Durante estos días circula por las redes sociales la foto que encabea este artículo y que, muy probablemente, te haya provocado una sonrisa. Incluso, puede que la hayas retuiteado o compartido por WhatsApp. Si lo has hecho, igual también puedes compartir este artículo.

Pero, ¿qué historia hay detrás de esta imagen? Se trata de una foto antigua, del año 2011 cuando Ernesto Navas perdió un combate contra Jonathan Leon. Pero tal y como está el panorama político, no es de extrañar que vuelvan a resurgir este tipo de fotos, resaltando la idiotez de aquellos que se creen mejor por el color de su piel o por nacer en un país determinado.

En ella vemos a Ernesto Navas, un boxeador neonazi de Barcelona, y su cara de humillación cuando lo que él considera un "ser inferior" le gana en una pelea del MMA celebrado en el polideportivo de La Cartuja, en Zaragoza, el 25 Junio 2011 dentro dela XXI edición del evento Hombres de Honor.

Ernesto Navas presenta un gran tatuaje con una esvástica nazi a modo de brazalete y otro con un prominente "Rudolh Hess" en el pecho, en honor al histórico dirigente de la Alemania nazi. También conocido como "Perro de pelea", estuvo implicado en peleas y en intentos de homicidio, en casos   como la paliza a tres jóvenes redskins y el apuñalamiento a uno de ellos en el metro de Camp del Arpa, en octubre de 2006, cuando Navas todavía era menor de edad.

Tras dos años en libertad vigilada y una "reinserción social" posibilitada gracias al programa de luchadores marginales. Por cierto, parece que no se le da especialmente bien viendo el histórico de sus peleas 17 derrotas frente a 4 victorias.

Pero en el gimnasio de Nou Barris coincidiría con miembros del futuro grupo Desokupa del que pasaría a formar parte. Desokupa es una empresa especializada en desalojar viviendas ocupadas mediante la violencia, amenazas y coacciones y el historial neonazi de los matones que realizan el trabajo sucio.