Un equipo de investigadores del MIT han desarrollado una píldora inteligente que se puede monitorear desde el móvil cuando esté en nuestro estómago, pudiendo liberar en el momento preciso los medicamentos necesarios para curar algún tipo de enfermedad. La cápsula también podría detectar infecciones o una reacción alérgica, facilitando que una característica secundaria en la propia píldora digital liberase antibióticos o antihistamínicos como respuesta. La creación se controla de forma externa mediante tecnología Bluetooth y se ensambla a través de técnicas de impresión 3D, un tipo de innovación con numerosas aplicaciones médicas. Cuenta con una batería de óxido de plata que la alimenta, aunque los investigadores están explorando otras fuentes de energía, incluido el ácido estomacal del propio usuario para hacerla funcionar. Su funcionamiento sería muy sencillo: una vez ingerida la píldora, la parte externa de la misma se disolvería al llegar a nuestro estómago, desvelando un pequeño dispositivo que se despliega en forma de "Y" con distintos compartimentos. Mediante esta forma, la píldora podría permanecer hasta un mes antes de separarse y pasar al tracto digestivo. “Nuestro sistema podría proporcionar monitoreo y tratamiento de circuito cerrado, mediante el cual una señal puede ayudar a guiar la administración de un medicamento o ajustar la dosis de un medicamento”, afirmó el profesor Giovanni Traverso, coautor de la investigación. La píldora contiene cuatro pequeños compartimentos para almacenar distintos medicamentos que pueden liberarse durante un periodo determinado, y todo ello controlado por el propio usuario o médico correspondiente. Se calcula que en un periodo de dos años la píldora inalámbrica pueda probarse en humanos.