Tortura y asesinato de la fisicoculturista Leyla Sarahí Evans

Tortura y asesinato de la fisicoculturista Leyla Sarahí Evans
Honduras está conmocionada desde que vecinos de la colonia Rivera Hernández de San Pedro Sula encontraron en la orilla de un río cercano, entre unos matorrales, el cuerpo decapitado de la fisicoculturista Leyla Sarahí Evans. La atleta, de 30 años y campeona nacional en 2016 llevaba desaparecida desde el pasado jueves de su casa en la colonia de la Planeta de La Lima, donde vivía con su marido, que en esos días se encontraba de viaje, y con su hija. El asesinato ha conmocionado al país al conocerse los detalles de la macabra muerte de la atleta. Según informa el diario La Republica, Evans fue torturada y posteriormente decapitada. Sus agresores también le cortaron el seno izquierdo. El cadáver, fue encontrado dentro de una bolsa negra, con las manos atadas y con un paño negro en a la cabeza. Según informan las fuerzas de seguridad, la corriente del rió Chamelecón pudo haber arrastrado a la deportista de un punto al otro. Cuando sus familiares encontraron el cuerpo, pudieron reconocerla por sus característicos tatuajes y por la ropa que llevaba puesta. https://twitter.com/HoyMismoTSI/status/1062028659454889984 Según informó el periódico El Proceso de Honduras, los familiares relatan que" fue sacada por la fuerza de su vivienda (…) por sujetos desconocidos que se la llevaron con rumbo incierto" Ese días pidieron ayuda a la autoridades de Honduras, pero, según comentan, hicieron caso omiso. "Yo pido justicia; su muerte fue por envidia, por ahí le vino eso. Ella no se metía con nadie, era una mujer sana, ella estaba llena de vida y triunfadora, se estaba alistando para ir a participar en una competición a Miami”,", manifestó la madre de Evans. Ronald Posadas, portavoz policial de San Pedro Sula, dijo que se encuentran a la espera del informe elaborado por agentes de Inspecciones Oculares, y de Medicina Forense para realizar las pesquisas correspondientes. Y agrega que, desde la denuncia, se hizo una espera de 24 horas, ya que no podían descartar delitos como rapto, en el cual los captores podrían establecer un rescate para su liberación. Leyla Sarahí Evans llevaba 10 años trabajando dentro del área del fisicolculturismo y trabajaba con entrenadora de los gimnasios de la zona.