Estados Unidos, la primera potencia mundial del último siglo, ha estado envuelta en innumerables guerras e interviniendo a su antojo por todo el globo, según ellos mismos "en defensa de la democracia y los derechos humanos". La realidad es bien distinta, puesto que este imperialismo militar ha sido la base de la economía del país y su sustento durante décadas. De otro modo no se entendería que defendiendo la democracia y los derechos humanos, Estados Unidos sea uno de los países del mundo con mayor desigualdad o de los pocos sin sanidad pública. Siendo un país inmensamente rico, permite que millones de sus ciudadanos mueran en las calles sin ningún tipo de recurso ni ayuda, tal y como se puede observar en el siguiente vídeo que se ha hecho viral esta semana, y que muestra el dantesco escenario que se puede uno encontrar en una ciudad norteamericana como Filadelfia. 

La gente que aparece en el vídeo son en su mayoría adictos a algún tipo de opiáceo, deambulando por el barrio de Kensington. Desde los años 90, las grandes farmacéuticas del país presionaron para que los médicos recetasen opiáceos sumamente adictivos con los que han generado ingentes beneficios. Los resultados en la población se pueden observar en el vídeo. 

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