Es uno de los juegos de mesa por excelencia, la especulación inmobiliaria como entretenimiento para familia y amigos durante laaaargas horas. El Monopoly ha sufrido muchas transformaciones, los hay basados en películas como Star Wars o Deadpool de series de éxito como Friends o Juego de Tronos o incluso del videojuego Fornite.

Pero la empresa Hasbro va ahora más allá y lanza una nueva versión temática del clásico juego dirigida a m illennials, lo que ha llamado mucho la atención por sus singulares normas, cartas, y casillas.

Ya el eslogan de este nuevo Monopoly es toda una declaración de intenciones "Olvídate de los inmuebles. Total, no puedes pagarlos". En esta nueva versión dirigida a jóvenes nacidos entre 1981 y 1995 no se compran propiedades, sino experiencias, como cenar en un restaurante vegano, festivales de música, Karaoke, salvar a un perro, ir de meditación un fin de semana o ir a dormir en el sofá de un amigo (lo que antes era la estación de tren). En vez de juntar tanto dinero como sea posible, los jugadores deben juntar la mayor cantidad de experiencias para ganar.

En las cartas, olvídate de para algunos impuestos o subidas de seguros...aquí tendras que pagar por haber puestos demasiados emoticonos en un whatsapp o por un aumento sospechoso de tu número de tus 'followers'. También sorpresas positivas como que tu madre te paga la fianza cuando estas en la cárcel por esa noche de borrachera o que recibes un dinerillo por vender el abrigo vintage de la abuela.

Así un símbolo del capitalismo puro y duro como es el señorcillo del Monopoly, aparece con algunos complementos modernos y en posición de "selfie".

Una divertida versión que ha tenido bastante éxito de ventas pero que no ha sentado muy por el estereotipo que se muestra de los millennials, muchos lo encuentran como un gran "troleo" a una generación. En el contexto de EEUU (que es donde de momento podemos encontrar el juego, aparte de en Amazon), muchos se gradúan con pesadas deudas estudiantiles que pagan a lo largo de muchos años luego de ingresar a la vida profesional y el juego parece ridiculizar esa situación.