Casado y sus mentiras sobre el aborto
Parece que el lider del PP, Pablo Casado se quiere ir apropiando del programa de VOX. Un viaje aún más a la derecha en la misma semana en el que un informe de la Guardia Civil sobre la financiación irregular del Partido Popular a través de la trama Púnica revela que un acto de las Nuevas Generaciones que presidía en 2012 Casado fue abonado con facturas falsas. Ha ido soltando discursos incendiarios contra Pedro Sánchez (con multitud de descalificaciones entre ellas, Mediocre, Traidor e Ilegítimo...), convocando una manifestación contra el Gobierno y ayer mismo en una entrevista con la agencia EFE reabría el debate del aborto apostando por volver a la ley de supuestos, la norma que reguló el aborto en España desde los años 80 hasta 2010 en la que solo se despenalizaba el aborto en los supuestos de violación, riesgos para la salud física y psíquica de la madre y malformación en el feto.
Un viaje al pasado que defendía con mentiras y medias verdades que a continuación intentaremos desmontar:
Casado: "No entiendo como en un país desarrollado puede tener un aborto libre hasta la semana 20 o 22 en ciertos supuestos"
Realidad: La norma actual considera el aborto libre solo hasta la semana 14 de gestación. Sólo hasta la semana 22 cuando exista "grave riesgo para la vida o la salud de la embaraza", "graves anomalías" en el feto o bien cuando se detecten "anomalías fetales incompatibles con la vida" o "una enfermedad extremadamente grave e incurable". En los tres casos tienen que acreditarse mediante informes médicos de un profesional o varios (según el supuesto) que no sean el que dirija o practique el aborto.
Casado: "Hay legislaciones de países supuestamente más avanzados que nosotros, con más impuestos que nosotros en las que por lo menos hay información a la madre, que es una vida que no es un tumor"
Realidad: La actual ley de plazos regula información previa que debe darse a las mujeres antes de practicar un aborto. En las interrupciones voluntarias hasta la semana 14 se informa "sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas" de apoyo a la maternidad, los derechos laborales vinculados al embarazo y la maternidad, los beneficios fiscales o centros de asesoramiento. Establece, además, un plazo de tres días entre que se aporta esa información y se practica la intervención. En los supuestos de enfermedad y malformaciones graves o incompatibles con la vida, además de lo anterior las mujeres también reciben información sobre ayudas a la discapacidad y la red de organizaciones de apoyo.
Casado: La declaración de Casado que más titulares ha acaparado es las relacionadas con las pensiones, "Creo que tenemos que hacer un análisis de qué sociedad estamos construyendo y, sobre todo, que eso a la izquierda se le da muy mal, si queremos financiar las pensiones y la salud debemos pensar en cómo tener más niños y no en cómo los abortamos"
Realidad: En una sociedad en las que muchas mujeres son discriminadas sociolaboralmente cuando se quedan embarazadas...¿El problema de las pensiones se soluciona con mas madres precarias, pobres y en exclusión social?.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística muestran que muchas mujeres tienen menos hijos que los que desearía. Tres de cada cuatro querrían tener al menos 2 hijos, sin embargo el indice de fecundidad en España es 1,3. Para aumentar la natalidad quizás primero hay que cambiar el sistema socioeconómico y dejar de focalizar el tema de la natalidad en las mujeres que por lo que sea no quieren serlo y apostar por todas las personas que si quieran y no puedan permitírselo.
Aparte está el tema de que cada vez se tienen hijos a una edad más tardía por lo que el proceso natural de tener más de un hijo se complica. El principal incentivo a la natalidad que se demanda es un aumento de la duración del permiso de maternidad y paternidad. El segundo incentivo es la "flexibilidad en el horario de trabajo para padres y madres con hijos pequeños."
En la UE la media de gasto público en las áreas de política familiar (permisos, ayudas, 0-3 años) superan el 3,5% del PIB, mientras en España queda por debajo del 1,5%.
Así, la solución de que haya más niños no pasa por obligar a nadie a ser madre y apostar por mejorar nuestro sistema social y laboral.