La "mala suerte" de Memorial en su lucha por los derechos civiles en Rusia

La "mala suerte" de Memorial en su lucha por los derechos civiles en Rusia
El 3 de abril de 2018, el tribunal de la ciudad de Petrozavodsk, en el norte de Rusia, emitía el veredicto del caso de Yuri Dmítriev. Durante años este historiador de 63 años había sido el jefe de la filial regional de la sociedad científica y benéfica Memorial, cuyo objetivo principal es la investigación de las represalias masivas en la historia de la URSS y casos de violación de los derechos humanos en la Rusia actual. Dmítriev se enfrentaba a una condena carcelaria de 9 años por abuso sexual a un menor de doce años, la producción de pornografía infantil y tenencia ilegal de armas de fuego. El caso de Dmítriev no fue ni el primero ni el último en la cadena de adversidades que recientemente han sufrido los miembros de Memorial en diferentes regiones de Rusia. La organización Memorial fue fundada en 1987 en Moscú como una entidad sin ánimo de lucro; su primer presidente fue el físico nuclear y el Premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov, que además fue activista en favor de los derechos humanos y las libertades democráticas. En la actualidad, la organización está compuesta por docenas de filiales en Rusia, Alemania, Kazajstán, Italia, la República Checa, Bélgica, Francia y Ucrania, que realizan proyectos de investigación, formación y defensa de derechos. El logo de la sociedad Memorial El centro histórico-científico Memorial lleva a cabo numerosos programas de investigación, algunos de los cuales tratan de la historia de la red de los campos de concentración soviéticos del GULAG, la historia de los órganos represivos en la URSS, la historia de la resistencia socialista al régimen, la persecución por la fe, historia de la disidencia en la URSS, y la topografía del terror rojo. Memorial ha editado y publicado varios libros y antologías con los resultados de la investigación. En el marco de la defensa de los derechos humanos, Memorial se dedica, entre otras cosas, a la investigación de los casos de violación de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario en zonas de conflicto de masas, la prestación de asistencia jurídica a los refugiados y las personas desplazadas. En 2014, la organización publicó una lista de presos políticos en Rusia, que incluía a docenas de ciudadanos rusos. El archivo, la biblioteca y el museo de la sociedad Memorial están en Moscú y albergan  las mayores colecciones abiertas de documentos, libros y publicaciones periódicas, materiales de museos (cosas, obras de arte, etc.) relacionados con la historia de la represión, la resistencia al régimen y la disidencia en la URSS. La organización es participante también del Consejo de Europa y ha recibido numerosos galardones europeos y de la ONU.
  • Persecución política
Sin embargo, a lo largo de los años Memorial se ha visto implicado, en más de una ocasión, en desencuentros con las autoridades rusas. En diciembre de 2009, apoyó la iniciativa de la red LGBT rusa de reconocer a los homosexuales condenados en la URSS como víctimas de la represión política. En abril de 2012, se encontraba en el centro de un escándalo con la divulgación de documentos secretos de los Archivos del Servicio Federal de Seguridad  de Rusia (FSB) que recogían datos sobre la ejecución extrajudicial de miembros de la organización militar polaca Armia Krajowa por los cuerpos de seguridad del Estado soviético en 1945 . En julio de 2012, el entonces director de Memorial, Oleg Orlov, anunció que la sociedad no renunciaría a aportaciones económicas extranjeras, aunque tampoco tenía previsto cumplir los requisitos de la Ley de organizaciones sin fines de lucro y registrarse como agente extranjero. En mayo de 2013, la Fiscalía General de la Federación de Rusia declaró que el Centro de Derechos Humanos de Memorial estaba involucrado en actividades políticas en Rusia, estableciéndose el objetivo de "influir en la opinión pública dentro del país", mientras que la financiación de la organización proviene de Estados Unidos. Por su parte, Memorial tiene publicada en su web una lista de patrocinadores, entre los cuales se encuentran ACNUR, la Comisión Europea, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y varias embajadas en Moscú. Yuri Dmítriev dirigía la filial del Centro de derechos humanos Memorial en la república de Karelia y desde la década de 1990 se dedicó a la investigación de las represiones, incluida la búsqueda de lugares de ejecución y fosas comunes. El mayor descubrimiento de la expedición de Dmitriev fue el cementerio clandestino en el macizo forestal de Sandarmoj, donde en 1997 encontraron una fosa común para las víctimas de represiones de la década de 1930 con  los restos de más de 9.500 personas de 58 nacionalidades. Las expediciones de Dmítriev encontraron otras fosas comunes de la época del Gran terror de Stalin, en Krasny Bor y las islas Solovetsky. Yuri Dmítriev, durante un evento conmemorativo en el cementerio clandestino de Sandarmoj, en 2013 Dmítriev fue arrestado en diciembre de 2016. Según los investigadores, desde 2008 hasta 2015, el historiador fotografió repetidamente a su hija adolescente desnuda para la producción de pornografía infantil y, además, abusó de ella sexualmente. El historiador se declara inocente. Explicó que el álbum de fotos era necesario para controlar la condición física de la niña, ya que en Rusia hay un control estricto sobre los casos de maltrato de los hijos adoptivos. Las fotografías supuestamente servían para demostrar que la niña no había sido agredida. El arresto de Dmítriev levantó una ola de indignación en la sociedad rusa; muchos creían que tanto el delito como las pruebas habían sido  falsificadas. Una petición a favor de su liberación, publicada en la página Change.org, recogió más de 5.000 firmas