¿Cómo decrecer de modo justo para todo el mundo?

El informe "Los límites del crecimiento" fue publicado en 1972, alertando ya entonces de que si se mantenía el ritmo de incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de recursos naturales de ese momento, la Tierra alcanzaría su límite en los siguientes cien años. Lo hemos ignorado desde entonces.
La comunidad científica tiene ya bastante claro que la reducción de la esfera material de la economía es simplemente un dato, no una opción. La economía decrecerá materialmente sí o sí. El asunto es que lo haga dejando mucha gente atrás o a través de un transición justa que debe ser planificada y explicada. Las soluciones no son solo tecnológicas. El Green New Deal por el que algunas voces apuestan simplemente no es viable: es una falsa solución.

Por Yayo Herreroelcritic.cat

Desde que se publicase a comienzos de los 70, el informe Meadows sobre los límites al crecimiento, la crisis ecosocial ha adquirido cotas dramáticas. Hoy nos enfrentamos a la desestabilización global de los ecosistemas y ciclos naturales y sus consecuencias desastrosas para la vida, los territorios y el bienestar de sectores crecientes de población.

El funcionamiento del capitalismo mundializado ha desbaratado las reglas dinámicas que organizaban el mundo vivo. La economía, sin límites, explota velozmente minerales, petróleo, ríos, animales y personas, excreta residuos que contaminan la tierra, el aire y el agua, abre fracturas violentas entre poblaciones cada vez más desiguales y expulsa jirones de vida.

Se ha sobrepasado el pico del petróleo convencional. Las energías renovables, con tasas de retorno energético menores, y dependientes de minerales declinantes, no pueden sostener la dimensión de la economía actual, sobre todo si esos minerales son también demandados para electrificar el transporte y digitalizar y robotizar la economía.

Los países enriquecidos tienen huellas ecológicas que exceden sus territorios. Quienes están amparados por el poder económico, político y militar acaparan un “espacio vital” mayor del que les corresponde. El extractivismo y el cambio climático provocan expulsiones y migraciones forzosas que no han hecho más que empezar y que no son abordadas como problemas políticos, sino securitarios. La población “sobrante” es presentada como una amenaza para justificar políticamente su abandono.

Una parte del poder político y económico, en contra de la mejor información científica disponible, niega la realidad e impulsa un capitalismo del desastre. Desde otras posiciones se apuesta por un crecimiento verde que no es viable y puede hacer más profundala emergencia civilizatoria.

Algunas voces apuestan por un Green New Deal, pero esto ya no es viable: es una falsa solución

El Instituto de Ciencia y Tecnología (ICTA-UAB) y la Goldsmiths University of London han examinado las políticas de crecimiento verde que proponen el Banco Mundial, la OCDE y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Concluyen que, si bien se podrían lograr en países con altos ingresos en condiciones optimistas y poco realistas, incluso en esos lugares no se sostendrían a largo plazo y no beneficiarían a todas las personas.

La conclusión de los investigadores es que el crecimiento verde carece de respaldo empírico y supone una apuesta por las falsas soluciones. Añaden que para encarar el problema y llegar a umbrales seguros, serían necesarias estrategias de decrecimiento material justo.

Lo que la comunidad científica plantea es que la reducción de la esfera material de la economía es simplemente un dato, no una opción. La economía decrecerá materialmente sí o sí. El asunto es que lo haga dejando mucha gente atrás o a través de un transición justa que debe ser planificada y explicada. Las soluciones no son solo tecnológicas. Necesitamos que la economía y la política se centren en la resiliencia y la protección, que en modo alguno están garantizadas si la prioridad es el crecimiento económico y los beneficios privados.

Da igual como llamemos al proyecto. Lo importante es lo que este persigue. Un Green New Deal que no esté guiado por la reducción de la esfera material de la economía será simple capitalismo verde. Un decrecimiento global forzoso que no sea radicalmente justo puede derivar en ecofascismo. La clave es rediseñar los metabolismos sociales de forma que los principio de suficiencia y el reparto permitan reorganizar la vida en común.

 

 

Yayo Herrero es una antropóloga, ingeniera, profesora y activista ecofeminista española. Es una de las investigadoras más influyentes en el ámbito ecofeminista y ecosocialista a nivel europeo.

* Este artículo está publicado en catalán originalmente en la revista en papel ‘Crisi o Vida’, editada por CRÍTIC y Pol·len