De camino a la ciudad sostenible

De camino a la ciudad sostenible
Las amenazas medioambientales y climáticas, hace plantear un nuevo modelo de ciudad mas verde y sostenible con el fin de reducir los daños a nuestro planeta y nuestros pulmones. Los políticos no lo ponen fácil, en múltiples cumbres mundiales nunca se llegan a poner de acuerdo para solucionar un problema que nos implica a todos, a pesar de varios estudios sobre los beneficios económicos de tener una ciudad verde y como nos hace más felices respirar un aire más puro. Pero a veces salen noticias que nos hacen ver un halo de esperanza. París por su parte ya tiene puesta en marcha una nueva economía circular con el objetivo de proteger jardines y promover el desarrollo de actuaciones ecológicas en la ciudad. Además, cualquier parisino podrá cultivar su propia cosecha en cualquier parte de la ciudad. Se pretende conseguir más de 100 hectáreas que pasen a ser verdes. Para ello aprovecharán lugares muy peculiares, como paredes para hacer un jardín vertical, fachadas, azoteas, jardines públicos y espacios desaprovechados repartidos por toda la ciudad. Por otra parte, se están abriendo caminos interesantes de propuestas de mobiliario urbano y proyectos de paisajismo que apuestan por un entorno más verde, eficiente y habitable. Las propuestas más innovadoras son un adelanto de las ciudades ecológicas del futuro. Entre otras muchas posibilidades, destaca como recurso más utilizado la generación de energía fotovoltaica para la recarga de dispositivos móviles, el alumbrado público o cualquier otra utilidad ciudadana. O como le comentábamos hace pocos días, carreteras solares que permitirían cargar coches eléctricos, como así también podría ofrecer en la ciudad luz para sus farolas y semáforos. Actualmente, los edificios consumen el 42% de toda la energía eléctrica a nivel mundial. La evolución urbanita pasarían por los edificios inteligentes que se caracterizaría por ser capaces de autoabastecerse a partir de energía de origen renovable y por una correcta gestión del agua que es otra de las cuestiones críticas para el futuro del planeta. Edificios que recogerían y almacenarían el agua de lluvia, la tratarían in situ (agua de lluvia, aguas grises y/o aguas negras) para su reciclaje y posterior consumo en el propio edificio, realizando un consumo más que responsable de este recurso. En teoría, todo es posible, sobre todo teniendo en cuenta las nuevas tecnologías que podrían ayudar a que respeto ambiental se tradujera en ventajas para una vida urbanita más verde y sana. El problema de las ecocities, como mencionan sus críticos, radica básicamente en la dificultad de crear una urbe nueva que cumpla con una serie de directrices ecológicas sin tener en cuenta  la realidad de las ciudades actuales. Así, mientras estamos de camino a este modelode ciudad, de momento nos queda aportar nuestro granito de arena, reciclando o gestionando correctamente nuestros recursos naturales (ya existen muebles futuristas eco-friendly que nos ayudan a hacerlo).