en cinco días. En abril de 2018, Dmítriev fue absuelto por el Tribunal Municipal de Petrozavodsk en el caso de pornografía infantil, pero fue declarado culpable en virtud del artículo sobre la posesión de armas (según algunas fuentes, tenía un viejo rifle, que el peritaje no había considerado un arma vigente). La sentencia fue de dos años y seis meses de cárcel, que posteriormente se transformó en el emplazamiento. En junio de 2018, el Comité de Investigación abrió una nueva causa penal contra Dmítriev, esta vez sobre la agresión sexual a la hija adoptiva. El historiador quedó  arrestado hasta el 25 de marzo de 2019. Curiosamente, otro miembro de las expediciones, Serguéi Koltyrin, de 66 años, fue detenido en octubre de 2018, por su supuesta implicación en el abuso sexual de un menor de 13 años. Koltyrin había sido director del Museo de etnografía territorial, bajo cuya jurisdicción estaba la fosa común de Sandarmoj. Su entorno - familiares, vecinos, amigos - no ponen en duda que el caso penal tiene que ver con el descubrimiento en Sandarmoj. A día de hoy, Koltyrin está en un centro de prisión preventiva, a la espera del juicio. Serguéi Koltyrin, un miembro de las expediciones de Dmítriev, está acusado de abuso sexual de un menor A la organización tampoco le va demasiado bien en otra región de Rusia, el Cáucaso del Norte. El jefe de la filial de Memorial en Chechenia, Oyub Titiev, fue arrestado  por posesión de drogas el 9 de enero de 2018 la ciudad de Grozny. Unos días más tarde, la noche del 17 de enero, se incendió la oficina de Memorial en Nazrán, la capital de la vecina república rusa de Ingushetia. En 1993-1994, los miembros de la organización estaban investigando las consecuencias del conflicto entre los pueblos osetio e ingush; ambas repúblicas reclamaron el distrito de Prigorodny en Osetia del Norte. Desde el comienzo de la primera guerra de Chechenia en 1994, los empleados de Memorial han registrado los hechos de las ejecuciones extrajudiciales,  torturas y otras violaciones de los derechos humanos, tanto por parte de los militantes como por el ejército ruso. En 2007 el entonces director de Memorial, Oleg Orlov, y tres corresponsales de televisión llegaron a Ingushetia para asistir a una manifestación. Unos desconocidos les secuestraron directamente del hotel, les cubrieron las cabezas con sacos y los llevaron más de una hora en coche hasta un lugar donde les echaron del vehículo gritando que no volvieran a pisar aquella tierra. La policía regional se negó a abrir la investigación. La activista de derechos humanos Natalia Estemirova comenzó a trabajar en la oficina de Memorial en la capital chechena en noviembre de 2001. Ella identificó y documentó las acciones ilegales de los oficiales de seguridad rusos y chechenos, las ejecuciones extrajudiciales y los secuestros de personas en Chechenia e Ingushetia, y declaró en reiteradas ocasiones la implicación del presidente checheno, Ramzán Kadyrov. La defensora de derechos civiles Natalia Estemirova, asesinada en Chechenia en 2009 [Fuente: Svoboda.org]El 15 de julio de 2009, en Grozny unos desconocidos secuestraron a Natalya Estemirova. Unas horas más tarde, su cuerpo con heridas de bala fue encontrado en Nazrán, la capital de Ingushetia, cerca de la frontera con Chechenia. Los autores del asesinato no han sido identificados. Oyub Titíev, el actual director de Memorial en Chechenia, fue arrestado en enero de 2018. El Ministerio del Interior de Chechenia informó que se encontró una “bolsa de polímero con una sustancia vegetal con un olor específico a marihuana que pesaba alrededor de 180 gramos” en el automóvil del activista de derechos humanos. El pasado 1 de abril el Tribunal regional de Chechenia declaró a Titíev culpable y le condenó a cuatro años de cárcel. El defensor de derechos no piensa presentar un recurso. Tras cumplir la condena, Titíev quiere volver a la actividad en el Centro de Derechos Humanos Memorial, en la que ve el sentido de su vida, y "continuar trabajando en los proyectos interrumpidas en enero de 2018". Oyub Titíev, tras la emisión del veredicto.
[Fuente: DOSH]Los colegas de Titíev y otros defensores de los derechos humanos en Chechenia llevan tiempo sin comunicar los detalles de su actividad para no poner en peligro a nadie. Según una fuente periodística, en 2017 Titíev investigó las circunstancias de la ejecución masiva de unas treinta personas que habían sido declarado extremistas. Los empleados de Memorial en Ingushetia no sufrieron en el incendio del 17 de enero, pero los ordenadores,  muebles y documentos se quemaron completamente. Las autoridades no ofrecieron una versión oficial del incendio, pero en el despacho del director, Timur Akíev, los bomberos encontraron una botella de plástico derretida que olía a queroseno. Las cámaras de vigilancia registraron que, por la noche, un automóvil se paró al lado del edificio, dos hombres enmascarados salieron del coche y uno de ellos, con ayuda de una escalera, arrojó una botella de plástico por la ventana. Los desafortunados acontecimientos que suceden a los miembros de Memorial parecen importar poco, o nada, al Kremlin. Los casos de Yuri Dmítriev y Serguéi Koltyrin, a pesar de haber dejado gran impacto en la sociedad, no merecieron una respuesta oficial del Gobierno. En cuanto a las adversidades que sufrió Memorial en el Cáucaso del Norte, el portavoz de Vladímir Putin instó a no sacar conclusiones generalizadas sobre la opresión de los defensores de los derechos humanos en Chechenia. "La investigación está en curso y, de hecho, solo los instructores son competentes para determinar si estas acusaciones están fundamentadas", dijo Dmitri Peskov sobre el caso de Oyub Titíev. Hablando del incidente en Nazrán, Peskov dijo que Chechenia e Ingushetia “son dos repúblicas diferentes, dos entidades constitutivas diferentes de la Federación Rusa".