Un nuevo impuesto por los pedos de vacas

Un nuevo impuesto por los pedos de vacas

La Unión Europea está estudiando la posibilidad de que las explotaciones de ganado vacuno paguen un impuesto especial por los pedos de sus animales, cuyos gases resultan nocivos para la atmósfera al ser una de las principales causas del calentamiento global por la sobreexplotación del mercado cárnico, ya que se calcula que una vaca puede producir diariamente por sus flatulencias en torno a 300 litros de metano.

Este gas tiene efecto invernadero y es aún más contaminante que los gases que provoca el tráfico, con un 23% más de capacidad de atrapar el calor que provoca el calentamiento global. Así, Bruselas se plantea establecer un impuesto a la leche y la carne europeas con el fin de controlar la actividad de un sector, que dicen, es responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, porcentaje que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) eleva hasta el 20 % en el conjunto del planeta.

Por su parte los explotadores vacunos buscan alternativas dietéticas para reducir la cantidad de gases que genera el rumen de las reses durante el proceso de digestión. También buscan la forma de aprovechar la fermentación de los purines y el estiércol que producen sus animales y que gracias a la colocación de unos colectores especiales puedan aprovechar la capacidad energética del metano para dar calor o electricidad a sus viviendas y granjas.

Este nuevo impuesto estaría englobada dentro de un nuevo marco normativo que busca reducir en un 40% la emisión de estos gases entre 2021 y 2030.

Este gravamen vacuno no sería el único, Bélgica ha propuesto al resto de países de la Unión Europea la creación de un impuesto europeo que grave el sector de la aviación, ya sea a través de la venta de billetes o sobre el consumo de combustible, con el objetivo de que la industria aérea reduzca sus emisiones contaminantes y contribuya a cumplir con los objetivos climáticos.