La falta de transparencia en los contratos con las farmacéuticas está provocando una auténtica crisis en la Unión Europea, poniendo en riesgo la campaña de vacunación en el viejo continente, y por tanto la vida de millones de personas que no son más que moneda de cambio para el beneficio de estas poderosas corporaciones.
En el otro extremo tenemos a Cuba, un país aislado y castigado por el imperialismo norteamericano durante décadas, y que sin embargo ha logrado producir su propia vacuna en tiempo récord. Ahora anuncia que producirá 100 millones de dosis de su "Soberana 02", con el objetivo de responder a su propia demanda y las de otros países que la necesiten, dejando claro que existen alternativas más allá de los valores del libre mercado y la especulación.