Donald Trump cruzó el bordillo de piedra baja que separa las dos Coreas, a las 3:45 p.m. hora local, junto a Kim Jong Un, sonriente, en un país que durante mucho tiempo ha estado en las listas negras por sus ambiciones nucleares y su triste historia sobre los derechos humanos.
El evento, aparentemente espontáneo aunque transmitido en directo, llevó a un nuevo nivel los instintos de showman de Trump y la visión de la diplomacia como una prueba de habilidades interpersonales. Al final, lo que iba a ser un inesperado apretón de manos en la frontera que divide las dos Coreas se ha convertido en una minicumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un que ha durado 45 minutos.