Estado real del Ejército venezolano

Estado real del Ejército venezolano

En el contexto de la crisis política aguda en Venezuela las Fuerzas Armadas del país es un asunto importante, ya que el futuro de la república depende en gran medida de su condición. Es probable que el ejército se convierta en la fuerza que decidirá el destino de Venezuela en las próximas décadas. Chávez, y, más tarde, Maduro pusieron mucho empeño en fortalecer las Fuerzas Armadas venezolanas. No obstante, la crisis política estalló cuando los militares estaban reformando y rearmando a sus fuerzas.

La flota venezolana cuenta con una división con dos submarinos diésel del tipo 209, una división de 6 fragatas de misiles de clase Lupo, una división de buques de patrulla (lanchas lanzamisiles de clase Vosper 37m / clase Federación y 3 lanchas patrulleras con artillería Vosper 37m / clase Constitución), una división de buques anfibios y auxiliares, que incluye 4 grandes barcos de asalto anfibios del tipo LST/ clase Capana, 1 barco de suministro del tipo Ciudad Bolívar, 1 barco oceanográfico de la clase Punta Brava y 1 barco de entrenamiento de vela del tipo Bricbarc / Simón Bolívar, además de las divisiones de la aviación naval y unidades de marines.

Las unidades de aviación naval incluyen un escuadrón de helicópteros para guerra antisubmarina Bell-212 (5 vehículos), una unidad de aviación de patrulla compuesta por  dos aviones C-212-200, un escuadrón de transporte de 4 aviones C-212, dos aviones King Air Beech C-200 y C-90 y un avión Turbo Commander. Además, la aviación naval tiene un escuadrón de 6 helicópteros de transporte Mi-17 y 6 helicópteros Bell-412.

Tanquista venezolano

Las unidades de infantería marina  nominalmente forman parte de una división, pero esta estructura militar se encuentra actualmente en estado de formación. El número total de infantes de marina se estima en 15.000 personas; estructuralmente, el compuesto consta de dos brigadas de tres batallones, una brigada fluvial fronteriza, una brigada de operaciones especiales, una brigada de ingeniería, un batallón de comunicaciones y una unidad artística de la división. El punto débil de este tipo de tropas es el equipo técnico, puesto que los únicos vehículos blindados son 10 anfibios con orugas AAVP-7A1, 37 carros blindados Engesa EE-11 Urutu de producción brasileña y 15 vehículos de combate de infantería ZBD2000 (VN-18) y ZBL-09, suministrados desde China. La artillería de los marines está compuesta por 18 cañones italianos OTO Melara Mod 56. A diferencia del resto de las unidades, el equipo de operaciones especiales goza del mejor equipamiento y armas. En particular, las fuerzas especiales están armadas con fusiles de asalto de origen ruso AK-103, una de las versiones más modernas del Kalashnikov.

Militar armada con un AK-103

En general, la flota venezolana se encuentra en buen estado  en comparación con los países de América del Sur y es capaz de realizar operaciones de combate exitosas contra sus vecinos en la región. La presencia de fragatas misileras la convierte en un adversario peligroso para la Armada del vecino Brasil. Sin embargo, en el caso de interviniera Estados Unidos, el resultado de la batalla marítima se determinaría rápidamente. No hay prácticamente nada que Venezuela pueda contrarrestar a un grupo de ataque con portaaviones estadounidense.

Un K-8W venezolano

El estado de la Fuerza Aérea del país presenta un cuadro más optimista. Venezuela programó una renovación seria de la flota aérea  aun durante el gobierno de Chávez. Hoy en día el ejército venezolano dispone de dos escuadrillas de aviones de caza F-16 (hasta 21 unidades), otras dos, de Sujoi  Su-30MKV (23 unidades), dos escuadrillas de máquinas de entrenamiento Karakorum K-8W de fabricación china que pueden usarse como aviones de ataque ligeros; 3 escuadrillas de ataque que están compuestas de 4 a 7 aviones de ataque ligeros Bronwell OV-10A / E Bronco y al menos 16 unidades de Embraer EMB 312 Tucano. Como parte de la Fuerza Aérea del país hay dos  escuadrillas de aviones de carga y tres, de helicópteros. En total, estas escuadrillas constan de 8 aviones Shaanxi Y-8, seis Lockheed C-130H Hercules, dos Cessna 182N Skylane, así como 8 helicópteros Mi-17, diez Cougar y doce Super Puma. Venezuela no dispone de divisiones de helicópteros de ataque, estos tipos están integrados en la aviación del ejército.

