Aprobado el primer pacto migratorio mundial

Aprobado el primer pacto migratorio mundial
Las migraciones humanas son una de las principales fuentes de conflicto social en la actualidad, y su importancia irá creciendo con el paso de los años sin lugar a dudas. El cambio climático y los conflictos armados (entre otras razones) hacen que millones de personas se vean obligadas a dejar sus hogares para sobrevivir. En concreto, 250 millones de personas (el 3% de la población mundial) está en esta triste situación según la ONU. Para intentar organizar estas migraciones, hoy mismo se ha firmado el llamado Pacto Global por una Migración Segura, Ordenada y Regular, aprobado por una conferencia intergubernamental de la ONU a la que han asistido representantes de 165 países (de los 193 que la integran). El texto contiene 23 objetivos no vinculantes para los Estados que lo suscriben. A pesar de ser no vinculantes, 10 países se han opuesto frontalmente a este acuerdo. ¿Adivináis quien encabeza esta lista? Por supuesto, Estados Unidos. Trump ha intentado boicotear esta cumbre desde el principio, ejerciendo hasta el último momento notables presiones para que ciertos países no asistan. Austria, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Australia y Chile se han mostrado contrarias también. Israel lo tenía claro desde el principio por supuesto. Bélgica merece mención especial. La derecha nacionalista flamenca se negó a respaldar el acuerdo, por lo que finamente la delegación belga asistió a Marruecos, pero con su Gobierno roto. Foto: Juan Teixeira Pero las presiones no han venido solo desde Estados Unidos. En esta "Guerra Informativa" en la que nos hayamos inmersos, han sido muchos quienes han luchado para evitar este pacto, principalmente los grupos de poder neoliberales y nacionalistas. Para los primeros, lo único que merece una libertad de movimiento transnacional son los capitales, no las personas. Estas deben quedarse en sus países de origen y producir a bajo coste sin quejarse demasiado. Para los nacionalistas de todas las naciones, la inmigración es una baza política importantísima y, por lo tanto, debe mantenerse tal y como está. No se entiende de otra manera una oposición tan cerrada ante un pacto no vinculante, cuyo poder es meramente simbólico y cuyo borrador es débil en cuanto a los mecanismos de implementación, monitoreo y revisión. Entre los 23 objetivos que se fijan con este pacto, «salvar vidas»; «abordar y reducir la vulnerabilidad en la migración en origen y en tránsito»; «mejorar la protección y asistencia a lo largo de todo el ciclo migratorio»; «eliminar toda forma de discriminación; y «promover un discurso público» para evitar el llamamiento al miedo y a las narrativas peyorativas sobre los migrantes. Mejorar la readmisión de los migrantes en condiciones de dignidad y la lucha contra el tráfico migrantes y la trata de personas fueron igualmente puntos centrales del pacto. Todas las fotografías pertenecen a la serie "¿Y ahora qué?", realizada por Juan Teixeira en el campo de refugiados de Idomeni (Grecia). Puedes ver el reportaje completo pinchando aquí.