirnos, ni darnos feedback ni hacer de embajadores y darnos a conocer”.
Otro de los puntos que se aprobó el pasado 26 de marzo fue el de que las webs con publicidad tendrán que pagar una licencia a los agregadores de noticias por usar parcialmente su contenido. Algo parecido a lo que pasó con la tasa Google y que obligó a Google News a retirarse de España. Lo que si está permitido es el derecho a citar al autor, siempre y cuando se haga a través de la cuenta oficial de la que procede el contenido, ya sea compartiéndolo directamente o retuiteándolo. Aún así, los pequeños medios de comunicación como Eulixe, que “supuestamente” también quedarían excluidos de las restricciones, no podríamos reproducir extractos de noticias sin consentimiento de sus autores por muy pequeños que sean. Algunas plataformas meramente divulgativas como Menéame o Google tampoco podrían enlazar y compartir el contenido de otras noticias y si lo hacen tendrán que ser fragmentos muy breves, pero todavía no se ha definido bien este concepto. Por breves no sabemos si deben contener 10, 15 o 60 palabras. Al parecer lo que se busca es igualar los derechos de autor de los medios digitales con los tradicionales, pero no se tiene en cuenta que muchas de esas plataformas son una herramienta muy útil de promocionar y divulgar el contenido de los medios más pequeños que no tenemos tanto alcance como los gigantes de la comunicación.
- Qué se ha excluido
Uno de los puntos que más controversia había levantado entre los usuarios de Internet y redes sociales era el de la prohibición de imágenes con derechos de autor para hacer una simple parodia. Es decir, la normativa europea quería prohibir, entre otras cosas, los famosos memes y gifs que utilizan imágenes muy conocidas para hacer pequeñas sátiras. Pues parece que todas las quejas que les han hecho llegar los usuarios a través de sus firmas en plataformas como pledge2019 y Change.org han surtido efecto y la nueva normativa excluirá “obras que busquen simplemente la parodia”. Aunque esto es solo la teoría, porque en la práctica los filtros que se apliquen podrían terminar cribando también este tipo de publicaciones. Así lo han hecho saber desde la plataforma de defensa de los derechos digitales y democracia en la red XNET, quienes a través de un comunicado titulado “No lo llames censura, llámalo derechos de autor”, han mostrado su rechazo a la aprobación de la normativa.
Quien dice que se podrán seguir compartiendo memes y gifs con la Directiva o no lo ha entendido o está en mala fe. La infausta aprobación de la directiva europea de hoy da carta blanca a la censura en Internet y pervierte la idea misma de los derechos de autor. La ciudadanía activa por los derechos civiles en Internet seguiremos cumpliendo con nuestra obligación y dando la batalla, XNET.
Todo el contenido que tenga como fin último la divulgación educativa o científica queda exento también de aplicar dichos filtros. Así, el contenido universitario o aquél que promueva el patrimonio cultural podrá seguir compartiéndose libremente por la red como hasta ahora. En este sentido aparece la duda de lo que pasará con la enciclopedia libre Wikipedia. La plataforma se basa en un proyecto colaborativo en el que los usuarios son los que comparten, redactan, revisan y mejoran los artículos, pero el problema es que mucho de ese contenido proviene de fuentes con derechos de autor. Incluso ni los responsables de la enciclopedia on line tienen muy claro que es lo que pasará con su portal cuando la nueva normativa entre en vigor. Según señala Virginia Díez, responsable de comunicación de Wikimedia España:
“Lo que no se acaba de entender es cómo nos afectará siendo una fuente de información secundaria. Todo está referenciado y de hecho, tenemos muchas notas de referencias, pero parece que ese ecosistema en el que trabajamos no es el idóneo para compartir libremente contenidos o conocimientos”, Virginia Díez.
Otra de las excepciones son los covers, es decir, la repetición de una obra por parte de otros artistas, en otras palabras es una versión diferente de un tema musical registrado anteriormente. Parece que la nueva directiva sí permitirá estas reinterpretaciones, pero la duda que nos surge es si los nuevos software podrán hilar tan fino para poder diferenciar las versiones de las copias con derecho de autor.
- Reacciones en redes
Por supuesto que las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar y muchos calificaron la aprobación de la nueva normativa como "la muerte de Internet".
- Camino a la censura
La nueva normativa es tan restrictiva que algunos ya hablan más de censura que de Derechos de Autor. Desde Wikipedia lo tienen claro;
“Es una herramienta que poco tiene que ver con los derechos de autoría y más con la libertad de expresión. Por ejemplo, en China se ha aplicado este sistema y Wikipedia está censurado y no puede acceder a la información”, Wikipedia.
La que hasta hace poco ha sido la eurodiputada de Unidas Podemos Lola Sánchez, asegura también que esta normativa “va a hacer que Internet se convierta en un desierto, que desaparezcan las parodias y los contenidos con fines educativos o científicos”.
Las plataformas que no puedan pagar los software de filtrado terminarán desapareciendo o como asegura el rapero Rayden, se producirá una “fuga de cerebros” hacia otros lugares como América Latina, donde se le permita compartir contenidos más libremente.
Desde el Parlamento Europeo se ha querido tranquilizar a los usuarios básicos de Internet asegurando que ellos podrán seguir generando y subiendo contenido a las diferentes plataformas, ya que solo afectará a los creadores, empresas de Internet y grandes compañías que obtienen beneficios por subir sus trabajos. Pero la duda que nos surge es si los medios de filtrado que se instalarán serán tan potentes como para poder diferenciar el contenido que se sube y por el que se obtiene algún beneficio, del que se hace simplemente de manera informativa.
Parece que por el momento todavía vamos a tener que esperar un poco más para saber como transcurre todo. Aún falta la decisión del Consejo, pero también lo más importante: cada país deberá adaptar la normativa a su legislación nacional y tendrán de plazo entre uno y dos años para hacerlo. Lo que por el momento si está claro es que a la larga serán los grandes grupos de comunicación los que se verán beneficiados e Internet y sus pequeños usuarios los que perderán libertad y pluralidad de movimientos.