Su-30 venezolano

Las fuerzas aéreas venezolanas son, de hecho, las más modernas de América del Sur. La presencia de los cazas Su-30MKV permite alcanzar superioridad en el aire en el caso de una guerra con Brasil, que tiene una flota significativa pero obsoleta y, además, en comparación con Colombia, cuyos aviones se centran principalmente en operaciones de lucha contra la guerrilla. Los puntos débiles de la Fuerza Aérea de Venezuela incluyen su componente de ataque, que en realidad consiste en aviones de ataque ligeros. Los F-16 y el los Su-30MKV son capaces de operar como cazas y bombarderos de combate, pero no resuelven completamente el problema. Sin embargo, la presencia de un gran número de aviones de ataque ligeros permite luchar contra las milicias de la oposición, en los casos en que se usan tácticas de redadas desde territorios adyacentes, siguiendo el ejemplo de los Contras en Nicaragua en la década de los ochenta, para combatir las fuerzas de Maduro. Otro punto débil de la aviación venezolana es la presencia de los vehículos aéreos no tripulado, o UAVs. Los aparatos de ataque de este tipo están completamente ausentes, el número de los vehículos de reconocimiento es extremadamente limitado. Por lo general, se  trata de cuadricópteros banales. Los conflictos recientes han demostrado el papel de los UAVs en la guerra moderna, y podrían aplicarse de manera particularmente efectiva en las condiciones de Venezuela.

Mi-17 venezolano

Los sistemas de defensa antiaérea venezolanas son bastante variadas. Así, las Fuerzas Armadas tienen varios sistemas rusos como el de misiles de defensa aérea S-300 bastante modernos (dos divisiones con un total de 24 unidades), el sistema de defensa aérea Buk-M2E (12 unidades), el sistema de defensa aérea Tor (12 unidades) y una cantidad significativa de  los Pechora, sistemas de misiles de defensa aérea obsoletos.

Sistema Pechora venezolano

El Ministerio de Defensa tenía previsto equipar 11 divisiones en total, aunque el número exacto de complejos disponibles se desconoce. Las fuerzas armadas venezolanas tienen un número significativo de misiles lanzados desde el hombro 9K38 Igla de defensa cercana y sobre el campo de batalla. Además, la defensa aérea del país cuenta con un total de más de 440 cañones antiaéreos, incluido el ZU-23-2. Por supuesto, estas armas no representan una amenaza seria para aviones de combate modernos, pero  son capaces de resistir a aviones de ataque ligero y helicópteros en una selva.

En general, los sistemas de defensa aérea del país podrían  enfrentar efectivamente la aviación de cualquiera de sus vecinos en la región, pero no pueden repeler los misiles y los ataques aéreos de Estados Unidos.

Las fuerzas terrestres de la república consisten en una división división acorazada (4ª división), una mecanizada (9ª división) y tres divisiones de infantería. El número total de fuerzas terrestres se estima en 63 mil personas.

La 4ª División acorazada incluye las brigadas blindadas 41 y 11, la 43ª Brigada de Artillería y la 42ª Brigada Aerotransportada. La 41ª Brigada es la unidad más moderna del ejército venezolano. Sus batallones están armados con tanques T-72B1V, el batallón de infantería dispone del vehículo BMP-3. La 11ª brigada está armada con tanques AMX-30 obsoletos, de fabricación francesa.

La 9ª División Mecanizada consta de la 91ª brigada de caballería motorizada en el carro blindado  BTR-80, una brigada de guardabosques (llaneros) y una brigada de seguridad.

La 1ª División de Infantería consiste en la 24ª Brigada Mecanizada con los vehículos blindados  BTR-80A y BMP-3, una brigada acorazada, que de hecho no se ha formado una brigada de guardabosques y una brigada de suministro. Aun no se efectuado el suministro planeado de los tanques T-72B1V a la 11ª Brigada de Infantería, lo que podría posibilitar su conversión  en una unidad acorazada.

La 2ª División de Infantería está formada con  la 25ª Brigada Mecanizada (con los vehículos BTR-80A y BMP-3) y la 21ª Brigada de Infantería y Minería.

Detalle de un BMP-3 venezolano

La 3ª División de Infantería consta de la 31ª brigada mecanizada (con los vehículos  BTR-80A y BMP-3), así como brigadas de guardabosques, comunicaciones y policía militar.

