¿Urbanizaremos Marte?

¿Urbanizaremos Marte?
Con la sobrepoblación del planeta, el desgaste de la Tierra por la mala gestión de sus recursos naturales y con su contaminación aplastante que producimos, hace que muchos empiecen a mirar otros planetas para el futuro de la humanidad. La solución podría estar en Marte, un equipo del Innovation Lab de Istituto Europeo di Design de Madrid, tiene su proyecto Algi, dirigido por el arquitecto Manuel Monteserín y ganó hace unos meses el concurso HP Mars Home Planet, un programa mundial de HP en colaboración con NASA en la que el reto consiste en diseñar hábitats humanos para la futura colonización del planeta Marte. Algi, sería además el nombre con el llamarían a la primera ciudad en Marte, en la que se formaría una sociedad colaborativa protegida por una membrana biológica que contiene algas y agua. Busca ser una ciudad sin desperdicios, implementando una alta participación ciudadana, una comunidad responsable que coexiste con el entorno. Todo esto sin desconectar de la Tierra, pues entre sus objetivos está ayudar a reciclar materiales terrestres que servirán en la nueva colonia. Por ejemplo los residuos de plástico de la Tierra y que contaminan nuestros oceanos serian llevados a Marte en forma de filamento que sirva para impresión 3D de estructuras. Lo más impresionante sería la inmensa cúpula compuesta de algas y agua y que abarcará toda la ciudad y cuyo diseño se basa en el de la forma del cuerpo de los peces. "Es el elemento central del diseño, que permitirá la vida en un nuevo planeta, al protegernos de la radiación solar y actuará como membrana para la colonia", comenta Nacho Martín, el director del IED Innovation Lab. "La fotosíntesis de las algas permitirá generar el oxígeno necesario para la ciudad", añade. La escafandra gigante se construirá con forma aerodinámica para aprovechar los fuertes vientos marcianos. El equipo propone además que los avances en sostenibilidad logrados en Algi, se trasladen a la Tierra progresivamente. Los primeros en llegar al planeta serían los drones, que se encargarían de buscar el lugar perfecto para el asentamiento e iniciarían la construcción de la membrana. Gran parte de la urbe se construirá con el material reutilizado proveniente de la Tierra y levantado gracias a impresoras 3D. El objetivo de reciclaje total se conseguirá mediante un sistema de compensación por conseguir determinados objetivos. "El trabajo de la sociedad se estructurará de forma colaborativa. Cuanto más recicles, más tokens obtienes (unidades de valor equivalentes al dinero)", apunta Martín. El proyecto ha sido desarrollado por un equipo de diez personas procedentes de diferentes disciplinas: ingenieros, pensadores, diseñadores, arquitectos... Con la mente puesta en la exploración del planeta rojo a partir de la próxima década, quieren que la colonización marciana cree modelos sociales más justos y cooperativos. Y que esto sirva de ensayo para futuros modelos de gestión terrícolas. La vida más allá de la atmósfera terrestre se vislumbra como una segunda oportunidad para no repetir los errores de esta civilización.