Aunque la probabilidad de que ocurra una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Federación Rusa es muy baja, la siguiente simulación efectuada por la Universidad de Princeton nos alerta de cómo se desarrollaría esta y las terribles consecuencias que tendría en términos humanos: 91.5 millones de afectados inmediatos (34,1 millones de fallecidos y 57,4 millones de heridos). Las muertes provocadas por lluvia radiactiva y otros efectos de larga duración aumentarían significativamente esta estimación. Actualmente, según la organización Federation of American Scientist, el inventario total de la Federación Rusa es de 6.257 cabezas nucleares mientras que el de Estados Unidos es de 5.600.