Ataque a la libertad de prensa en Gasteiz

La Ertzaintza ha amenazado a un periodista de Hala Bedi que se encontraba realizando su labor informativa durante el desalojo del espacio feminista TALKA, en Gasteiz. Mientras el periodista documentaba la actuación policial de un modo muy respetuoso y a una distancia adecuada, un agente se acerca y amenaza al periodista con una sanción de hasta 300.000 euros y finalmente le requisa el teléfono. 

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Ataque a la libertad de prensa en Gasteiz
Sucedió el pasado 8 de mayo. Ertzaintza y Policía Local acudían al espacio espacio feminista ocupado Talka, para proceder a su desalojo en pleno Estado de alarma. Como reacción, se origina una protesta en una calle cercana. Al no estar autorizada, la Ertzaintza procedió a identificar a 3 de las personas presentes. Como todo el mundo sabe, las manifestaciones durante el Estado de alarma no están permitidas y la policía debe cumplir siempre con su trabajo. 

En ese momento, varios periodistas de Hala Bedi acudieron a cubrir el suceso. Uno de ellos graba la actuación policial, por lo que uno de los Ertzaina decide acercarse a él y amenazarlo para que deje de grabar, advirtiéndole que no podía tomar imágenes del agente argumentando que se trataba de “una persona física” amparada bajo el “Real Decreto de Protección de Datos del 25 de mayo de 2008”. Aquí podéis ver la secuencia completa:

El agente de la Ertzaintza, de ser un buen profesional, debería saber que todo ciudadano (ya sea periodista o no) tiene derecho a grabar una actuación policial, ya que se trata de funcionarios públicos realizando una labor en un espacio público, siempre que no se ponga en peligro su integridad fisica o la de sus familia. También "confunde" la Ley de Proteccion de Datos con la Ley de Seguridad Ciudadana de 2015, y obvia que es un funcionario público ejerciendo su labor, y por lo tanto no es un particular en esas circunstancias. A pesar de todo esto, el agente insiste en amenazar en repetidas ocasiones al periodista: primero con quitarle el móvil, y luego con ser detenido y acusado de un delito de desobediencia y que el uso de la imágenes acarrearía una sanción de entre 40.000 y 300.000 euros.

La discusión se alarga, y finalmente el agente requisa el móvil al periodista. Posteriormente se lo devuelve, añadiendo que para poder tomar imágenes se debe estar inscrito en la Asociación de Periodistas. Al tener dudas acerca de la última afirmación, los agentes deciden devolver el teléfono, recordando al periodista que tienen sus datos y que recibiría una sanción de 300.000 euros si decidían publicar las imágenes.

La del viernes 8 de mayo no es la única ocasión en la que periodistas y compañeras de Hala Bedi reciben amenazas por parte de la policía durante el transcurso de su labor periodística. En la pasada Huelga General del 30 de enero la Policía Municipal de Gasteiz impidió el trabajo de un fotógrafo de Hala Bedi. En el año 2017 el Gobierno Vasco imponía la Ley Mordaza al periodista Mikel Sanez de Buruaga cuando se encontraba informando sobre el corte de luz en Errekaleor. Tras un proceso judicial que se alargó más casi dos años Hala Bedi ganó en juicio al Gobierno Vasco, teniendo este que retirar la sanción y cubrir los costes del proceso - Hala Bedi