La semana pasada se estrenó el documental "Palabras para un fin del mundo", dirigido por Manuel Menchón, y que muestra con archivos inéditos cómo se fabricaron algunos bulos del franquismo que todavía perduran, especialmente alrededor de la figura de Unamuno.
Es bien sabido por los innumerables testimonios y escritos de la época que los golpistas manipularon todo tipo de documentos para servir de medio para su propaganda, persiguiendo a intelectuales, destruyendo libros, censurando obras y persiguiendo cualquier atisbo de racionalidad para imponer su militarismo (para los nostálgicos de esta época por supuesto todo esto es mentira). Ahora este documental ofrece nuevas claves que muestran este intento de manipulación de los franquistas y el clima de terror que crearon para doblegar a la población y al propio Miguel de Unamuno.
En el nacimiento de la Segunda República, Unamuno es considerado una de las piedras fundacionales del nuevo régimen. Es propuesto incluso para presidir la República. Solo 5 años más tarde, el 31 de diciembre de 1936, Unamuno moriría en su propia casa para ser enterrado tan solo 24 horas más tarde, el 1 de enero de 1937, con honores falangistas. “Le escribo esta carta desde mi casa, donde estoy desde hace días encarcelado disfrazadamente. Me retienen en rehén, no sé de qué ni para qué. Pero si me han de asesinar, como a otros, será aquí, en mi casa.” Miguel de Unamuno. 11 de diciembre de 1936. España está en guerra y Salamanca es el centro de la actividad de Prensa y Propaganda de las tropas de Franco, con Millán-Astray a la cabeza. Veinte días después de aquella carta, Unamuno morirá de forma repentina. Solo existe un testigo de aquel momento.