Un afroamericano liderando un grupo neonazi

Un afroamericano liderando un grupo neonazi

Infiltrados en el KKKlan, escrita y dirigida por Spike Lee y basada en el libro Black Klansman del autor Ron Stallworth, fue una de las películas más aclamadas del pasado año llegando a ganar el Oscar al mejor guión adaptado contando una historia basadas en hechos reales sobre un detective afroamericano en Colorado Springs que se infiltra en el grupo local del Ku Klux Klan y logra ascender en sus filas.

Spike Lee se debe estar frotando las manos por una noticia que bien podría ser el guión para una segunda parte de su película. James Hart Stern, de 54 años, reverendo protestante y defensor de los derechos civiles de los negros, líder del Ministerio de Alcance para la Reconciliación Racial, es ahora también el nuevo presidente del Movimiento Nacional Socialista (NSM, por sus siglas en inglés), uno de los mayores grupos antisemitas y racistas de Estados Unidos. Su próximo objetivo, desmantelar la organización de manera efectiva desde dentro.

Stern reemplazó en enero como presidente del NSM a Jeff Schoep, un conocido neonazi que aboga por un país "sólo para blancos". Lo más increíble es que fue el mismo Schoep quien le cedió el cargo.

El ex líder del grupo NSM Jeff Schoep

Todo empezó, según la versión de Stern, varios años atrás. El activista afroamericano estaba en la prisión de Misisipi por un delito de fraude de correo, teniendo como compañero de celda a un conocido líder del Ku Klux Klan, Edgar Ray Killen, encarcelado por los asesinatos a tres trabajadores de derechos civiles en 1964. Aunque Killen le solía insultar de forma racista, también acabó confiando en Stern llegándole a ceder poderes sobre sus activos que, según siempre la versión de Stern, una vez fuera de la cárcel, usó para disolver la organización de Killen.

Dos años antes Schoep le contactó (el neonazi afirma que fue al revés) para preguntarle por aquella relación con Killen, fallecido en 2018. Se conocieron y comenzaron una peculiar relación en la que discutían sobre política, historia o raza. A inicios de este año, Schoep le confió su angustia por la participación de la NSM en la gran marcha racista de Charlottesville (Virginia) en el verano de 2017, que acabó con graves disturbios y por la que la organización supremacista afronta una seria demanda judicial. Su cargo de líder se había convertido en una patata caliente. Y Stern se ofreció a coger el cargo y cargar con la losa.

Schoep ha comentado que Stern le había engañado haciéndole creer que los demandantes dejarían de perseguir al grupo si él dejaba de dirigirlo y lo vio como una solución interina. "Me convenció de que para proteger a nuestro miembros debía pasarle la presidencia a él", corroboró al diario el Post.

Stern, ya como presidente, solicitó el cambio de domicilio y de representantes legales del grupo. Otro documento nombra a Stern como el representante en una demanda civil que alega que el NSM estuvo entre las organizaciones que provocaron "daños emocionales y económicos" a decenas de personas en la manifestación neonazi. Y su primer paso en ese sentido fue solicitar a un juez que declare al grupo culpable de conspirar para cometer actos de violencia durante el rally que dejó una persona muerta.

Documentos de los primeros cambios promovidos por Stern

Cuando todo esto acabe quiere reconvertir la web del grupo en una plataforma de educación sobre lo que fue el Holocausto. "Quiero cambiarlo, revertirlo y, en última instancia, destruirlo", ha dicho Stern a la CNN.