En marzo de 1944 el joven George Junius Stinney Jr. fue condenado por el asesinato de dos niñas de 11 y 8 años en la ciudad de Alcolu, en Carolina del Sur y unos meses más tarde, con tan solo 14 años, se convertía en la primera persona más joven ejecutada en la silla eléctrica en Estados Unidos en el siglo XX. En aquellos años la ciudad en la que vivían estaba dividida por el ferrocarril. A un lado se encontraban los “blancos” y a otro los “negros”. Las niñas (blancas) cogieron sus bicicletas y fueron a la parte “negra” donde desaparecieron. Ambas aparecieron en una zanja de agua con golpes en el cráneo. Algunos testigos aseguraron que las chicas habían hablado con el chico (negro), incluso tres policías afirmaron que el joven había confesado el crimen, aunque el reconocimiento nunca se hizo por escrito. La familia de George fue obligada a abandonar la ciudad y el chico tuvo que enfrentarse solo a todo su encarcelamiento y su juicio.   George entrando en su celda junto a su compañero. FUENTE: EL COMERCIO   Pero lo más sorprendente de este caso, es que en 2013 un excompañero de celda del joven, aseguró que George le había confesado que el nunca había cometido los asesinatos y que se había visto obligado a confesar los crímenes por la presión de la policía. Fue entonces cuando la abogada de la familia consiguió que el juicio se repitiera alegando su inocencia con pruebas. Entre ellas el hecho de que la viga con la que las chicas fueron golpeadas en el cráneo pesaba unos 20 kilos, y que el chico no podía tener la suficiente fuerza para golpearlas con ella hasta asesinarlas. En 2014 la justicia dictaminó que el chico no había recibido un juicio justo y lo declararon inocente. Lo malo es que esta sentencia llegaba 70 años tarde para el pobre George.   Tumba de George. FUENTE: ANDREW J. WHITAKER   El caso del joven inspiró la novela “Carolina Skeletons” y después su historia fue llevada al cine con una película que llevaba el mismo nombre que la novela.     Como curiosidad y a modo de coincidencia, si en 1944 George se convertía en el primer menor de edad ajusticiado en la silla eléctrica, 45 años antes, justo un 20 de marzo de 1899 Martha M. Place, se convertía en la primera mujer sentenciada para morir en la silla eléctrica. Acusada del asesinato de su hijastra, la mujer moría ejecutada el 8 de abril del mismo año. Martha Place, primera mujer en morir en la silla eléctrica. FUENTE: SWORD AND SCALE