Nelson Mandela fue investido en el cargo de Presidente de Sudáfrica el 10 de mayo de 1994
Nelson Mandela luchó durante toda su vida contra el apartheid, o sistema de segregación racial que existió en Sudáfrica y Namibia hasta el año 1992 y fue un gran activista contra las injusticias de su país, algo que le costó 27 años de cárcel. Detenido en varias ocasiones y acusado de alta traición por organizar manifestaciones y boicots contra la República Sudafricana, siempre fue absuelto por falta de pruebas. En 1990 el Presidente, Freedrik De Klerk decidió ceder ante las afirmaciones que lo acusaban de segregación racial y legalizó el Congreso Nacional Africano, del que Mandela era presidente. Además puso en libertad a el activista y lo invitó a ser el interlocutor para negociar el desmantelamiento del aparthei. En 1993 el proceso de negociación terminó con éxito y Sudáfrica empezó su transición a una democracia multirracial.