Las fuerzas terrestres de Venezuela disponen de un total de 92 tanques T-72B1V que son de los más modernos del continente, 80 tanques de fabricación francesa AMX-30 que se mantienen en servicio gracias a los repuestos españoles, 31 tanques ligeros AMX-13 Scorpion, 78 tanques ligeros Scorpion, 123 BMP-3, 114 BTR-80A, 40 BMP Dragoon -300 , 80 vehículos de reconocimiento de combate (BRM) V-100 y V-150, así como de 40  vehículos de prospección " Dragón ".

Los cañones autopropulsados que están a disposición del ejército venezolano son los siguientes:  48 2S19 MSTA-S, 12 cañones AMX-13 F3 AM y 13 unidades 2S23 Nona-SVK. La artillería remolcada consta de 12 obuses M114 de 155 mm, 40 cañones M101A1 de 105 mm, 40 cañones  OTO Melara Mod 56 de 105 mm. Además, las Fuerzas Armadas de Venezuela cuentan con 24 lanzacohetes múltiples BM-21 Grad, 12 lanzacohetes múltiple Smerch y 20 unidades de LAR-160 de producción israelí, así como un número significativo de morteros.

T-72 venezolano

Cabe destacar que las brigadas de infantería del ejército venezolano no están armadas con vehículos de combate de infantería y vehículos blindados de personal. Sin embargo, en condiciones en las que una parte importante del territorio de Venezuela está cubierta de selva, el uso masivo de vehículos blindados no se antoja evidente; serán  las acciones de las unidades pedestres que harán el mayor esfuerzo. Este es precisamente el motivo de la presencia en las divisiones de tres brigadas de guardabosques que anteriormente formaban parte de la 5ª división forestal, la cual realizaba operaciones contra los narcotraficantes en la zona fronteriza. Por lo general, las fuerzas terrestres de la república son superan con creces a los ejércitos de sus vecinos en términos de equipamiento con armas pesadas. Por ejemplo, el ejército colombiano no tiene tanques, las fuerzas armadas de Brasil están dotadas de 600 vehículos, pero toda su flota de tanques está moralmente y físicamente obsoleta.

Así mismo el Ejército tiene un importante componente aéreo con helicópteros norteamericanos del tipo UH-1 Huey, los cuales eso sí parecen estar parcialmente inoperativos, pero sobre todo por las naves de origen ruso, los 10 del tipo Mi-35 y los 16 del tipo Mi-17.

Junto con las fuerzas armadas, las estructuras de poder incluyen las unidades de la milicia nacional bolivariana, que incluye a más de 220 mil personas. Por supuesto, su nivel de entrenamiento de combate y armamento no es comparable al del ejército regular, pero una gran estructura aprovisionada de armas pequeñas y formada por combatientes motivados puede actuar como una reserva de movilización para las Fuerzas Armadas, además de luchar como formaciones irregulares.

Mi-35 venezolano

En general, las fuerzas armadas de Venezuela son totalmente capaces de repeler cualquier agresión externa de sus vecinos en la región. En términos de armamento y equipo, el ejército del país es uno de los líderes en América Latina. A primera vista, el ejército venezolano tiene una pequeña cantidad de armas pesadas, pero es perfectamente adecuado para realizar operaciones de combate en la jungla.

Sin embargo, las fuerzas armadas venezolanas también tienen varios inconvenientes importantes. En particular, el ejército prácticamente no tiene experiencia en combate. Es cierto que el ejército del vecino Brasil tampoco la tiene. Otro problema, y ​​quizás más significativo para Maduro, es la situación interna en el ejército. La crisis socioeconómica en el país causó descontento con el régimen gobernante, incluso dentro de las fuerzas armadas. Esto se evidencia en las numerosas complots entre los militares que han tenido como meta derrocar a Maduro. En este momento, la situación en el país se ha desarrollado de tal manera que la cuestión de quién gobernará a Venezuela en un futuro cercano depende en gran medida de la afinidad del ejército.

Parece que de momento nadie se ha planteado la utilización de las FF.AA. venezolanas para reprimir las protestas o afianzar a alguien concreto en el poder mediante el uso de fuerza. En cuanto a poner freno a una intervención extranjera parece que Venezuela tiene las fuerzas necesarias para anteponerse a cualquiera de sus vecinos, pero poco podría hacer contras los EE.UU. si estos deciden intervenir. China y Rusia se encuentran demasiado lejos para poder intervenir en este teatro de operaciones.