La sincronización de diversos individuos, por alguna razón, nos atrae irremediablemente. Los ejemplos son variados: natación sincronizada, vuelo acrobático, gimnasia, bandas de música... y (como, no) en este ámbito los japoneses van un paso más allá (nunca mejor dicho). Se trata de "shuudan koudou", que se traduce como "acción colectiva" o "movimiento grupal", pero se describe con mayor precisión como "caminar sincronizado":
Los deportes de equipo suponen una gran lección en valores y capacidades como dedicación, persistencia, trabajo grupal o coordinación. Con la finalidad de potenciar estas habilidades nació el "Shuudan Koudou", hace casi 50 años en la Universidad de Ciencias del Deporte de Nippon, en Tokio. Hoy, la universidad produce muchos de los maestros y entrenadores de educación física de Japón, así como medallistas olímpicos de oro en gimnasia, natación o sumo.
La gente dice que los jóvenes japoneses en estos días carecen de la capacidad de trabajar colectivamente en un grupo, pero simplemente demostramos que no (...) Todos dominamos este entrenamiento altamente disciplinado e hicimos nuestro hábito apegarnos a reglas estrictas. Creo que esta experiencia será una ventaja a medida que ingresamos al mercado laboral - Keiko Suzuki , ex capitán de equipo de Shuudan Koudou
Los estudiantes de "Shuudan Koudou" practican tres días a la semana, durante cinco meses seguidos. Durante el entrenamiento llegan a caminar casi 1.200 kilómetros (aproximadamente la distancia entre París y Roma). Aunque en un principio era solo para hombres, el deporte finalmente se abrió a las mujeres en 2011. El programa de caminata sincronizada es una parte opcional del plan de estudios y no es competitivo: los participantes realizan una exhibición en un evento universitario anual, como lo han hecho durante aproximadamente 50 años, y está diseñado para enseñar disciplina y la capacidad de trabajar colectivamente.